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LA FUERZA DESTRUCTIVA DEL DESPRECIO

LA FUERZA DESTRUCTIVA DEL DESPRECIOLA FUERZA DESTRUCTIVA DEL DESPRECIO

La esposa que ya no tiene ningún interés de continuar en su matrimonio porque detesta profundamente al esposo debido al maltrato, y su alcoholismo. La persona que ha sido vista de manera inferior debido a su condición mental, preferencia sexual, status socioeconómico o apariencia física en general, particularmente el color de la piel. El presidente de un país poderoso quien en una de sus juntas describe a ciertos países subdesarrollados como "pozos de excremento". Todos estos casos son ejemplos de situaciones que he presenciado o leído en los periódicos y todos ellos generaron una sensación de haber sido maltratados, humillados o discriminados de alguna manera.

Probablemente, muchos de nosotros hemos sido testigos de situaciones similares durante algún momento en nuestras vidas. Esta conducta consiste en una emoción muy fuerte y destructiva, y es llamada desprecio.

El desprecio es un comportamiento exclusivamente humano, y está presente en las vidas de personas de cualquier origen o cultura. Esta conducta frecuentemente es llamada desaire, menosprecio o desdén. Todas estas palabras envían un mensaje de subestimación e indiferencia. El desprecio es una emoción negativa intensa como resultado de evaluar a una persona como inferior o alguien que actúa debajo de nuestros estándares morales. La intensidad de esta emoción depende de las circunstancias de la persona.

La Dra. Agneta Fischer, psicóloga social y profesora de la Universidad de Amsterdam, Holanda, escribió un artículo sobre el desprecio (Reconstruyendo espacios emocionales, 2011). Para la Dra. Fischer, el desprecio es una emoción de tipo moral en donde una persona juzga a otra como inferior y por lo mismo la excluye de su círculo social. Esto implica rechazo social de otros basado en menosprecio. Ella agrega que con frecuencia el desprecio se le asocia con enojo o ira, y en ocasiones, odio, debido a que el que desprecia ha sido victima de un crimen o el despreciado ha quebrantado preceptos o reglas morales de mucha importancia para el que desprecia. Por ejemplo, una víctima de un crimen violento por parte de una pandilla. La víctima probablemente verá con menosprecio a individuos con características similares a los pandilleros. Esto quiere decir que el desprecio esta directamente relacionada con una experiencia complicada de ira u odio y por lo mismo se le considera peligrosa, ya que su riesgo destructivo es alto.

El desprecio ocurre cuando la subestimación está asociada con la sensación de superioridad sobre otros en relación con un puesto de autoridad en el trabajo, nivel académico o posición político-social. Igualmente, está relacionada con la sensación de superioridad debido a estatus socioeconómico, rango familiar, etnicidad, salud mental, preferencia sexual, etc. Esta conducta normalmente se manifiesta en forma de arrogancia y se tiende a ignorar y excluir de su grupo social a aquellos percibidos como inferiores. Muchas personalidades narcisistas o egocentristas, particularmente aquellos en posición de poder socioeconómico, tienden a percibir a los demás como inferiores, por consiguiente, la inclinación a mostrar desprecio. El problema con la conducta por parte del que desprecia es que puede crear deficiencias en la autoestima y competencia del que se siente subestimado, ya que estos últimos se sienten evaluados por sus antecedentes sociales o su apariencia física, en lugar de ser reconocidos por sus capacidades personales o lo que hacen.

Un área en donde el desprecio es muy destructivo es en las relaciones interpersonales, específicamente en las relaciones de pareja. Cuando una de las partes en una pareja se siente herida emocionalmente, quizás después de muchos episodios de ira y enojo, la persona que desprecia culpa al otro de los problemas y cree que la pareja nunca va a cambiar, así que decide mantenerse en silencio, ignorar la conducta indeseable y transformarse en una persona fría e indiferente. En muchos casos, esta situación termina en divorcio porque la motivación por la relación desaparece.

El desprecio es una de las emociones mas destructivas tanto para quienes lo expresan como para quienes lo reciben, ya que existe el riesgo de un episodio violento si se pierde control de la ira. Su origen es culpa y normalmente es resultado de un individuo quien ve a otros con inferioridad, o siente que ciertas reglas morales han sido violadas. Lo ideal para reducir el desprecio es que la persona o grupo que desprecia a otros incremente su nivel de empatía mediante un entendimiento de los prejuicios que conducen a la percepción de inferioridad de otros, y así permitir que la gente despreciada se sienta valorada. No es un cosa fácil porque estos prejuicios quizás estén muy arraigados y es difícil erradicarlos.

Debido a que el desprecio se alimenta de pensamientos negativos, la persona que desprecia sufre psicológicamente, ya que no vive en paz, afectando así su salud mental. Un psicólogo clínico puede ser de gran ayuda para lograr un buen análisis y entendimiento de esos prejuicios. En el caso de parejas que están siendo consumidas por la emoción intensa de despreciar, una guía psicológica será de mucho apoyo. Gracias por su interés en esta columna.

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