Cultura

El recuerdo de una institución

La historia de una gran institución: El banco de Londres y México en Torreón

Memoria. Imagen del edificio de cantera del Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, sucursal en Torreón. Estaba ubicado en la esquina noroeste del crucero vial que se encuentra en la avenida Hidalgo y calle Valdez Carrillo, de gran valor arquitectónico. (CORTESÍA)

Memoria. Imagen del edificio de cantera del Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, sucursal en Torreón. Estaba ubicado en la esquina noroeste del crucero vial que se encuentra en la avenida Hidalgo y calle Valdez Carrillo, de gran valor arquitectónico. (CORTESÍA)

DOMINGO DERAS

Con la magia de su amena narrativa, el escritor saltillense Artemio de Valle Arizpe, nos relata en su libro Calle Vieja y Calle Nueva, que en la primavera de 1864, a pocos días de la llegada del malogrado Emperador de México, Maximiliano de Habsburgo, abrió sus puertas el Banco de Londres, México y Sur-América, Limitado, en la capital del país. El permiso para su funcionamiento fue expedido por el entonces llamado Tribunal de Comercio.

Este banco inició sus operaciones con un capital social de un millón de pesos, al lograr la aceptación y confianza de la ciudadanía, emitiría tiempo después hasta un millón y medio de pesos en billetes.

La institución tuvo el mérito que empezó a acostumbrar a los mexicanos a aceptar y utilizar el papel moneda, lo cambiaba en el acto por moneda de oro y plata; así dio seguridad y convenció al público. Lo mismo era tener billetes que dinero en metal precioso.

Detalla, de Valle Arizpe, que llevaba en su nombre el de Sur-América, porque tenía una sucursal en la virreinal Lima, capital de Perú; fue, en 1884, cuando dejó ser filial del banco británico.

A partir de entonces le fue cambiada su denominación por la de Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, porque sus accionistas en su gran mayoría eran mexicanos y dejó de tener vínculos con la casa matriz con sede en Londres.

Esta institución financiera tuvo un crecimiento relampaguente, sus propietarios acordaron construir un nuevo y gran edificio que estuviera a la altura del prestigio alcanzado por el banco, adquirieron un terreno en la vieja esquina de las calles de 16 de Septiembre y Bolívar, en pleno centro histórico de la ciudad de México; ahí continúa en pie su suntuosa edificación.

Se contrataron los servicios del muy talentoso ingeniero Miguel Ángel de Quevedo, personaje de imborrable memoria en la fisonomía urbana de la capital mexicana, donde construyó magníficos edificios que aún existen y quien fuera un férreo defensor de la riqueza forestal de nuestro país; por ello, fue motejado como El Apóstol del Árbol. Una calle de la ciudad de México lleva su nombre.

De Quevedo diseñó el edificio del banco con un gran sótano profundo, tal y como se acostumbraba en los bancos europeos, ahí se instalaron las grandes e impresionantes bóvedas que dieron alojo a valores en dinero, joyas y otras valiosas riquezas de su clientela que requería un resguardo altamente seguro.

El Banco de Londres y México fue la primera institución bancaria en construir cajas fuertes subterráneas en nuestro país. Fue inaugurado en 1912. Debido a su expansión, se construyeron otros dos pisos superiores, los que dieron alojo a más oficinas.

EL BANCO DE LONDRES Y MÉXICO EN TORREÓN

Ante las muy acertadas políticas administrativas de sus directivos, el banco decidió abrir sucursales en algunas de las principales ciudades de la República Mexicana, entre éstas se eligió a Torreón por haber adquirido notoriedad como una población de economía sólida y avasallante progreso.

Tocó al porfirista gobernador de Coahuila, Miguel Cárdenas de los Santos, expedir la autorización para la instalación y funcionamiento de la sucursal del Banco de Londres y México en nuestra ciudad.

A esta firma financiera se le concedieron y fue favorecida con estímulos fiscales por cincuenta años, bajo la condición de que se construyera un edificio moderno y funcional, acorde a la categoría lograda por la institución; el requisito fue aceptado.

Sus accionistas decidieron adquirir un terreno de 618 metros cuadrados que se localizaba en la esquina noroeste del crucero de la avenida Hidalgo y calle Valdez Carrillo, a una cuadra de la Plaza de Armas, por aquellos días llamada Plaza 2 de Abril.

Antes de ser demolido, en 1952, ahí estuvieron operando las oficinas del Banco de México que luego construyó su propio edificio en la esquina de avenida Morelos y calle Cepeda, frente a la plaza. Fue sustituido por una moderna construcción donde operó la famosa Soriana de Pioquinto y que ahora alberga a la negociación Meddex.

En el proyecto de su edificación iba comprendido un sótano grande, serviría para alojar la bóveda guardavalores, además de archivos y mobiliario. Las obras concluyeron en marzo de 1902, fue inaugurado el 1 de mayo del mismo año, la planta baja serviría para oficinas que dieran atención al público y el piso superior lo habitarían el gerente D. Motta y su familia; su acceso estaba por la avenida Hidalgo.

La puerta principal fue instalada en la esquina y era de madera fina, lucía artísticas tallas que fueron realizadas por creativos ebanistas; el piso era de vistosos mosaicos blancos y negros. En su interior tuvo un gran barandal con pequeñas ventanillas, donde los atareados cajeros atendían al público que realizaba el depósito y retiro de sus dineros, al fondo se apreciaba una gran caja fuerte de sólido metal.

En su publicidad el banco ofrecía al público torreonense los servicios de cambios, descuentos, cuentas corrientes, cartas de crédito, depósito en cuenta de cheques a la vista y en cuentas corrientes, giros para el interior del país y del extranjero; fue exitosa su atención al público. Así, incrementó notablemente la cifra de su clientela.

El gerente contaba con un despacho amplio y elegante, poseyó un escritorio grande con un sistema de botones electrónicos conectado a los escritorios de sus funcionarios y empleados, cuando requería la presencia de alguno de ellos lo llamaba oprimiendo el botón correspondiente.

A principios de los años setenta del siglo pasado el Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, fue absorbido por otra institución financiera que llevó la denominación de Banca Serfin (su logotipo fue el famoso señor Águila), lustros después esta firma bancaria fue adquirida por otra similar que actualmente funciona con la razón social de Banco Santander.

Enorme. Edificio del Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, en Ciudad de México, esquina de 16 de Septiembre y Bolívar.
Enorme. Edificio del Banco de Londres y México, Sociedad Anónima, en Ciudad de México, esquina de 16 de Septiembre y Bolívar.
Valor. El edificio de la institución bancaria fue un referente de la arquitectura de la época, que se encontraba en el Centro de Torreón.
Valor. El edificio de la institución bancaria fue un referente de la arquitectura de la época, que se encontraba en el Centro de Torreón.

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Escrito en: Banco de Londres Historia Torreón

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