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Circunstancias

El impacto de la soledad

Mtro. Francisco Pineda

En abril del año pasado, reporté un tópico que en la última década ha sido estudiado y planteado en diferentes fuentes de información por expertos en el área de psicología, psiquiatría y sociología, entre otros campos profesionales. Un tema sobre una condición social que sigue llamando la atención en varios países desarrollados, y que últimamente, se ha estado reportando con mas frecuencia en países latinoamericanos, México uno de ellos. Estoy hablando de la soledad.

El periódico El Universal reportó un artículo sobre la soledad en México (Moreno, Riquelme, Aguilar, 08/04/18) y menciona que cada vez mas la gente se esta inclinando a vivir sola. Según el artículo, este fenómeno social está relacionado principalmente a la propagación de las redes sociales y a cambios en las estructuras laborales. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015, más del 9% de los hogares mexicanos, fueron clasificados como unipersonales, y creció a más del 10 % en 2016. Esto sin que tenga que ver con condiciones psicopatológicas relacionadas a la soledad como la depresión, o algún trastorno de personalidad o problema emocional. Se cree que estos cambios, o evolución social, están relacionados a la influencia de actitudes hacia una dedicación extrema al trabajo y al desarrollo acelerado de la tecnología en la comunicación, los cuales están impactando en la forma en como nos estamos relacionando íntimamente y socialmente.

La soledad es una respuesta a un aislamiento social, la cual incluye una ansiedad relacionada a la falta de contacto con otras personas. Es una condición subjetiva, ya que uno se puede sentir solo a pesar de estar en compañía de otros, por ejemplo, la familia, amistades, compañeros de trabajo, etc. Las causas de la soledad pueden ser circunstancias sociales (problemas de trabajo, familiares), un estado mental o emocional (depresión, ansiedad) o quizás alguna condición física o enfermedad (cáncer). También, puede afectar a cualquier persona en cualquier momento y puede ser consecuencia directa de un divorcio, mudarse de casa, ciudad o país, o un matrimonio inestable. En muchos casos, la violencia en las calles de las grandes ciudades facilita aislamiento social.

La Dra. Karyn Hall, psicóloga con amplia experiencia en el área de emociones, y específicamente en el tema de la soledad, describe tres factores relacionados con el origen de la soledad en su articulo Aceptando la soledad (enero 2013, Psychology Today). Uno es la predisposición genética a la introversión, lo cual permite que la persona sea una persona aislada por naturaleza. Otra es la autopercepción de ser incapaces de socializar o hacer amistades y no poder controlar la sensación de rechazo. Y un tercero que consiste en la falta de habilidad para controlar o manejar las emociones y conductas asociadas con el sentimiento de soledad, por ejemplo, depresión, enojo y la ansiedad.

Otra perspectiva interesante es la del Dr. Vivek Murthy, médico militar encargado del Departamento de Salud de los Estados Unidos hace tres años. De acuerdo al Dr. Murthy (Harvard Business Review, septiembre 2017), la soledad es una epidemia que sigue creciendo a pesar de los avances tecnológicos en el área de comunicación. Según sus datos, en la actualidad, arriba del 40% de la población adulta en los Estados Unidos reportan sentirse solos, y que en su práctica como médico, el problema de la soledad era más frecuente que problemas cardiacos o diabetes, particularmente en la gente de la tercera edad. El Dr. Murthy agrega que la soledad está asociada con alto riesgo de problemas de salud crónica como enfermedades cardiovasculares, demencia y ansiedad.

Vivir solo tradicionalmente ha tenido un estigma porque se teme a ser criticado como una persona rara o inestable, un fracasado o abandonado, y por lo mismo, es difícil hablar de ello. La realidad es que vivir solitariamente no necesariamente significa estar sufriendo soledad, sino que la persona prefiere vivir de ese modo debido a su personalidad o carácter. Existe una diferencia entre sentirse solo y vivir solitariamente. Una persona puede llevar una vida solitaria, sin familia o amistades cercanas, y no se siente sola porque no siente la necesidad de compañía. Esta persona puede relacionarse superficialmente con otros, trabajar de manera efectiva y vivir en paz sin la necesidad de relaciones intimas con otros. De hecho, una cercanía íntima podría desencadenar incomodidad.

Ciertos momentos solitarios pueden tener impactos positivos en mucha gente, ya que ayudan a mejorar concentración para ser creativos o para facilitar experiencias que facilitan crecimiento personal, por ejemplo, experiencias religiosas o de introspección. Muchos escritores y artistas presentan sus trabajos más creativos cuando viven separados de otros. Esto no quiere decir que la soledad genera la creatividad, sino mas bien la estimula y refuerza.

Vivir en soledad con impactos negativos en el estado de ánimo, en la familia, en el trabajo, en las relaciones interpersonales y aislarse en general, es una condición que pueda requerir atención medica o psicológica. Sin embargo, vivir en forma solitaria en donde no hay impacto en otros ni en si mismo, debe de ser aceptable y respetado. No obstante, relaciones interpersonales cercanas y positivas siempre son de ayuda para una buena salud mental. Gracias por su interés en esta columna.

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