¿Cuántas veces has escuchado que los artículos de belleza que usas a diario tienen una gran cantidad de químicos? Una solución a esto es que fabriques tus propios productos en casa.
(Segunda y última parte)
5. Súmate al movimiento del reúso
Antes de tirar una prenda a la basura, considera usarla para otras actividades, regalarla, venderla o cambiarla. La idea es ponerla en movimiento, darle oportunidad de que siga vigente y no que termine en el fondo de tu clóset, o de plano, en la basura. "Hay que volver un hábito revender o donar la ropa. Justamente, cada día cobran mayor importancia las tiendas y bazares de segunda mano", explica Anna Fusoni. En la ciudad, hay varios mercados y espacios itinerantes, como La Lagunilla o La Raza, que ofrecen prendas vintage de buena calidad y reconocidas marcas. En sitios online como Troquer, GoTrendier y Sale Chop Chop, puedes tanto comprar como vender artículos usados.
6. Aprovecha los programas de reciclaje
Antes de tirar los envases de tus productos de belleza, piénsalo dos veces. Diversas marcas te dan un artículo gratis si les devuelves los envases de sus productos. La marca Kiehl's, por ejemplo, regala un producto a cambio de 10 recipientes vacíos, mientras que M.A.C obsequia un lipstick por seis envases. La cadena sueca H&M lanza periódicamente campañas de reciclaje, mediante las que otorga un cupón de descuento a cambio de determinado número de prendas. Esto no significa que debas aprovechar estos programas para comprar más de la cuenta, sino para cubrir tus necesidades. Por ejemplo, esta estrategia es una buena idea para renovar tus jeans favoritos.
7. Cuando salgas de compras pide menos bolsas
¿Eres de las que sale del centro comercial cargada de bolsas de compras? Entonces, debes saber que esta simple acción afecta de forma significativa al ambiente. De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una persona utiliza, en promedio, 200 bolsas de plástico al año, y éstas tardan en degradarse alrededor de 400 años. Una solución sencilla es meter todas tus compras - si es que caben - en una sola bolsa, y que de preferencia sea de papel. También, puedes aprovechar el espacio en tu bolsa o backpack para cargar los artículos que compres. Así que no vuelvas a pedir una bolsa grande cuando compres un pequeño 'lipbalm' o un polvo matificante.
8. Haz tus propios productos de belleza
¿Cuántas veces has escuchado que los artículos de belleza que usas a diario tienen una gran cantidad de químicos? Bueno, una solución a esto es que fabriques tus propios productos en casa. En Internet, hay diversos tutoriales para hacer todo tipo de fórmulas: jabones, exfoliantes, shampoos, cremas, entre otros. Desde recetas sencillas, como machacar fresas con azúcar mascabado para exfoliar la piel, hasta elaborar tu propia loción de pétalos de rosa. También, puedes utilizar ingredientes naturales para lavar tu ropa. Sí, leíste bien. Utiliza limón para blanquearla, vinagre y sal para lavarla, y bicarbonato de sodio para suavizarla. Pon manos a la obra.
9. A la hora de lavar, usa menos agua
Cuando se habla de cuidar el ambiente, muchas veces se cree que sólo los grandes cambios cuentan. Nada más equivocado. También, las pequeñas acciones suman. Por ejemplo, lavarte la cara con esponjas, depilarte o exfoliarte con la llave de la ducha cerrada ayuda a reducir tu gasto diario de agua. De acuerdo con información del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, los mexicanos consumimos al año un 40% más de metros cúbicos de agua que el promedio mundial, el cual es de mil 385. Cuando utilices la lavadora, aprovecha la carga completa para no desperdiciarla. También, toma en cuenta que hay prendas que no es conveniente lavar cada que las usas, como los jeans.
10. Puedes economizar hasta con la plancha
Es un hecho que a la mayoría de las personas no les gusta andar con la ropa arrugada, pero no toda necesita plancharse y menos a alta temperatura. Cuando lo hagas, plancha primero aquellas prendas que requieran más calor, como jeans, pantalones formales o camisas, desconecta la máquina y aprovecha esa temperatura para quitar las arrugas de camisetas de algodón, blusas de lino o vestidos de seda. Hay muchas piezas que suelen salir sin arrugas de la secadora, así que dóblalas o cuélgalas correctamente para que no tengas que plancharlas cuando las uses. Asimismo, lleva tu ropa a la tintorería sólo cuando sea necesario. Así ahorrarás energía y un poco de dinero en el recibo.
