Amanecemos con el estruendo de las voces que exigen la cabeza del técnico Reyes, en uno de esos capítulos propios del futbol donde el sensor de la conciencia es la vergüenza y porque en la vida cada cual tiene sus luces y sus sombras, porque estamos acostumbrados a la inmediatez y porque somos lo que hacemos, lo que pensamos o lo que sentimos, porque estamos lejos del instante eléctrico, lleno de sabor y por ello Riestra y Salvador pugnan para "analizar".
Santos hoy se refleja en el rostro de Furch, goleador exiliado en el área que está pensando en llevar sus propios balones, a falta de que lleguen de sus compañeros. Es tanto su desaliento que ni el rubor de lo mal que se ha jugado le ilumina la cara, sino que ésta, dominada por el coraje y la impotencia, toma un tono pálido y hasta transparente, como un fantasma en la noche del TSM.
Cuando los santistas fueron al descanso, vieron que el camino al vestuario se hace más largo cuando de la tribuna vienen abucheos, insultos y reclamos. El DT la sufrió más porque hay muchos que lo quieren fuera, pues no creen que es el hombre capacitado para darle brillo al grupo, donde también hay varios que distan de ser confiables y rentables. Muchos pensaban que fueron para repasar un repertorio de nuevos trucos y solo volvieron con notable voluntad pero sin futbol.
Mientras tanto, así como las redes sociales se tornan jocosas por tanta gente que las usa sin reparar en las normas de la ortografía, en un alarde de descaro que es como una pesadilla, pues muestran sin recato su educación tan limitada, así por igual la industria del futbol, que en eso se ha convertido, lucha por conservar lugares de preferencia para preservar el gran negocio.
Ante la fusión Disney-Fox, que equivale a hermanar a la subsidiaria ESPN con lo que hoy es su competencia, el afán de la afición debiera ser el preguntarse, ¿cómo sobrevivirán juntos? Por igual, ¿ su personal se combinará o cada cual seguirá llevando sus mismas políticas? Aunque la realidad debe ser esperar un esfuerzo mutuo, con plantel selectivo, en busca de mayor calidad.
El problema se da en México, por ello el IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones) y la Cofce (Comisión Federal de Competencia Económica) discuten con la Cámara de diputados porque se cree que esta unión privará al pueblo de ver futbol pues solo un porcentaje pequeño tiene acceso a los paquetes de la Tv de paga, que además reúne varios equipos de exclusividad.
Mientras, las empresas que antes manejaron todo el entorno, Televisa sobre todo y Azteca, miran con preocupación los acontecimientos, que como tv abierta les obligará a una renovación de sus productos y a una competencia más directa, donde hasta lo absurdo es parte del guión y tal vez dejarán de ordeñar al gentío y a los jugadores con un aire de cambio y sobre todo, de calidad.
