El mundo y sus novedades ha puesto en la mesa una nueva discusión y análisis de la postura filosófica sobre el sexo: la práctica de la sexualidad activa y sus funciones biológicas.
El pasado 2 de julio, Ángel Ponce, ahora Ángela, fue elegido Miss España, dejando en el camino a diferentes representantes de otras comunidades ibéricas, convirtiéndose en el segundo "mujer" transgénero, que participará en el certamen de belleza Miss Universo, a celebrarse en diciembre.
En el año 2015 ganó como Miss Cádiz, pero no se pudo presentarse al concurso mundial porque no estaba considerado que participaran transexuales.
El - ella - es la segunda representante transexual que, desde el punto de vista filosófico y social, tendrá que enfrentar la crítica de oposición, contestándoles retadoramente a sus detractores: "tener una vagina no te hace mujer" …¡¿?!
Ignoro porque aplican ese término y no el de hombre transgénero, recordando aquello de "primero en ser, primero en derecho".
Anteriormente, Belguun Batsukh, también transexual, fue elegida (o) como Miss Mongolia, para el certamen del próximo 16 de diciembre en Bangkok,Tailandia. - elmundo.es -
Lupita Jones, nuestra belleza México, promotora del concurso internacional, se manifestó contraria a tal disposición: "una mujer jamás va ser igual que un trasgénero" y la señorita Colombia, Valeria Morales, se opuso a tal participación de transexuales diciendo "Miss Universo es para mujeres que nacimos mujeres" - CNN 12 julio 2018 - iniciando la polémica sobre identidad de género.
Le pido que antes de continuar hagamos algunas precisiones en definiciones, todas aceptadas por la sexología moderna:
Hay una clara diferencia entre "sexo biológico" - hembra y macho - e "identidad de género", donde se aceptan hasta seis variantes: macho, hembra, heterosexual, homosexual, preferentemente homosexual y preferentemente heterosexual.
La actividad sexual es aceptada como un ejercicio de libertad, con el único condicionante del "respeto a mí mismo y el respeto a mi pareja" y para éste caso habrá que considerar el sentimiento de agresión que puedan sentir las mujeres, al menos la mayoría.
Desde luego que en el campo de la sociología se reconoce la deuda histórica que se tiene hacia las féminas, en referencia a nuestra actitud de dominio - machismo - y sometimiento del varón hacia la hembra. No vale la comparación con el resto del reino animal, por contar el humano con la enorme diferencia de su corteza cerebral, que le da ventajas y le integra el concepto de salud física, psicológica y social, no solamemnte fisiológica corporal, puramente animal - OMS/1951 -
Es obvio que el caso es aplicable como un ejemplo de las voluntades de minorías que se imponen a las mayorías y que en general provocan rechazo a la idea de cambiar identidades sexuales, poniendo en riesgo el orden social tradicional.
Al respecto, hay que reconocer que el mundo está cambiando en su rejerarquización de valores, sin llegar a aceptar como normal las cirugías transgénero, para las que se requieren condiciones previas difíciles de cumplir, como terapias hormonales y psicológica prolongadas y encontrar hospitales y médicos que acepten participar en el cambio de sexo; el principio es simple, aún cuando hayan transformado su apariencia e identidad de género con cirugía recostrutiva, continuarán con su sexo genético.
Es inalienable el derecho a la libertad y a hacer todo aquello que ella nos permite; el principio se rompe cuando pretenden alterar la biología y/o desinformarnos de tal transformación.
Falta legislar sobre los derechos de los transgénero que cambian de nombre y condición de identidad, asegurando la no afectación de terceros - herencias, adeudos, delitos, etc. - ¿A cuál identificado se le puede responsabilizar?
La moral y ética enfrenta un nuevo reto: ¿qué sucedería si alguno de esos transgénero gana un evento mundial de belleza?, ¿estaremos respetando a la mujer a ser tal, tomando en cuenta todas las consideraciones? Dificil de contestar.
Consideremos el derecho a la libertad individual, que pone como condicionante la de los demás. Jean Paul Sartre declaraba: "tu libertad termina donde empieza la mía" y conforme a ello, escuchemos que opinan las otras concursantes y luego como asimilan la afectación de su identidad de género.
Se que mundo cambia y espero sea para bien, aunque con algunas acciones pareciera que promueven el rompimiento con las instituciones, favorecer el individualismo y la superficialidad valoral.
Ya nos sucedió con la aceptación del aborto criminal y las complicaciones sociales y legales que ha ocasionado, hasta ser nuevamente vetado por algunas sociedades marcadamente liberales.
De cualquier forma, yo continuaré prefiriendo lo biológico, natural y tradicional, más aún tratándose de la vida sexual activa, aunque no niego la curiosidad que siento por saber el desenlace del nuevo atrevimiento del posmodernismo.
Indudablemente que, en cualquier circunstancia, prefiero seguir viviendo "a la antigüita" y disfrutar del ejercicio de la sexualidad biológica natural ¿Y Usted?
