Como cada día 12 de diciembre, la Parroquia de Guadalupe lució como una romería. Juegos mecánicos, puestos de comida y de artículos navideños, de temporada invernal, se instalaron sobre la avenida Juárez.
Desde la noche anterior, los fieles se dieron cita para asistir a la misa de gallo, oficiada por el obispo de la Diócesis, Luis Martín Barraza Beltrán, acompañado por el párroco Benjamín Rivera, así como por el vicario general, José Luis Escamilla, y otros sacerdotes.
Desde entonces, las puertas de la parroquia se mantuvieron abiertas para recibir a los cientos de fieles a la virgen morena.
Los grupos musicales acudieron durante toda la noche y la madrugada de hoy, para cantarle las tradicionales mañanitas.
Y desde las 8 de la mañana, comenzaron a ofrecerse celebraciones eucarísticas, como si fuera un domingo. Este año, en cada misa, se ofreció la bendición a los niños, la cual únicamente se hacía en una celebración, pero dada la cantidad de familias que acudían, se optó por ofrecerlo cada hora.
Y así fue, los niños ataviados como san Juan Diego o como la Virgen de Guadalupe, acudieron a las diferentes celebraciones eucarísticas, en donde al final, el sacerdote en turno, daba la bendición a los pequeños para después rociarlos con agua bendita.
En señal de agradecimiento, familias, instituciones, empresas y demás, depositaron sus arreglos florales a los pies del altar, así como en los laterales del inmueble, sobre todo de rosas rojas y rosas.
Niños ataviados como San Juan Diego acudieron a la Parroquia. (JOSÉ HERNÁNDEZ)