Se espera que el Gobierno federal no continúe con la misma práctica del manejo político y clientelar de la pobreza.
Aunque algunas de las políticas sociales implementadas por el Gobierno federal son buenas siempre dejan duda las intensiones, pues como ya se sabe los gobiernos han administrado el hambre y la pobreza políticamente, por lo que se espera que en está administración las cosas no sean así, consideró el obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martín Barraza Bletrán.
"En todos los gobiernos hay la sospecha de administrar el hambre y la pobreza políticamente y sigue estando esa sospecha. Que bueno que vemos ahora que se está volviendo a ver a la gente más desprotegida, pero ojalá que no continúe las mismas prácticas, del manejo político clientelar, corporativista" recalcó monseñor.
Dijo que es buena la intensión de la autoridades querer hacer más equitativo la distribución de los programas sociales, las oportunidades, pero, "pensamos que esa es la intensión de fondo, distribuir las oportunidades más equitativamente para todos los ciudadanos, considerando que más del 50 por ciento de la población vive en pobreza, si falta más apoyo".
El obispo consideró que otra situación que se proponer es que el Gobierno no centre su estrategia en los programas asistencial, sino en otros proyectos que ayuden al fortalecimiento de la política social, en un contexto de reorganizar toda la situación económica, el sistema en donde unos pocos tienen mucho y en pobreza, con salarios raquíticos.
"Que se trabaje en la dotación de servicios públicos, en la educación, la generación de empleos y que no sólo se les entregue dinero para resolver de momento" finalizó el obispo Luis Martón Barraza.
