Hay cuestiones relativas al mundo del trabajo que son de importancia estratégica para nuestro país. El TLCAN está por el momento en primer lugar de atención. Tenemos que precisar las estrategias más convenientes ante cualquier resultado de las negociaciones en curso. Lo que no deja lugar a duda es que en el comercio exterior están los caminos para asegurar seguridad y mejora de nivel de vida para todos los trabajadores mexicanos.
La estrategia de diversificaciones de ventas a todo el mundo de nuestros productos y servicios compensará lo que pudiéramos perder en el mercado norteamericano de no continuar el mencionado tratado y las preferencias de que ahí gozamos. Esa misma diversificación de mercados es la que necesitamos para compensar los espacios que hemos conquistado dentro de ese mercado en el caso de que China continúe sus expansión comercial.
Independientemente del TLCAN la promoción de nuestras exportaciones junto con la racionalización de nuestras compras son piezas ligadas a la inseguridad que prevalece en las condiciones internacionales y que están haciendo necesario el que los países busquen la forma de proteger a sus trabajadores de perdidas de empleo. Todo gobierno lo que quiere es ofrecer y cumplir expectativas de mejoras en condiciones de trabajo tanto en salarios y previsiones a futuro como seguridad de empleo.
No solo se trata de la permanencia del empleo en sus condiciones actuales para el trabajador sino su probable necesidad de adaptarse a las novedades tecnológicas que significarían la completa desaparición de los puestos de trabajo por quedar sustituido por otros muy diferentes. La robotización en las plantas significa la pérdida de tranquilidad y la inaplazable urgencia de encontrar nuevas actividades que requieran la fuerza de trabajo desplazada.
Se requiere una fusión más estrecha que nunca entre las empresas y el gobierno para poder enfrentar la situación. De igual manera la agilidad con que se conjuren los perjuicios que surjan de la modernización de los procesos industriales determinará el éxito del gobierno en materia laboral.
Hasta la fecha la robotización se ha adueñado de la industria automotriz pero también a la del calzado, la confección de ropa, la industria farmacéutica y la de los refrescos. La lista sigue imparable hasta incluir las tareas más sencillas como las de ventanillas bancarias. El gobierno no se queda atrás. Los adelantos en la administración pública se anuncian como métodos simplificados que, con el pretexto de servir mejor, elimina al humano operador. Por todos los flancos está asediado directamente el trabajador al que hay que defender con sistemas que ofrezcan respuestas prácticas.
No siempre serán nuevos tales métodos. Alguno como el de extender la aplicación de la fórmula escuela-industria, la conocida como "dual" no es nueva. Práctica usual en Alemania, estuvo al centro de "milagro alemán" de la postguerra. Su difusión en México sirve para dar nuevas perspectivas al trabajador en peligro de perder su empleo actual.
En México el IPN o la Universidad Iberoamericana en su plantel en Valle de Chalco ofrecen a sus estudiantes la posibilidad de realizar sus servicios sociales, requisito para obtener su título profesional, en la planta de empresas industriales. El sistema es respaldado y difundido desde hace tiempo a los socios de la COPARMEX.
La instalación de sistemas "dual" en especialidades industriales o administrativas, es un elemento que la futura Secretaria del Trabajo, la licenciada Alcalde, anuncia que será ampliamente aprovechada en su gestión. La estrategia escuela-industria se realiza mediante convenio entre la universidad o tecnológico y la empresa estableciendo el programa de horarios de clases y de trabajo que el estudiante o el empleado ha de desarrollar.
Las ventajas son para ambas partes. Al estudiante se le da la oportunidad de practicar su especialidad en una fábrica mientras que la universidad ofrece una preparación más allá de la académica. Para el trabajador de planta el sistema "dual" le proporciona una mayor capacitación que, incluso, le puede valer ascensos en el escalafón. La empresa encuentra que el sistema "dual" es un magnifico instrumento de reclutamiento de personal de alta calidad.
Los programas escuela-industria llevan al estudiante o empleado a desarrollar su potencial para nuevas especializaciones mediante los estudios o proyectos que debe realizar para recibir su título o diploma. En ellos están la oportunidad para explorar nuevos horizontes que la modernización hace urgente descubrir.
