Tras ganarse el cariño de los hinchas como jugador, Marcelo Gallardo se sentó en el banquillo y convirtió a River Plate en una máquina de ganar títulos. (Especial)
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, jugó al despiste con su continuidad al frente del equipo y, aunque dijo que "no pone en duda" seguir, también apuntó que el cargo "exige y desgasta", la intención la tiene, pero las "energías cuentan".
Gallardo, que ha ganado dos Copas Libertadores con el equipo porteño, la última en Madrid, habló sobre su continuidad al frente de River Plate.
"Más allá del contrato firmado hasta 2021, el presidente Rodolfo D'Onofrio sabe que las intenciones están, pero depende de las energías. Esto exige y desgasta", dijo Gallardo, que reconoció que ganar deja "momentos de mucha satisfacción, pero después hay que seguir exigiendo y sostenerse".
"Si en esa ida y vuelta considero que seguimos estando preparados lo haré. Me siento bien. River significa muchas cosas, pero también es algo que demanda y exige. Esa reflexión la hago todos los años y no pongo en duda mi continuidad. Después veremos como seguimos y si seguimos todos alineados no hay por qué cambiar, pero necesito tener la seguridad".
Gallardo declaró que lo vivido en el Santiago Bernabéu, en la final de la Copa Libertadores fue "irrepetible", y apuntó que en el Mundial de Clubes que disputarán los próximos días en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) pueden "pelear con cualquiera", incluido Real Madrid.
"Si nos dejamos llevar por las cualidades de los planteles claramente no podemos competir con semejantes potencias, pero este equipo ha demostrado que puede prestarse a jugar este tipo de partidos con cualquiera y seguramente siempre será competitivo.
Luego habrá que ver las realidades de uno y otro", dijo Gallardo, en una conferencia de prensa ofrecida en la noche de ayer en Madrid.
El conjunto de Marcelo Gallardo debutará en el Mundial de Clubes el 18 de diciembre con las semifinales, ronda en la que se medirá con el ganador del cruce entre el Esperance de Tunis y Al Ain (el anfitrión) o el Team Wellington (Oceanía).
Si avanza a la final del 22 de diciembre, River Plate se enfrentaría con el Real Madrid o con su rival de las semifinales, que se definirá entre el Kashima Antlers japonés y el Guadalajara mexicano.
