— Servando Teresa de Mier
Desde su formación, siglo XVII, las trece colonias inglesas fueron diferentes e independientes entre sí, empero, imperialmente ligadas a Londres. Así vivieron 150 años y, cuando en 1776 decidieron separarse de Inglaterra, su primera opción fue mantenerse autónomas, sin embargo, el temor de una reconquista británica les invito a formar un solo país, pero manteniendo su autogestión política y potestad territorial completa. Así se formaron los Estados Unidos de América, un Gobierno federal y muchos estados soberanos. Los estados formaron a la federación.
El virreinato de la Nueva España, surgido en 1535 ocupaba un territorio inmenso, comprendía áreas continentales, caribeñas y hasta asiáticas; pero siempre bajo el dominio real único y una sola capital virreinal: la ciudad de México. Ciertamente se dividía en provincias, intendencias y capitanías generales, exclusivamente hacendarias y militares, pero inflexiblemente ligadas al virrey y este al rey. Al momento de la independencia, eran 7 provincias centralizadas; desde Santa Fe de Nuevo México hasta la capitanía general de Guatemala. 4.6 millones de kms2.
En 1824, los yorquinos de Poinsett, encabezados por Miguel Ramos Arizpe, propusieron un sistema federal idéntico al norteamericano de 1787, con "estados libres y soberanos". Los centralistas, encabezados por Teresa de Mier se opusieron porque la nación mexicana tenía una vocación milenaria de centralismo político, ideológico y hasta familiar. Las palabras de Teresa de Mier sonaron en el congreso constituyente: "federarnos nosotros estando unidos es dividirnos y atraernos los males que ellos procuraron evitar con esa Federación". Pero no se escucharon y así "la federación creó a los estados", antes inexistentes; 19 estados, cinco territorios y el Distrito Federal. Coahuila-Texas era uno de ellos, provenía de pedazos de la Nueva Vizcaya y Nueva Extremadura; lo mismo sucedió con los demás. Esta copia llegó al exagerado criterio de decir que "Los estados conservarán la extensión y límites que han tenido".
Históricamente nunca los estados han sido libres y soberanos, ni siquiera autónomos; diversos conflictos en 1836 provocaron la separación de Texas que en 1846 se uniría a Estados Unidos; Zacatecas, sometida a la fuerza y Yucatán, reconquistado por razonamientos, pero ambos castigados con la pérdida de territorios. En el porfiriato el federalismo se respetó en el papel, pero existían los "jefes políticos" quienes ejercían el poder central en cada estado y, durante el priismo, los gobernadores fueron apéndices del presidente, simples marionetas políticas que, ni para decir "E pur si mouve" les ha quedado aliento y doblan la cerviz ante el poder ilimitado del ejecutivo federal. Jamás ha habido federalismo, la profética maldición teresiana mantiene eficaz vigencia.
La decisión del virtual presidente electo de crear "prefecturas" en las entidades federativas, conlleva un análisis del sistema político federal, es un centralismo de ciertas actividades del poder ejecutivo federal; si bien es cierto que el artículo 124 establece que las facultades federales deben estar expresamente concedidas por la propia Constitución, sabemos que en la práctica política la carta magna mexicana es un ente de múltiples violaciones multitudinarias.
Cuando el ejecutivo federal y los locales eran del mismo partido, había un manejo mesurado y hasta preciso de los recursos federales, pero desde 2000, cuando Fox se ocupó más de atender a Marthita que en sacar a las alimañas y desarrollar al país, dichos recursos que han sido saqueados por los gobernadores; ejemplos, infinitos; en Coahuila el dinero federal es usado para otras actividades y no para las cuales fue etiquetado y enviado.
Ahora AMLO al estilo romano, (dejar reyes nativos de adorno =Herodes= frente a prefectos romanos fuertes =Poncio Pilatos=) impone pretores federales en cada estado denominados "Coordinadores Generales de Gobierno". Ellos controlarán el recurso nacional aplicable en la entidad; deberán ser leales al Gobierno federal; léase AMLO, quien los ha designado directamente; ello podría desburocratizar, en los estados, la función federal donde existen miles de "delegaciones" que incluso se estorban entre sí. Pero subsiste el peligro de suprimir e inhibir facultades a las autoridades locales y municipales y asumir férreo control por aquello de que "quien paga, manda".
Propiciaran pues el manejo directo de los recursos federales que en muchísimos casos han sido desviados a actividades no etiquetadas (Verbigracia: uso electoral de los programas sociales) o, mágicamente desaparecidos. Fiscalizarían las empresas beneficiadas con condonaciones especiales de impuestos (justo esas que originalmente se opusieron al Peje, hoy Sr. AMLO) y obligarlas a cumplir sus contribuciones legales. Analizar en cada entidad el gasto que por "imagen del gobierno" se gasta en medios de comunicación y "mediadores" locales; (el presidente Peña Nieto sobrepasó los sesenta mil millones de pesos en ese ramo). Podrían además seguir de cerca el préstamo de diez mil millones de dólares solicitado por el actual ejecutivo federal a cuatro meses de su salida (un pelo de gato frente a la deuda de diez billones de pesos que él deja al país) y que se cree se utilizarían en parte para blindar a los gobernadores priistas restringidos por los súper-delegados de AMLO.
En una parodia provinciana, entre vulgar copia y venganza, el tercero de la dinastía moreirana, decretó la construcción de "Centros de Gobierno" en regiones del estado. "Edificios inteligentes" que comprenderán varias dependencias del gobierno del estado con servicios incluso municipales; una combinación de funciones administrativas con controles políticos. Dude Usted que al frente de ellos vaya a colocar a los perdedores de su partido en las elecciones municipales; vicegobernadores golpeadores de alcaldes de oposición; olvidaron que el artículo 115 constitucional establece: I.- "...La competencia que esta Constitución otorga al Gobierno municipal se ejercerá por el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado". ¿Conocerán este artículo los presidentes municipales?
