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El otoño comenzó hace unos días, por lo que es un buen momento para conocer las tendencias que no pueden faltar en tu clóset. Durante esta temporada, se da paso principalmente a diseños menos descubiertos y a tejidos más gruesos para proteger del viento y el frío de las tardes.
La llegada del otoño no significa renovar tu guardarropa por completo, sino sumar piezas clave que puedas combinar con otras que ya tengas. Las prendas estampadas a cuadros, por ejemplo, serán un must durante los próximos meses, así que ve en busca de un blazer, una falda corta o unos pantalones formales.
Firmas como Gucci, Balmain y Off-White proponen elevar el brillo de tu vestimenta con piezas recubiertas de lentejuela o con acabados luminosos. Ojo, esta tendencia no está reservada sólo para la noche: también puede llevarse durante el día e incluso lucirse en la oficina.
Una combinación que tendrá gran éxito es el maxivestido con botines, de preferencia con diseños estampados o con mezcla de colores, porque el otoño no tiene que ser gris ni aburrido. Dos clásicos del guardarropa que recuperan terreno son los suéteres tejidos y las prendas confeccionadas con piel, como chamarras, pantalones y vestidos, sólo que se presentan con cortes más ajustados. A continuación, te damos una guía para sumar estas tendencias en tu look sin gastar una fortuna ni fallar en el intento.
Con el ojo cuadrado
De la mano de Versace, los noventa están de vuelta. La firma italiana se inspiró en looks de la película Clueless (1995) para mostrar una serie de prendas estampadas a cuadros. El blazer se corona como la pieza protagonista de esta tendencia, y puede elegirse tanto en un corte oversized como en otro más ajustado. Asimismo, es posible combinarlo con una minifalda (con sus respectivas medias gruesas) o un pantalón con el mismo print, así como con una t-shirt estampada y unos pantalones formales. Toma en cuenta que, si la silueta del saco es amplia, los pantalones deberán ser ajustados a la pierna, mientras que si el blazer es de corte slim, puedes apostar por unos pantalones amplios. Otra forma de lucir los cuadros (de preferencia, se llevan en tamaño grande) es mediante un slip dress de algodón, combinado con unas botas planas y un blazer o cárdigan. En marcas como H&M, Zara y Bershka, encontrarás buenas alternativas para sumarte a la fiebre por los cuadros.
Vestida para brillar
Anteriormente, se creía que las piezas con brillo sólo debían llevarse una vez que el sol se ocultara. No obstante, las reglas de la moda cambian. Ahora, las firmas sugieren portar vestidos, faldas y suéteres con lentejuela o elaborados con materiales como lamé durante el día, y no sólo en eventos especiales, sino también en el trabajo. Chanel propone, por ejemplo, conjuntos de pantalón y blusa con acabado metálico que resultan perfectos para la oficina, combinados con botines negros y abrigos largos de tweed, mientras que Fendi presenta gabardinas con aspecto brilloso. Una buena alternativa para llevar esta tendencia durante el día es elegir una falda larga con brillo, sumar un pullover a tono y unos sneakers blancos. De esta manera, se consigue un look relajado para el fin de semana. Durante la noche, apuesta por vestidos cortos recubiertos de lentejuelas grandes o bordados con cristales. Añade un blazer y unas zapatillas para subrayar el glamour del atuendo.
La pareja del momento
Con la llegada del otoño, es momento de guardar los vestidos cortos y ligeros del verano para darle oportunidad a diseños más largos, los cuales se acompañan ahora con un estilo de calzado muy popular entre las mujeres: los botines. "En un vestido, el corte lo es todo, ya que, además de ayudar a resaltar la figura, proporciona seguridad", apunta el diseñador mexicano Alfredo Martínez. Justamente, es clave elegir una silueta que favorezca el cuerpo: puede ser ajustado, de corte recto o ligeramente amplio. Los diseños entallados resultan perfectos para conseguir looks formales. Por ejemplo, un modelo rojo de cuello alto y sin mangas se puede lucir sin ningún problema en la oficina, acompañado de unos botines en color negro o algún tono claro, así como con un blazer o abrigo largo. Celine apuesta por vestidos estampados con anudados y los combina con botines blancos para acentuar el contraste. Para el fin de semana, puedes elegir una pieza en color claro y mezclar con unos botines planos de ante para andar más cómoda.
Calefacción integrada. Tu segunda piel
Otro de los materiales preferidos durante otoño - invierno es la piel, ya que resulta ideal para combinarse con tejidos como lana, tweed y algodón. Desde vestidos de corte asimétrico, como propone Loewe y Givenchy, hasta faldas lápiz, pantalones y chaquetas, estas piezas pueden usarse varias temporadas si se eligen correctamente. De preferencia, debes buscar cortes que se ajusten a tu figura y en colores clásicos como negro, marrón, burdeos e, incluso, un verde inglés, que siempre se verá elegante. Tampoco es obligatorio que lleves piel natural. Recuerda que hoy en día hay pieles sintéticas de muy buena calidad, ejemplo de ello son las que emplea Stella McCartney. Un vestido de piel arriba de la rodilla es adecuado para lucir en el trabajo, sobre todo si lo combinas con unas zapatillas o botines; mientras que, para los días más relajados, tienes la opción de vestir unos pantalones rectos o ligeramente acampanados con un suéter de cuello alto y una chamarra corta.
El toque final
Además de la ropa, es importante que sumes algunos accesorios de la temporada a tu look. Este otoño, no pueden faltarte unas gafas con cristales de color, ideales para protegerte del sol durante el día. Los bolsos se llevan sobre todo en tamaño pequeño, ya sean de mano o cruzados; mientras que los cinturones delgados de cadena son una gran opción para acompañar un pantalón, falda o vestido. Puedes buscar una gorra decorada con aplicaciones metálicas para incluir en tus looks más casuales.
