Nosotros Desayunos Eventos Salud

Minuto rotario

UN ARRECIFE ARTIFICIAL GIGANTE EN FORMA DE RUEDA GIRATORIA RESTAURA LA VIDA MARINA Y PROTEGE EL SUSTENTO DE VARIOS PUEBLOS DE PESCADORES EN LAS FILIPINAS

Los rotarios se asociaron con los pescadores locales para construir un arrecife artificial que ayudó a salvar la industria pesquera en Atimonan, provincia de Quezon, Filipinas.

En las tranquilas aguas azules de Lamon Bay, se encuentra una fuente de orgullo para los pescadores locales y un saludo sumergido a Rotary: un arrecife artificial en forma de rueda giratoria.

La rueda ha ayudado a restaurar la industria pesquera local, que fue devastada por barcos de pesca comercial a gran escala que usaban dinamita, cianuro y redes de malla fina desde finales de la década de 1990 hasta principios de la década de 2000.

La pesca es considerada el alma de los pueblos costeros de la zona, incluidos Balubad, Lubi, Talaba y Kilait, y durante años, los pescadores de la aldea lucharon para proteger las aguas que alimentaban a sus familias.

En 2005, los pescadores recurrieron al Club Rotario de Atimonan, provincia de Quezon, Filipinas, en busca de ayuda. Decidieron construir un arrecife artificial.

El club se asoció con el Rotary Club de Madera, California, EE. UU., con una subvención de La Fundación Rotaria para ayudar a financiar el proyecto, que costaría más de $1 millón.

Construyeron el arrecife con la forma de una rueda giratoria, que tiene bastante superficie para que crezcan los corales y muchos rincones donde refugiarse. Fabricada en concreto reforzado con acero, se encuentra a 600 metros de la costa, mide aproximadamente 4 metros de alto y 21 metros de ancho (13 por 70 pies), y pesa varias toneladas.

Hoy, la rueda, promocionada como el arrecife artificial más grande de Filipinas, está cubierta de coral y ha resistido varios tifones. Atrae a los peces, incluidos gatos monteses, cirujanos, pargos rojos de manglares, meros, peces gordos, platijas, pámpanos, peces murciélago y barracudas, entre otras criaturas marinas.

"Antes del arrecife, los pescadores apenas podían pescar un kilo [2.2 libras] de pescado cada uno", dice Oca Chua, ex presidente del Club Rotario de Atimonan y presidente del proyecto. "Hoy capturan peces que pesan hasta 2 kilos cada día".

Proteger al pez ha sido sólo un beneficio del esfuerzo. El arrecife también se convirtió en una atracción turística que impulsó la economía local. Los pescadores construyen balsas de bambú y las alquilan a los turistas que visitan el arrecife para comer, descansar, bucear e incluso alimentar a los peces.

"SÉ LA INSPIRACIÓN".

  Por: Dr. Ignacio Méndez Lastra

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1482297

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx