Sayulita mochilero

Hay personajes siempre presentes en Sayulita. Están los jóvenes de cuerpo atlético que cada mañana caminan hacia la playa sosteniendo una tabla de surf sobre la cabeza; van descalzos, aunque les falten cuadras enteras para pisar la arena. Hay amantes de la aventura que hacen base aquí para hacer caminatas por la selva y buscar costas casi vírgenes en los pueblitos cercanos. Tampoco faltan las viajeras vestidas en prendas vaporosas y accesorios de textiles tradicionales, quienes recorren callecitas decoradas con "tendederos" de papel picado, repletas de locales de artesanías, joyería o artículos de diseño.

En medio quedamos los oficinistas, queriéndonos sentir espíritus libres al menos por unos días. La buena noticia es que este Pueblo Mágico de vibra hippie no discrimina a nadie.

Sayulita se encuentra en Riviera Nayarit, a 50 minutos de Puerto Vallarta. Fuimos a explorarlo, y entre sus experiencias, estas son las que más impresion; la mayoría están disponibles durante todo el año.

Para divertirte

1. Aprende a surfear. No existe actividad más popular en Sayulita que conquistar sus olas a bordo de una tabla. Por supuesto, no todos lo hacen con el mismo éxito. Niños y adultos se congregan en la playa para practicar. Los más hábiles logran ponerse en pie al poco tiempo y mantener el equilibrio durante unos segundos. El resto se cae estrepitosamente, pero las risas son tan constantes como sus chapuzones.

Ubicada a la orilla del mar, Lunazul (www.lunazulsurfing.com) es una de las escuelas de surf mejor posicionadas. La clase de una hora y media te puede costar 765 pesos por persona. Si el surf te intimida, puedes divertirte con una tabla de buggy, que es más corta y está hecha de espuma. Permite deslizarte acostado boca abajo o de rodillas. La renta por un día cuesta 250 pesos.

2. Escala el Cerro del Mono. Para ver uno de los mejores atardeceres de tu vida, debes adentrarte en la selva y alcanzar la cima de esta colina que rodea la costa del Pueblo Mágico. El ascenso comienza a las seis de la tarde y dura poco más de una hora; casi todo el tiempo obtienes vistas directas hacia el Pacífico.

Además, resulta impactante encontrar auténticos jardines verticales formados por la densa vegetación. Cuando llegas al punto más alto, el cielo se tiñe por completo de tonos rojizos y naranjas. La tarifa del tour es de mil 200 pesos por persona, con MexiTreks (www.mexitreks.com).

3. Compra souvenirs únicos. Desde hace varios años, Sayulita ha sido elegido por artistas y creativos nacionales y extranjeros para mostrar al mundo su obra: ropa, joyería y adornos para el hogar que difícilmente hallarás en otro sitio. Es probable que tus compras duren varias horas, pues la mayoría de las tiendas tiene un sello propio y una historia por contar.

Puedes comenzar en las calles Delfines y Marlín, ambas paralelas y a unos pasos de la playa; desembocan en la plaza principal del pueblo. Ahí se concentran locales como Artefakto (artefakto.gallery) y Evoke the Spirit (evokethespirit.com). El primero trae muebles rústicos confeccionados con técnicas tradicionales desde diferentes regiones de México. En el segundo, el rasgo distintivo son los cráneos de vaca decorados por artistas huicholes, bajo la técnica del "pintado con estambre"; además, se imparten talleres de macramé y pompones de lana.

Una cuadra antes de la plaza se localiza Revolución del Sueño (revoluciondelsueno.com), tienda de moda donde los mensajes sarcásticos y el diseño mexicano siempre están presentes. A un costado de la plaza, no aguantarás la tentación de tomarte foto con las calaveras que decoran la fachada de Esto es México. Las catrinas y la lucha libre son elementos destacados en las piezas de este local.

4. Descubre la cosmogonía huichola. Hace más de 25 años, la antropóloga Susana Valadez se casó con el artista de origen wixárika, Mariano Valadez, y crearon una organización que busca preservar la cultura y tradiciones de esta etnia. Como resultado surgió la galería Tanana (www.tanana.org), que actualmente es administrada por su hijo Cilau. Él mismo elabora las artesanías que están a la venta, en colaboración con otros miembros de la comunidad. Hay joyería, esculturas decoradas con chaquira y pinturas inspiradas en las creencias wixárika.

5. Prueba la raicilla. Después de haber viajado por todo el país probando vinos, mezcales y tequila artesanales, el sommelier Isaías González reunió sus tragos favoritos en un solo establecimiento: Sayulita Wine Shop (sayulitawineshop.mx). Él mismo lo atiende, resuelve tus dudas e imparte degustaciones de raicilla, un destilado de agave que se produce principalmente en Jalisco. Aquí encuentras vinos premiados, destilados de marcas poco conocidas y hasta habanos.

6. Libera tortugas. Entre junio y noviembre, miles de tortuguitas de la especie golfina nacen en Sayulita y emprenden su camino hacia el mar. Casi a diario, entre siete y ocho de la noche, se llevan a cabo liberaciones abiertas al público en el Campamento Tortuguero, ubicado a 15 minutos caminando desde el centro del pueblo. Para que te des una idea del espectáculo natural que verás: en cada nido hay aproximadamente 100 huevos, y tan sólo en los últimos días de la temporada se liberan alrededor de 17 nidos.

7. Observa el salto de las ballenas jorobadas. Te retamos a que logres contener las lágrimas de emoción cuando veas frente a ti a este inmenso cetáceo que llega a las costas de Riviera Nayarit entre diciembre y marzo. La empresa La Orca de Sayulita (www.laorcadesayulita.com) arma recorridos de sólo ocho personas, guiados por un zoólogo. La embarcación está equipada con hidrófonos, que permiten escuchar a estos gigantes marinos comunicándose entre sí.

Con suerte en el camino también encuentras orcas y delfines. La experiencia cuesta mil 400 pesos por adulto.

8. Haz paddleboard. El pueblo Lo de Marcos, a 20 minutos de Sayulita, es prácticamente desconocido por los turistas nacionales. Su playa sólo es visitada por retirados estadounidenses y canadienses, quienes viajan en casas rodantes y pasan largas estancias aquí. En esta costa casi virgen, se dan tours de paddleboard, deporte que consiste en remar sobre una tabla de surf.

Permanecer de pie en la tabla es más difícil de lo que parece. Antes de comenzar, los guías te piden que mantengas el equilibrio sobre una cuerda elevada; casi todos fracasan. No obstante, remar sobre las olas es muy relajante. Los recorridos son organizados por Xplore México y las tarifas parten desde 450 pesos por persona.

9. Navega hasta la Isla del Coral. En una pequeña porción de tierra, vas a encontrar una de las pocas playas con agua de color turquesa de Riviera Nayarit. Te conviene visitarla por la mañana porque está vacía. Los tours pueden partir desde Lo de Marcos o del pueblo de Los Ayala (a 30 minutos de Sayulita), y tardan casi una hora en llegar. Además de nadar y asolearse, la isla es perfecta para hacer esnórquel. Es habitada por pelícanos y pájaros bobos de patas azules. Los tours cuestan mil 800 pesos por persona, con MexiTreks.

Dónde comer

10. Pizzas frente al mar. Don Pedros (www.donpedros.com) es un restaurante en forma, bajo una palapa a unos pasos de la arena. Como todo restaurante costeño, se especializa en pescados y mariscos. Sin embargo, varios de sus platillos lo hacen destacar: la pizza de camarón con tocino y el camarón a la cerveza servido con salsa de chipotle son algunos de los mejores. Mención especial merecen el sushi de callo picante y los ravioles de langosta.

11. Las paletas más famosas. Tanto locales como turistas llegan a la heladería Wakika, en la calle Delfines. Sus paletas son sencillas, pero muy ricas. Casi todas están rellenas de enormes pedazos de fruta. Hay de nanche, cereza, piña o la típica de mango con chile.

12. Enchílate como nunca. Los aguachiles más aclamados de la región se sirven en el pueblo vecino de San Francisco (mejor conocido como San Pancho), a 10 minutos desde Sayulita. El restaurante se llama Las Palmas y se ubica a pie de playa. Con los pies enterrados en la arena, prueba un aguachile de jamaica, de mango o verde. Sus tostaditas de atún con cebolla crocante también son buenísimas.

13. Sal de fiesta. Sayulita goza una vida nocturna bastante activa. Los bares más populares se distribuyen alrededor de la plaza principal. Don Pato sobresale por su ambiente, pues casi a diario tiene música en vivo y sirve cervezas artesanales y cocteles con mezcal. Para una experiencia más íntima, acude al bar de vinos Escondido; no te pierdas su coctel Old Fashioned preparado con mezcal. Y si prefieres algo cercano a la playa, te sugerimos visitar Frente al Punto (frentealpunto.com).

Para el descanso

14. Con estilo y paz interior. ¿Te imaginas practicar yoga con una vista espectacular de la jungla y el océano Pacífico? Si esa es la inspiración que buscas, hospédate en Haramara Retreat (haramararetreat.com). Sus 18 cabañas con techo de palma están inmersas en la naturaleza y sólo se iluminan con velas para que te olvides de la tecnología por un rato. Tiene una alberca de borde infinito y un restaurante enfocado en alimentos orgánicos, el cual está abierto al público en general.

Es posible tomar clases de yoga unitarias o reservar un retiro "todo incluido", con alimentos y actividades programadas. Hay paquetes de siete noches por mil 650 dólares (31 mil 421 pesos) por persona.

15. Quédate en tu propio "depa". El Pueblito (www.elpueblitosayulita.com) es un hotel diseñado como un barrio tradicional mexicano. Sus habitaciones familiares están equipadas con sala y cocina, pero si no quieren preparar comida, hay planes "todo incluido". La propiedad dispone de alberca y jacuzzi. Hay tarifas de dos mil 992 pesos por noche, para cuatro adultos. Si viajas en pareja, está la opción de reservar una suite más pequeña.