El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que su administración puso bajo la lupa a la banca de desarrollo del país para acabar con los subsidios que generan actos de corrupción.
"Sí, si se está analizando, también en eso [la banca de desarrollo] se acaban los subsidios. Es que se les daba mucho a los de arriba, y lo que se le destinaba a los pobres le llamaban populismo, y lo mucho que se les entregaba a los de arriba le decían fomento. Entonces ya, nosotros vamos a apoyar lo que signifique crear empleos, desarrollo".
Recordó el caso de Odebrecht -el mayor escándalo de corrupción y sobornos del continente-, donde la constructora de origen brasileño fue financiada y subsidiada en México con créditos otorgados por la banca de desarrollo.
"Entonces eso se acaba", insistió el titular del Ejecutivo federal en su conferencia matutina en Palacio Nacional: "Lo tengo que estar recordando porque parece que tienen amnesia, ¿para qué llegamos? Para más con lo mismo, revisen el caso Odebrecht", insistió.
Se dio a conocer que la salida de mandos medios y de personal de confianza, y la incertidumbre sobre las condiciones salariales que tendrán los trabajadores sindicalizados, han paralizado la actividad de la banca de desarrollo en la aprobación de créditos y dispersión de recursos.
Aproximadamente 300 directores de área han salido de instituciones como Banobras, Nanfin y Bancomext, con lo que los trabajadores de base han tenido que ocuparse de dichas funciones.
En el caso de Bansefi, se reporta que no han sido dispersados recursos que se entregan a intermediarios financieros y microfinancieras en distintos municipios del país.
El presidente López Obrador rechazó que sí no se les paga bien a los funcionarios se van los expertos: "No, eso no, esa es la creencia", aseguró.
Reiteró que en su gobierno ya no habrá recursos para las asociaciones sociales, campesinas, obreras, filantrópicas o las organizaciones no gubernamentales (ONG).