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Hidroarsenicismo: cómo nació en La Laguna (y 3)

Yo río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

El brote agudo de intoxicación arsenical en varios pacientes que tomaron agua de un pozo en la colonia Eduardo Guerra de Torreón, del año 1962, hizo pensar a los oncólogos que el agua que tomaban los habitantes de los municipios del norte de La Laguna, principalmente campesinos, investigados desde 1953 a causa de un misterioso mal que les lesionaba la piel, podría contener el elemento tóxico, arsénico.

Transcribo aquí la tercera parte del "Reporte preliminar de casos de cáncer en la piel, en La Laguna. 1953-1955. Torreón, Coahuila", del oncocirujano y ambientalista doctor Luis Maeda Villalobos, que detalla la manera en que se descubrió y empezó a ser lo que es el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico, HACRE.

"Esto explica indudablemente que existe una relación de causa-efecto entre la patología observada en los pacientes de este primer reporte, que se debe a la acumulación del arsénico en el organismo humano, metal pesado que tiene efectos en valencia 3 (tres) de provocar las lesiones dérmicas señaladas y ser un factor coadyuvante, predisponente o desencadenante de cánceres en la piel.

Según literatura al respecto, puede afectar el patrón cromosómico celular, y por tanto, dar lugar a alteraciones posteriores con defectos congénitos entre otras cosas, como aberraciones genéticas o hereditarias.

La recién inaugurada Universidad de Coahuila y la presencia de patólogos de la calidad del doctor Arnulfo Portales Portales, ha dado lugar a una agilidad en los diagnósticos y para que, seguramente, se inicien trabajos formales de investigación."

Hasta aquí llega el "Reporte preliminar" de aquella época.

En 2017, los doctores laguneros José Javier García Salcedo y Javier Morán publicaron en el libro "Arsénico: perspectiva epidemiológica, ambiental y de salud", una serie de nueve análisis originales realizados por un equipo de 25 científicos que investigan los daños a la salud ocasionados por la presencia de arsénico en el agua de La Laguna, indican sus orígenes, evalúan su presente situación y proporcionan direcciones para el tratamiento del problema.

En el libro, hacen los autores un reconocimiento a los doctores precursores en la investigación del daño por la exposición al arsénico, "a los compañeros de las comunidades rurales, en especial de Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias, así como a las asociaciones ambientalistas que luchan por exponer la gravedad de la contaminación por el arsénico y el freno a la sobreexplotación de los mantos acuíferos en La Laguna".

Señalan: "El problema del arsénico en el agua se debe al incremento en los niveles de excavación profunda para extraer agua, lo que aumenta el índice de contaminación del líquido con arsénico, sales y otros metales pesados, se entra en contacto con las aguas fósiles altamente contaminadas".

"En 1950 en la Comarca Lagunera, así como en el área rural, se encontraba agua a 40 metros de profundidad. Sin embargo, actualmente la profundidad media de los pozos es de 300, 400 y hasta 600 metros, lo que implica un abatimiento de los niveles freáticos que se traduce en un agotamiento de los mantos acuíferos."

Las primeras noticias de hidroarsenicismo crónico regional endémico, aparecieron "hace casi sesenta años".

"La primera intoxicación crónica por arsénico en esta región se reportó en 1958. Y desde entonces se habla de casos por contaminación endémica", afirma la investigación "Bioquímica microbiana de arsénico: mecanismos y potencial de bioremediación".

"La importancia de conocer el arsénico es debido a que se ha encontrado relación con el daño a la salud", pondera el primer análisis riguroso y preciso, publicado en el libro, dedicado a la determinación del arsénico por un equipo de cuatro investigadores encabezados por el médico García Salcedo, quien ha convivido con problemas de contaminación desde la niñez, con plomo y arsénico que han afectado a sus familiares, lo que motivó el estudio de estos contaminantes, trabajando al lado de los doctores Bulmaro Valdez Anaya y Arnulfo Portales y Portales.

El diagnóstico "Una visión del problema de arsénico en La Laguna", advierte: "La Laguna es una zona desértica, escasa de agua potable. Y las pocas reservas que quedan se están agotando irracionalmente, manteniendo cultivos obsoletos altamente consumidores de agua y -señalamiento certero- "no existe conciencia ciudadana en el uso racional del recurso del cual depende la vida de una región".

@kardenche

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