AÑO NUEVOAÑO NUEVO
El hombre vive a base de ciclos. Las fechas se repiten y algunas significan el inicio de una poca y otras el final. Los inicios se evocan al principio de año o con la entrada de la primavera, a la que tenemos que esperar hasta el 21 de marzo. Los finales son el invierno y el fin de año.
En cada ciclo es como si comenzáramos de nuevo; tenemos la oportunidad de pensar en los proyectos que no hemos podido lograr o hacer propósitos para mejorar ciertos aspectos de nuestra vida. Se nos da una nueva oportunidad, aunque siempre venga a pasar lo mismo, olvidar los propósitos según va avanzando el año para llegar a diciembre dándonos cuenta de que no se hizo lo proyectado.
Lo importante es ser conscientes de que nosotros, en cualquier momento, podemos hacer propósitos u olvidarnos de ellos. No es necesario esperar una fecha determinada, Nuestra vida puede comenzar a diario, y también las esperanzas se pueden perder todos los días. El ciclo lo inventamos nosotros para tener motivos de llegar a alguna parte o haciéndonos a la idea de que es posible resucitar lo que se ha estado muriendo en nuestro espíritu.
Lo peor que podemos hacer es conformarnos con lo que hemos hecho en la vida y dejarnos llevar por la inercia de todos los días iguales, como si no hubiese en el mundo una nueva experiencia. Un nuevo libro, un viaje, ir a conocer partes de la ciudad que no conocemos, buscar a un amigo que hace mucho hemos dejado de ver. Cuando estamos conformes con lo que tenemos o con lo que somos, es cuando hemos comenzado a morir. Ya no hay nada por hacer o por desear. Dejamos de ver el mundo que nos rodea y nos volvemos hoscos, puesto que negamos la riqueza que está al alcance de nuestra mano.
Y esa riqueza no necesariamente tiene que significar dinero o bienes; eso lo han inventado los comerciantes para vender. La naturaleza misma es una experiencia insuperable, un jardín, un río, una montaña. ¿Hace cuánto tiempo no sales al campo? El mismo hecho de andar por la ciudad y descubrir sus parques.
También tenemos la música para alimentar nuestro espíritu. Es tan amplia la gama de estilos musicales que no hay que cometer el error de siempre conformarse con lo mismo. Habría que darnos la oportunidad de escuchar aquello que no hemos escuchado para extender nuestra riqueza en experiencias musicales. Ahora con las redes sociales tenemos la oportunidad de acceder a cualquiera de ellos y sin costo alguno. Lo mismo pasa en todos los campos de la vida, tenemos ciertas costumbres que nos han hecho creer que hay cosas no que nos gustan y nos negamos al oportunidad de experimentarlas.
La riqueza es la variedad de las experiencias. Pensamos que por tener un celular el mundo está a nuestros pues; pero ese mundo no va a llegar a ti si no consumes lo que te ofrece. La información del internet seguirá siendo ajena a ti si no la usas. El chiste de la riqueza es utilizarla.
A veces la usamos mal nos comunicamos con gente que está lejos de nosotros y dejamos de hacerlo con las personas que están cerca. Rehuimos al calor humano, nunca queremos estar en donde estamos y deseamos estar en otro lado. Hacemos nuestro mundo pequeño en lugar de agrandarlo, nosotros mismos nos encerramos en cárceles.
¿Podemos ser más ricos? Si podemos ser más ricos en experiencias si nos abrimos a ellas. Cuando pensamos que ya lo hicimos todo, se puede hacer algo más. Nunca se acabarán de leer todos los libros, ni terminaremos de escuchar toda la música. Siempre es posible dar un paso nuevo hacia alguna parte.
Los propósitos hay que hacerlos todos los días porque a diario estamos más cerca del día en que habremos de morir. Es hoy cuando tenemos a nuestra disposición a la naturaleza y a la vida. El paraíso comienza aquí o el infierno. Las cosas que valen la pena cuestan trabajo. El propósito es cotidiano.,
Les deseo un feliz año nuevo con todos los suyos. El principal propósito debe de ser la convivencia humana con toda la armonía. La mejor riqueza del mundo es saber que no estás solo, que hay alguien que piensa en ti y tú piensas en él.
Feliz año, feliz mes, feliz dia.
