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La deuda de Coahuila

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LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

El anuncio de la tercera reestructura de la deuda pública de Coahuila, ha puesto de manifiesto que en el ranking del sistema de alertas establecido por la Secretaría de Hacienda de la Federación, nuestro Estado no sólo permanece en el primer lugar de endeudamiento por número de habitantes, sino que enciende un foco rojo que indica que nos encontramos al borde del colapso financiero y en consecuencia económico.

La historia es conocida. Al término del gobierno de Moreira Humberto se descubrió un saldo deudor por treinta y seis mil millones de pesos cuyo capital permanece intacto, a pesar de que durante la administración de Moreira Rubén, fue abonada una cantidad igual al capital por el servicio de la deuda, es decir, en pago de intereses y comisiones bancarias.

En aquellos días se detectó con base en el análisis de los mismos números aportados por la Secretaría de Finanzas, el desvío de al menos dieciocho mil millones de pesos robados a saco, y se determinó que diez mil millones de pesos corresponden a créditos tramitados y obtenidos con base en documentos del Congreso de Coahuila que fueron falsificados, lo que implica que al menos ese tramo del financiamiento, fue obtenido de manera delictiva.

Las sucesivas reestructuras inclusive la que propone Riquelme, no hacen sino posponer el pago a un plazo más largo, sin que ello redunde en la obtención de una mayor liquidez, lo que hace previsible que el plazo de conclusión se difiera hasta el año dos mil cuarenta y ocho en términos de la negociación que se encuentra en marcha, lo que amenaza el desarrollo del estado y el bienestar de nuestras familias, porque lisa y llanamente, estamos endeudados los coahuilenses, nuestros hijos y nuestros nietos.

Son muchos los análisis publicados en estos días, de los que se desprende que la deuda no tiene solución de acuerdo a la capacidad y los medios ordinarios de pago, lo que plantea la necesidad de recurrir a medios extraordinarios que ponemos sobre la mesa, de cara al arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. El problema que plantea la megadeuda de Coahuila, brinda al tabasqueño una oportunidad de oro para demostrar que el suyo, será un gobierno diferente a los que hemos tenido.

En primer término, es necesario que la Procuraduría General de la República atraiga las denuncias que existen en contra de los responsables de los delitos que propiciaron el megarobo, lo cual se encuentra justificado en virtud de que una gran parte de los recursos sustraídos son federales, además de que se trata de un caso que por su importancia y trascendencia, justifica la atracción por parte de la PGR a la luz del marco jurídico constitucional.

La remisión de la indagatoria penal a la instancia Federal de Gobierno, ofrece una posibilidad franca y abierta, de recuperar al menos una parte del patrimonio de los coahuilenses, porque la naturaleza y magnitud del robo, hace viable tal probabilidad.

La segunda parte de la propuesta implica el lanzamiento de un plan de rescate económico del Gobierno federal en auxilio de nuestro Estado, porque es evidente que la megadeuda de Coahuila constituye un caso extraordinario y hasta excepcional respecto a la deuda pública del resto de las entidades federativas del país y el ahogo que dicho endeudamiento supone para el desarrollo de la entidad, amerita una atención especial.

La tercera vertiente de la propuesta exige un estudio exhaustivo de la forma en que fueron autorizados los créditos desde su origen, a la luz de la responsabilidad civil proveniente de hecho ilícito, que por acción u omisión corresponde a los bancos acreditantes y a sus representantes legales, respecto de los delitos en que hayan incurrido y que al menos en parte, constituyen causa eficiente del endeudamiento ilícito y es justo que paguen por ello. Esta parte de la estrategia, tiene por objeto lograr una reducción substancial de la deuda y una mejoría importante de las condiciones de pago.

Si el próximo Presidente de la República, constituye la esperanza que dice ser, el caso de la mega deuda de Coahuila, le ofrece una gran oportunidad para demostrarlo.

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