Se recuperó el número original y se lavó cada ladrillo manualmente para limpiar las cuatro capas de pintura blanca que se les había colocado en las últimas administraciones, a fin de destacar el material. (RAMÓN SOTOMAYOR)
El número 140 de la calle Acuña era la casa de Isauro Martínez, el empresario del espectáculo, quien promovió el teatro Princesa en 1919 y en 1930, el teatro que lleva su nombre.
El inmueble data de 1923 y es representativo de la arquitectura de la ciudad de Torreón. Años después, fue convertido en funeraria, luego albergó a un periódico y finalmente fue recuperado para ser el Archivo Municipal.
Carlos Castañón, director del Archivo, explicó que Isauro Martínez estaba asociado, además, en una empresa de construcción, por lo que extraía material de la sierra de las Noas, por el lado de San Joaquín, detalle que se observa en el edificio histórico, cuyo cimiento es de piedra del Cerro de las Noas, lo que se puede observar en el rodapié exterior.
La entrada, que fuera la sala principal de la casa, estaba despejada, pues era el sitio donde realizaba los eventos con clubes, empresarios, consulados extranjeros. Hoy esta zona se utiliza para dar conferencias relativas a la Historia de Torreón y acuden más de 80 personas en una noche.
Algunos aspectos originales de la casa ya no están, como el piso de mosaico en la planta baja, pero aún se puede observar en la planta alta y el sótano, ambos utilizados hoy como bodega de los documentos de la ciudad. El director explicó que en el sótano se guardaban alimentos como granos, la comida, vinos, pues era un área menos caliente que el resto de la casa.
El barandal fue restaurado en la actual administración, también se lavó a mano cada ladrillo en la fachada, la cantera, la piedra, se rescató incluso el número original. Castañón explicó que la casa se recibió con múltiples filtraciones de agua que fueron reparadas, la fachada presentaba grietas y daños, además de que estaba pintada totalmente de blanco, por lo que se perdía todo detalle de la arquitectura.
"Propusimos al alcalde, Jorge Zermeño, una restauración, y poco a poco se empezaron a descubrir, de manera artesanal, a mano, los ladrillos", explicó, "salieron las molduras que tienen motivos orgánicos, muy bonitas, se restauraron las columnas, que son jónicas, el número de mosaico, había un descuido sistemático de la casa y el alcalde insistió en recuperar, con base en una fotografía histórica, las ventanas y la puerta, se replicó el mismo diseño y el biselado, es la misma figura que había cuando don Isauro vivía".
El Archivo cuenta además con las esculturas originales que fueron donadas en 1902 a la Plaza de Armas por la colonia alemana: La Sirena, El Tritón, El Heraldo y los Querubines, mismas que restauró Vladimir Alvarado, el escultor que ha hecho El Campesino y el Cristo de las Noas. En la plaza se colocaron réplicas para prevenir el daño.
La casa de Isauro Martínez fue vendida en 1957 y tuvo diversos usos, como una funeraria, una nevería, un periódico, luego fue abandonada y estuvo en riesgo de ser demolida, como los inmuebles históricos de ambos lados, sin embargo, el Ayuntamiento la compró en 1991, con el alcalde Carlos Román Cepeda, para que fuera el archivo de la ciudad.
"Es una casa histórica por partida doble: fue de un personaje que dio mucho a Torreón y porque aquí guardamos el Archivo Histórico de la ciudad, nuestra identidad documental, es muy valioso porque hay ciudades importantes que no tienen archivo o que lo perdieron", comentó Castañón, "se rescató parte de la dignidad del centro, de la identidad".
El Municipio restaura también la antigua casona Castillón de 1910, ubicada en la avenida Juárez y Colón, así como la Casa Mudéjar de 1907.
