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Presagios y ética en las redes sociales

Metáfora Ciudadana

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ
"No digas nada en línea que no querrías que fuera expuesto en un anuncio panorámico mostrando tu cara en él."— Erin Bury

"Algo muy grave va a suceder en este pueblo" es un cuento corto de Gabriel García Márquez llevado al cine bajo el título "Presagio". Un día una mujer se despierta y asegura a su familia: -No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo". Los acontecimientos que siguen en la trama, la inmensa mayoría de ellos de origen natural y muy explicables; pero las conjeturas supersticiosas convencen a los habitantes de la comunidad que se cierne sobre ellos un espectro que los destruirá e interpretan cada hecho como una señal maligna; todo termina en tragedia surgida de una superchería sin ánimo de destrucción.

Siempre ha habido suposiciones y tramas de la vida pública que atemorizan o al menos azaran a un sector de la población. Ahora, con las redes sociales, las versiones no sólo circulan con sonidos y/o textos, sino que se les agregan imágenes, muchas veces falsas; es cuando cobra mayor sentido la frase: "una imagen dice más que mil palabras"; los casos recientes son un ejemplo perfecto: Helicópteros europeos explotando en el aire; inviernos fulminantes que matan dañando pulmones; personajes hablando en un idioma diferente con subtítulos que no concuerdan con las palabras emitidas; reconocimientos a quienes no los ha obtenido y sacar de contexto un dicho que en su versión original enuncia algo muy diferente a como se quiere hacer creer.

Todo lo anterior provoca auténticos sunamis en la opinión pública que terminan por generar conflictos sociales toda vez que, actualmente, está la piel muy sensible tras la llegada al poder de un gobierno que está promoviendo cambios que algunos aplauden y otros detractan; unos se sienten beneficiados o complacidos y otros perjudicados y hasta ofendidos; hay quienes le colocan un altar y quienes rechinan sus dientes de rabia; unos elevan loas y otros se expresan con gritos destemplados; todo visceral, nada reflexivo.

Hay quienes amparados por el cobarde anonimato de las redes sociales destilan amargo odio, acusan y estigmatizan a los contrarios; cualesquiera que sean. Circulan miles de memes inquisitivos, imputando sin prueba alguna a sus enemigos políticos en una enferma y neurótica furia irresponsable; destruir por destruir. Cada cibernauta pude infamar a sus enemigos creando cyberbullying; Daña tanto quien realiza el meme o escrito fatal; como quien lo viraliza. Lo más imperdonable son los realizados por comunicadores y líderes de opinión, trastocando informaciones irresponsablemente con falacia, mala fe y hasta criminalidad.

El ser humano es naturalmente comunitario; las redes sociales con su crecimiento exponencial, (nacidas en el año 1995, cuando Randy Conrads, gracias al internet, crea una comunicación virtual para compartir las fotografías de su generación), alcanza ya más de dos mil millones de usuarios, cuyo principal objetivo es interconectar personas con intereses similares y nos brinda la oportunidad de ejercer nuestra libertad de expresión. El carácter global de las mismas, nos exigen un comportamiento ético irrestricto; su intensidad y magnitud implican riesgos gravísimos en daños que afectan la socialización de toda comunicación. Generan lo mismo "guerras virtuales" que "compromisos virtuales" y saturándonos de información basura invaden y duplican el campo de los medios tradicionales, los cuales poseen, generalmente, responsabilidad social, dada su identidad empresarial.

Graves peligros generan, las también llamadas =social media=, al provocar miedo y hasta pavor colectivo causando caos, reacciones violentas y conflictos raciales, como las amenazas gansteriles del presidente norteamericano, quien cree que "twittear es existir" y califica a los migrantes como criminales y terroristas; imponiendo fobia entre los norteamericanos y reacciones negativas de los migrantes. Presagio llevado a la realidad.

La ética Kantiana nos exige considerar a cada persona humana como un fin, jamás como un medio. No existen "vacíos éticos"; toda publicación debe obedecer al principio ético de respeto a las personas; recordemos: detrás de cada meme hay seres humanos dotados de dignidad que sienten y sufren. Si dicha publicación es buena para el mayor número de personas posible y no afecta a otros de forma negativa, podemos y quizá hasta debamos compartirla; de lo contrario, simplemente debemos descartarla. El filósofo David Hume considera que en el hombre existe, de manera natural, un sentimiento hacia el bien propio y el de los demás, de tal forma que lo bueno es aquello que tiene utilidad para la vida comunitaria. Por ello es difícil entender la falta de sentido común de quien comparte información que afecta a otros, Hasta Maquiavelo exige un buen uso de la crueldad... ¿Dónde queda el sentimiento hacia el bien propio y al de los demás?

En la sociedad actual los seres humanos no podemos carecer de instituciones o leyes que regulen nuestros actos; la diferencia de opiniones es indispensable para el crecimiento de la ética social, pero exige el respeto a la inteligencia y opiniones de los demás, aun cuando no estemos de acuerdo con ellas, es indispensable ser empáticos. La manera en que nos comunicamos ha llegado a deshumanizarnos, nos aleja de los sentimientos, emociones y hasta perdernos el sentido de identidad. Bien expone el historiador español Román Gubern: "las tecnologías de la comunicación han modificado aspectos esenciales para el hombre como el amor y hasta la protección de datos personales. Han modificado nuestro desarrollo y hábitos en la vida cotidiana".

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