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LA HISTORIA A VUELO DE PÁJARO

La historia a vuelo de pájaroLa historia a vuelo de pájaro

Desde el Renacimiento hasta nuestros días, han pasado muchas cosas con las cuales se ha construido lo que llamamos la modernidad. Podríamos comenzar con la lucha entre güelfos y gibelinos en Italia, donde se enfrentaban los dos poderes superiores: el del emperador y el del Papa, que después fue una lucha general entre todos los reyes de Europa y el papado. ¿Quién estaba sobre quién? Los dos proclamaron que el poder les venía directamente de Dios y exigían la obediencia de todos los demás.

Por la misma decadencia en la que vivía la iglesia, se da el movimiento de la Reforma: Lutero, Calvino y Enrique VIII. Ya anteriormente habían existido sectas que se habían separado de las normas oficiales de la religión, como los cátaros, y seguirían habiendo discrepancias en los artículos de fe (lo mismo podríamos decir que sucedió en el comunismo en el transcurso del siglo XX, mientras las internacionales intentaron unificar el pensamiento comunista se dieron las discrepancias y posteriormente las purgas de partido tanto en Rusia como en China que se llamó revolución cultural).

Como defensa, vinieron varias órdenes religiosas a recuperar las supuestas maneras de vivir del cristianismo primitivo con los votos de obediencia, castidad y de pobreza. Destacamos la orden de los jesuitas como el abanderado de la contra reforma que fundó escuelas con lo que desarrolló la educación en muchos países.

Todos estos movimientos dieron como resultado el anhelo de la libertad, sobre todo en el plano del pensamiento y en el desarrollo de la ciencia que no fue fácil de obtener. Los movimientos emancipadores religiosos también se opusieron a la emancipación social en países como Alemania.

Surgió una nueva clase social que en general podríamos llamar como la burguesía, que se dedica al comercio, y a las profesiones liberales que con el tiempo va a ir obteniendo el poder económico. Los aires apuntan a que los pueblos cada vez confían menos en el poder político y religioso e irán exigiendo sistemas más democráticos de gobiernos.

Mientras tanto, las grandes familias monárquicas europeas se pelean entre si para que sus familias se conviertan en los gobernantes de todas las naciones. Valois, Borbones, Habsburgo y demás se enfrentan entre ellas mismas o hacen pactos para establecer alianzas y viven en continuas guerras que agotan las arcas. Países como Inglaterra, aceptan poner límite al poder monárquico por medio de las cámaras legislativas que van a servir de escenario para que se enfrenten los partidos políticos, como los Torys y los Wighs, pero es la época en que se comienza a considerar los imperialismos. Como punto de lanza, sirven las grandes empresas comerciales que van a la conquista de los pueblos asiáticos y después de apoderarse comercialmente de ellos, los gobiernan a sus anchas. Con el tiempo, la misma corona les habrá de poner límites.

Los principales reyes europeos se empecinan en los absolutismos, pero la gente ya no se conforma. Hobbes intenta fundamentar el poder del rey y las mismas ideas de este pensador servirán a los franceses para poner los cimientos del poder del pueblo fundando la democracia. Las coronas van a perseguir a los jesuitas porque ellos representan y proclaman la obediencia al papa. La orden va a ser suprimida y de vuelta a fundar.

La independencia de los Estados Unidos demuestra que los gobiernos democráticos son posibles. Después vendrá la Revolución Francesa. Van a venir las independencias de los países americanos ante los oídos sordos de las monarquías absolutistas que nunca pudieron escuchar a su pueblo llano. De las pocas coronas que permanecieron, como la inglesa, aceptaron los parlamentos. Con el tiempo, los primeros ministros asumieron el poder político real.

El siglo XIX fue experimentar con diferentes teorías sociales en busca de un gobierno justo. La que más éxito tuvo fue el Marxismo que fracasó en sus primeros intentos de imponerse en Alemania, pero que triunfó en donde menos se esperaba por el atraso cultural: Rusia.

Alemania e Italia se unifican. Desde el siglo XVII, la Revolución Industrial y luego el comercio internacional habían cambiado los modos de producción y las formas de vivir. Los últimos intentos de absolutismo provocan la primera guerra mundial donde se demuestra el fracaso político. La entreguerra trae como consecuencia la caída de la economía. La segunda guerra es también una derrota para la humanidad. Después, el mundo se dividió en bloques comunista y capitalista, con la persistencia de la vieja idea del poder absoluto y universal. ¿Somos inteligentes?

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