Este año 300 histriones, entre soldados, judíos y apóstoles participarán en la representación religiosa cuya trama principal es la muerte de Judas, el apóstol que traicionó a Jesús. (EL UNIVERSAL)
Bernabé se esmera en los detalles de las máscaras que usarán los Judas Iscariote, los diablos que los rodean y los personajes clave que esta Semana Santa participarán en La Judea, donde la trama principal es "La traición" y "El pecado", en una representación en la que el pueblo es el actor y las calles son un gran teatro.
En el taller de La Casona, a espaldas de la Parroquia de la Purísima Concepción, Bernabé es el maestro artesano que guía a varios jóvenes a labrar sus propias caretas a la medida exacta de su rostro para sumarse a los cientos de Judas e intérpretes que correrán por las avenidas en estos días santos a fin de fortalecer la tradición religiosa y popular que, a decir de ellos, "se lleva en la sangre".
En esta representación de tres días, explican los participantes, el personaje central y que da realce a la escenificación es "la muerte de Judas, la muerte de la culpa, la muerte del apóstol que traicionó a Jesús", a diferencia de las otras celebraciones del país en las que el protagonista central es el Nazareno.
LA TRADICIÓN
En esta localidad de más de 90 mil habitantes, la gente es dueña de la tradición, es su identidad y arraigo que comparte con miles de turistas que acuden en la Semana Mayor, e incluso se integran a La Judea.
Hace 147 años el pintor Hermenegildo Bustos, oriundo de Purísima del Rincón, inició La Judea con el fin de evangelizar a la población. Los historiadores aseguran que él mismo elaboró las máscaras de los ocho personajes principales -Judas Blanco (El Triste), Judas Negro (El Pecado), Diablo Mayor, Diablo Menor, El Consejero, El Ranchero, El Tiempo y El Taco-, las cuales actualmente se exhiben en el museo que lleva su nombre.
"Él hizo esta tradición, quiso involucrar a todo el pueblo porque es una obra teatral, pero en todo el pueblo", relata Bernabé.
La escenificación de La Judea se realiza en cuatro episodios del Miércoles al Viernes Santo. Sin embargo, este montaje no es sencillo, ya que su preparación les lleva más de tres meses a los organizadores del Patronato Hermenegildo Bustos, el Consejo de Cultura y los actores.
"La gente viene a ver la muerte de Judas, la muerte del pecado y el mensaje que manda la Iglesia es cómo va a concluir uno cuando comete pecados, cómo es perseguido interiormente por esa culpa que cometió", comenta el director de la Casa de la Cultura, Gerardo Reyes López.
En la obra de "teatro en movimiento" la gente llora, se molesta, maldice, hay una serie de sentimientos encontrados que parecen una catarsis para asistentes y participantes.
En las calles, las familias abastecen de agua de sabores y alimentos ligeros a los personajes y gente que los acompañan en sus trayectos por las calles. Los turistas que desean participar pueden hacerlo, puesto que la Casa de la Cultura dispone de una dotación de atuendos para los visitantes.
En total, 12 hombres hacen el papel de Judas -en sus dos facetas- y 12 más el de Malco, el personaje que paga las 30 monedas por la traición. Cada uno de ellos debe tener entre 24 y 36 años de edad y requieren prepararse para tener buena condición física, porque tienen que encarnar la huida del personaje agobiado por la culpa. "Es como una carrera de relevos", afirma Reyes López.
"No es fácil traer una máscara puesta en pleno sol y en tiempo de primavera, es complicado; deben tener mucha condición física y no poder respirar como lo hacemos normalmente, es muy complicado", explica.
El Patronato Hermenegildo Bustos mantiene en secreto los nombres de los actores para generar expectación entre los asistentes y sólo se divulga la identidad del Judas que "muere ahorcado", pero hasta que concluye el evento.
"Es un gran orgullo ser parte de algo tan hermoso del pueblo, hasta se me enchina la piel de la emoción", comenta un Judas que participará en la puesta, pero que prefiere guardar su identidad. Desde hace dos meses corre a diario para tener una buena condición, pues reconoce que "actuar bajo los rayos del sol lo agota a uno".
El 13 de abril el elenco realizó un último ensayo de La Judea durante siete horas continuas en la ciudad de Romita, hasta donde se trasladaron en cinco autobuses. Este año, en Purísima serán 300 histriones los que participen entre soldados, judíos y apóstoles.
LAS MÁSCARAS
Los habitantes de Purísima del Rincón presumen con orgullo que La Judea va más allá de Guanajuato, pues en talleres familiares se elaboran también máscaras para los paisanos que radican en Estados Unidos, quienes buscan seguir la tradición y piden que les envíen las caretas para tener presente su identidad e incluso hacer sus representaciones en territorio estadounidense.
Bernabé, quien por las mañanas es conserje en una escuela primaria y en las tardes es maestro del taller en la Casa de la Cultura, preparó las máscaras de La Narizona, que enviará a Oxnard (California) y dos más que irán a Nevada (El Ranchero y El Taco), donde también vivirán La Judea.
Para hacer una pieza, Bernabé invierte 56 horas en jornadas diarias de ocho horas y asegura que ha esculpido unas 200 máscaras en más de 20 años que se ha dedicado a este oficio. El precio de una de las caretas -del tamaño real de la cara-, es de unos 3 mil pesos.
En el taller de la Casa de la Cultura -conocida como La Casona- se elabora gran parte de las caretas que se usan cada año. Al entrar se puede ver varias piezas de troncos de árbol colorín, obras terminadas y los cascos de fariseos que se usarán en la Semana Mayor.
Los alumnos de Bernabé demoran en promedio dos meses en elaborar la artesanía. Cada uno selecciona un tronco, hace las medidas simétricas, dibuja el rostro, devasta la madera para dar la figura, hace el empastado, luego el pulido con lija en tres capas, la sella, pinta la pieza con colores en acrílico y detalla hasta perfeccionarla. El proceso culmina con la emoción de haber elaborado su propio atuendo para la máxima celebración de la localidad.
"Lo de La Judea es algo que de niño a uno le llama la atención. Ahorita, los pequeños desde temprana edad, desde los tres años ya andan que quieren ponerse una máscara y gritan como los judíos y quieren andar con un chicote como los diablos; es algo de aquí de Purísima que a la gente le gusta mucho, les emociona la tradición", detalla el maestro.
Sin embargo, para la materia prima de las máscaras, la comunidad procura no hacer uso indiscriminado del árbol colorín, porque en el Cerro del Palenque y la Meseta de Dolores se han hecho reforestaciones masivas y hay un vivero en el Ecoparque para promover la producción y evitar su agotamiento.
LA ESCENIFICACIÓN
Los cuatro pasajes de la obra colectiva son La Sentencia, Las Tres Caídas, La Crucifixión y El Ahorcamiento del Judas, los cuales se desarrollan del Miércoles al Viernes Santo.
A las 3:00 de la tarde del miércoles saldrán el Judas (El Triste) barbado con túnica blanca y Malco, criado de los sacerdotes que le insiste para que venda a Jesús y le entrega un saco con 30 monedas de plata; aquí se da el primer momento de la compraventa. La escena se da en movimiento por las calles de la cabecera municipal; va acompañado del Diablo, siempre al frente, la tropa de judíos, músicos y todos los soldados y en la parte final otro Diablo.
A las 7:30 de la noche, va la escenificación del Huerto de Getsemaní, se hace una lectura bíblica con la imagen de Cristo y llega el gran momento donde Judas lo traiciona y se aprehende a Jesús. En esa imagen se hace un recorrido por las calles en el que los judíos con sus antorchas llevan preso a Jesús al Santuario, en donde permanece los tres días.
El jueves se verá la transformación del rostro de Judas, con la máscara oscura, de túnica negra, con una soga en la cintura, la misma que ocupará en la horca. Saldrá a las 11:00 de la mañana en recorridos por la ciudad, donde deja ver la sicosis de locura que siente por haber traicionado a Jesús; los judíos son los fantasmas que lo acosan, que lo persiguen por todas partes.
El viernes a las 4:30 de la tarde se hace el ahorcamiento de Judas en el Centro Histórico de la ciudad. "Entonces, aquí, ¿quién lo sube a la horca? La Biblia nos dice que él solo se ahorca; aquí quien lo sigue y lo sube son sus culpas, son los judíos, son quienes lo llevan y ellos mismos lo ahorcan", explica Gerardo Reyes.
