Un plan regional con reclamos añejos
El Proyecto Único Laguna que el sector empresarial regional, asesorado por el Instituto Municipal de Planeación de Torreón, presentará al equipo del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, evidencia el rezago que guarda la comarca en aspectos básicos que, en teoría, los tres niveles de gobierno debieron haber atendido hace tiempo. Una observación crítica de los diez puntos que incluye el plan permite percatarse de que la mayoría de los reclamos se vienen arrastrando no años, sino décadas; que las administraciones han fallado en el cumplimiento de sus compromisos más elementales, además de que se han dejado de lado temas importantes que tienen que ver con el bienestar social de los laguneros.
Por ejemplo, la gobernanza metropolitana está relacionada con una añeja demanda de coordinación entre los ayuntamientos y gobiernos estatales de Coahuila y Durango. Es una realidad cotidiana que la desconfianza institucional y la agenda electoral terminan siempre pesando más que la buena voluntad de trabajo en equipo con la que llenan sus discursos los alcaldes y gobernadores. Frente a ello, los empresarios piden que se cree una figura legal jurisdiccional para toda la región con capacidad para operar los proyectos de impacto regional o metropolitano.
Un síntoma claro no sólo de la fallida coordinación, sino del fracaso del actual modelo de gestión metropolitana -que se basa en las decisiones que se toman en las capitales de los estados- es el Metrobús. Compromiso incumplido del presidente Enrique Pena Nieto, puesto que el sistema de transporte no estará en funciones cuando acabe su sexenio, este proyecto avanza a paso muy lento y con muchos problemas y dudas del lado de Coahuila, mientras que del lado de Durango ni siquiera las obras de la ruta troncal han sido licitadas. Y precisamente este asunto es otra de las demandas de la Iniciativa Privada.
Cualquiera que recorra con mirada atenta las ciudades del área conurbada de la región podrá notar una constante: de los centros originales y colonias aledañas, bien trazados, pero decadentes y en proceso de despoblamiento, se pasa a una periferia desordenada en donde una pléyade de fraccionamientos aislados de nivel medio y bajo con ineficientes servicios ofrecen un cuadro de la nula planeación del crecimiento urbano. Durante administraciones municipales se privilegió la especulación de predios habitacionales con fines exclusivamente lucrativos y se abandonó la normatividad y la vigilancia. Y hoy, el sector empresarial incluye en sus reclamos la creación de instrumentos de planeación y gestión urbana.
Derivado de la mala planeación y las prioridades invertidas, la ausencia de un drenaje pluvial integral y funcional ha provocado en los últimos tres años cuantiosos daños materiales debido a inundaciones. Aunque es un problema que genera picos de crítica sólo cuando llueve lo suficiente como para trastornar a las ciudades de la región, sus secuelas son prolongadas: familias que pierden su patrimonio, calles destruidas, colapso de colectores de drenaje sanitario, descompostura de equipo urbano, accidentes viales, basura en las calles y un largo etcétera. El drenaje pluvial es una más de las demandas del Proyecto Único Laguna.
Otra muestra del abandono del espacio público en la región es el grave déficit de zonas verdes y áreas de esparcimiento para toda la ciudadanía, puntos también considerados en el proyecto. El incumplimiento sistemático de la norma de espacios jardinados en los nuevos desarrollos inmobiliarios, el rezago en la creación de parques y bosques, el deterioro de los existentes y la helada negra de hace unos años, tienen a la mancha urbana con mucho camino qué recorrer en este aspecto. Las consecuencias son importantes: a la falta de centros públicos recreativos suficientes para jóvenes y niños, principalmente, se suma la mala calidad del aire debido a la escasa cubierta vegetal disponible.
La solicitud de crear un Centro de Capacitación para trabajadores de la industria automotriz y manufacturera en general evidencia la distancia que prevalece entre las instituciones de educación técnica y superior y las empresas instaladas en la región, un planteamiento que también tiene años y que ha propiciado el doble fenómeno de la carencia de mano de obra calificada para la industria presente y el alto desempleo o subempleo de jóvenes recién egresados que ante la falta de oportunidades aspiran a irse de la región, como indican las encuestas que el Consejo Cívico de las Instituciones Laguna ha presentado recientemente.
Por último están el desarrollo del plan de manejo sustentable del agua y la continuación y mejoramiento del proyecto Irritila para aumentar la captación de humedad en la cuenca alta del río Nazas. Si bien ambos son esfuerzos loables en uno de los temas más importantes para el presente y futuro de La Laguna, no están exentos de polémica debido a que existen voces críticas legítimas que consideran que las autoridades deberían hacer primero su trabajo de evitar que se continúe la sobreexplotación de los mantos freáticos de la región, otro viejo reclamo de un sector de la sociedad civil.
Se echan de menos en el Proyecto Único Laguna temas como salud, sobre todo ahora que la comarca atraviesa por una crisis del sistema sanitario público con déficit de hospitales y carencia de medicamentos e insumos; seguridad pública, un sector en el que sin duda ha habido avances, pero no se ha hecho lo suficiente para ir a las causas del problema y fortalecer la prevención; medio ambiente, que si bien se aborda en los planes de agua y áreas verdes, no se cuenta con una visión integral que abarque también el manejo de la basura y acciones para disminuir la polución del aire, y, por último, la competitividad regional, sobre todo vista dentro del contexto económico global y geopolítico y con una perspectiva que permita potenciar la ventaja geográfica de estar ubicados prácticamente en el ombligo de México. Por lo demás, falta ver el nivel de atención que tendrá la región con un presidente que ha puesto la mira de sus prioridades en el desarrollo del sur del país.
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