Autoridades ya trabajan en una estrategia de limpieza de la zona desde el arranque de la semana. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Pese a que se instalaron contenedores de basura e incluso se estuvieron proporcionando bolsas para residuos a los visitantes del Cañón de Fernández, catalogado como área natural protegida, al final de la Semana Santa terminó siendo un basurero expuesto debido a la falta de cultura de algunas personas que acudieron.
"La gente no entiende, no podemos generalizar pero es que vemos toda la basura que dejaron en diferentes partes del Cañón de Fernández y nos preocupa la falta de conciencia de las personas de dejar donde quiera la basura, cuando había lugares específicos para ello y porque saben que es un lugar que buscamos proteger porque es para todos, incluyendo las especies que ahí se desarrollan", dijo el encargado de la administración del Cañón de Fernández, el biólogo Eduardo Escobedo.
Y es que aunque son varias instancias las que mandan personal de vigilancia al Cañón de Fernández en esta temporada donde las familias aprovechan para visitar los diferentes parajes la realidad es que la cantidad de vigilantes siempre será insuficiente para abarcar todas las zonas de esta área natural protegida.
El Cañón de Fernández abarca una superficie de 17 mil hectáreas atravesada por el Río Nazas, ubicada en la subcuenca del Alto Nazas y en la parte sur del Municipio de Lerdo. La rodean 6 ejidos.
En el Cañón de Fernández se encuentran ecosistemas desérticos característicos del desierto chihuahuense, así como ecosistemas acuáticos y riparios, en donde predomina una vegetación de matorrales micrófilos y bosques de galería.
Estos árboles permiten la existencia de un gran número de aves, mamíferos, reptiles y anfibios, que de acuerdo con los estudios realizados en el área, es necesaria su protección y conservación.
Hubo personas que dejaron botellas de todo tipo, bolsas de plástico, popotes, pañales, desperdicios orgánicos, todo tipo de basura.