Entre mayor “ruido” exterior habrá más especulación sobre las medidas, advierte funcionario chino.
Reuters
PEKÍN, CHINA.- La presión externa sólo demorará las reformas cambiarias de China, dijo un alto funcionario del Gobierno, mostrando el temor de Pekín de que una flexibilización del yuan podría ser vista como una concesión a demandas internacionales que premiaría a los especuladores.
En tanto, Xinhua, la agencia de noticias de China, informó que el tipo de cambio del país posiblemente se discutirá en la próxima cumbre de las economías más industrializadas, el Grupo de los Ocho (G8).
“Ningún país puede aplicar un ajuste en su tipo de cambio en medio de ruido y presiones especulativas externas”, dijo, según lo citó el Diario de Información Económica, Zhu Guangyao, jefe del departamento internacional del Ministerio de Finanzas.
“Cuanto mayor sea la presión externa, mayor el ruido exterior, más impedirán las reformas adicionales del régimen cambiario de China”, dijo Zhu, según fue citado, en una discusión por Internet organizada por los medios oficiales.
Algunos de los socios comerciales de China, especialmente Estados Unidos, han dicho que Pekín debe permitir que suba el valor del yuan debido a que la paridad actual de 8,28 por dólar es muy baja y abarata injustamente las exportaciones chinas.
Aunque ha resistido las presiones internacionales, Pekín se ha comprometido a flexibilizar su moneda por medio de reformas graduales. Pero las autoridades chinas también han dicho que cualquier cambio surgiría de sus propias necesidades.
Zhu reiteró la posición de Pekín, de que los otros países deberían permitir que China decida su propio ritmo para las reformas cambiarias, porque el tipo de cambio es una cuestión soberana.
“La dirección de las reformas de China es clara y su determinación es firme, pero no cederá a la presión extranjera”, dijo.
Los legisladores estadounidenses han amenazado con aplicar sanciones comerciales contra China para obligarla a que modifique su política cambiaria, pero Washington ha estado tratando de evitar esas tácticas agresivas.
Los funcionarios chinos descartan las sugerencias de que un cambio del yuan serviría para reducir el déficit en cuenta corriente de Estados Unidos.
Muchos analistas prevén que China modificará su régimen cambiario en los próximos meses en un paso hacia su meta de largo plazo de aplicar un tipo de cambio de flexible.
Pero los analistas también temen que la creciente presión internacional, que ha favorecido el ingreso de una oleada de capitales especulativos a China, pueda ser contraproducente.
Sobre la inclusión del tema cambiario de China en la agenda del G8, Xinhua citó el jueves a Liu Jianchao, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, diciendo: “si les interesa a los países relevantes (conversar sobre el tipo de cambio del yuan), pienso que el tema se discutirá”.
