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Por qué es tan complicado lograr la competencia investigadora en México

ROLANDO CRUZ GARCÍA
"En investigación, no progresas mejorando lo que ya está hecho, sino esforzándote por lograr lo que aún queda por hacer".— Prf. Khalil Gibran

Se ha constatado que en México tenemos un grave problema al momento de iniciar un proceso de investigación científica, ya que nunca se nos enseñó a hacerlo de manera natural, como lo hacen los países más avanzados en este rubro, en los que la investigación es un proceso normal y natural, que se da desde los niveles de preescolar y primaria. Es por lo tanto un problema estructural de nuestro sistema educativo, una carencia.

Y es que, cuando aludimos al término competencia en el ámbito de la investigación, nos estamos refiriendo a la capacidad de solucionar problemas en los propios procesos investigativos, que no atinamos a desarrollar eficientemente; cabe aceptar que no es un problema menor, ya que en nuestro país hay mucha creatividad, innovación y versatilidad, de lo que carecemos es de un adecuado sustento metodológico.

"Conociendo las posibilidades y limitaciones de cada una de las estrategias metodológicas, lo más importante es poseer un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes referidas a los procesos en la investigación" (Ruiz Iglesias, M. Cuba, 2001).

Por lo tanto, toda investigación se debe emprender, al menos en dos partes: la formal y la procesual. Lo que sucede, es que en la mayoría de los investigadores domina la parte formal, que normalmente es más estructurada y mecánica y alude a la forma en cómo debemos presentar los resultados de un proceso seguido al pie de la letra; como nos dicta el librito.

Por ello, cuando confrontamos dialécticamente el proceso y el producto, en una investigación, naturalmente el proceso es la esencia y el producto es el fenómeno, la esencia es la más estable, lo que implica que se comporta de la misma manera en cualquier lugar y en cualquier momento; por ello la investigación debe ir más allá del simple estudio de los fenómenos.

La parte procesual nos indica cómo realizar una investigación, las fases que debemos seguir para aplicar el método científico, en una determinada investigación; es el dominio de este proceso el que te hace competente en materia investigativa.

Cuando abordamos procesos investigativos, muchos aluden a métodos y metodología de manera indistinta y el problema es más conceptual que formal ya que la mayoría de las tesis, por ejemplo, se estructuran al menos en tres capítulos que responden a tres niveles distintos: un capitulo para el problema, otro para la fundamentación teórica y un tercer capítulo para el diseño empírico o experimental; posteriormente se discuten los resultados y sus conclusiones.

Transitar hacia el conocimiento científico, según la metodología empleada, muchas veces se confunde con el diseño empírico, cuando en la práctica sabemos que la metodología es más estratégica y estrechamente vinculada con el paradigma de investigación asumido (es decir si es cuantitativo, cualitativo o mixto).

Puntualmente sabemos también que los métodos son caminos a seguir y que son construidos para llegar al conocimiento, ya que abarca distintas técnicas e instrumentos, mientras que la metodología puede estar en consonancia con el paradigma cuantitativo o con el cualitativo, de acuerdo con la perspectiva del investigador.

De aquí que cuando el investigador se dispone a analizar la realidad y casi siempre es una realidad que se quiere transformar, el acercamiento a esa realidad se puede hacer de formas distintas: Desde una óptica más global y comprensiva (lo cualitativo) o desde una óptica más particular y explicativa (lo cuantitativo) o combinando ambas.

Cuando se asume lo cualitativo, se tiene que tener claro que lo comprensivo y global no es tan predecible o tan enmarcable, sino que el proceso de comprensión implica la elaboración de conceptos rigurosamente razonados, para establecer conexiones validas con otros conceptos elaborados anticipadamente.

Cuando se asume una metodología cuantitativa lo que se busca es descubrir, verificar o identificar relaciones causales entre conceptos ligados a otro concepto previo; es más particular y explicativa, más trabajada a partir de niveles de observación, planteamiento de interrogantes e hipótesis, deducciones lógicas y conclusiones validas.

Lo que podemos asegurar es que ambos paradigmas son igualmente validos: "Cualquier procedimiento seguido para dar respuesta a un problema, caracterizado por el rigor y la sistematicidad en su proceso, debe ser considerado como científico" (Leonor Buendía, desde 1990). Son solo formas distintas de acercarse a la realidad, que tienen puntos de vista diferentes en cuanto a qué investigar y al qué, cómo y para qué se investiga.

Como podemos constatar, ser competente en investigación, en cualquiera de las áreas productivas, educativas o disciplinarias, nos enfrenta a la ineludible necesidad de capacitarnos permanentemente en los procesos investigativos, para enfrentar y resolver problemas.

Se comprueba entonces que éste indicador, la investigación se ha convertido ahora en una necesidad de la sociedad, de los ámbitos productivos y por supuesto del ámbito educativo, tanto para directivos, profesores, como para alumnos, al menos desde el bachillerato hasta la educación superior y los posgrados.

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