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Madurez a prueba

Sobreaviso

RENÉ DELGADO

Votar primero y mostrar madurez después será clave el día de mañana.

E esa acción y actitud dependerá el amanecer del lunes o, si se quiere, el porvenir de un país urgido por reconciliarse y resolver de común acuerdo los problemas -destacadamente, la inseguridad, la corrupción, la desigualdad, la pobreza y la vecindad con Estados Unidos- que, una y otra vez, han frustrado el anhelo de crecer con desarrollo y justicia, en paz, democracia, libertad y armonía.

La prudencia, entereza y tolerancia de candidatos, dirigentes, gobernantes, consejeros y magistrados electorales, periodistas e intelectuales, así como de la ciudadanía, estarán a prueba. Apartarse de esas conductas o, peor aún, intentar frustrar, desvirtuar o revertir la decisión tomada en las urnas, no sólo ahondaría el desencuentro nacional, facilitaría también la labor a quienes desde fuera -Donald Trump a la cabeza- y desde dentro del país -el crimen en su apogeo- se empeñan en socavarlo o herirlo.

Sería absurdo pasar, a partir del ejercicio de la democracia, del deshilvanamiento del tejido social y político al desgarre. De la confrontación al enfrentamiento.

***

El encuadre de las elecciones de mañana es en extremo difícil, complicarlo aún más sería peligroso.

Desde dentro, la delincuencia criminal y la delincuencia política han puesto al Estado contra la pared y han hecho de la violencia un recurso para intervenir en los comicios. Ante ellas, la debilidad ha quedado expuesta. Hay sangre en la arena. Crimen sin castigo. A lo largo del proceso electoral, el asesinato de 133 políticos -entre ellos, 48 candidatos- advierte de la incursión criminal en la soberanía popular. Ahora se sabe a quiénes el crimen político o delincuencial no quería ver en la boleta, pero no a quiénes colocó en ella.

En cualquier democracia, esa intervención exigiría una contundente campaña en su defensa. De parte de la autoridad gubernamental, actuar con rapidez y firmeza, no dejar impunes esos crímenes. De parte de los candidatos presidenciales, protagonistas centrales del concurso, suspender un día las campañas en favor de la paz y no sólo lamentar lo ocurrido. De parte de la autoridad electoral, demandar con vehemencia libertad y seguridad para votar y ser votados.

No hubo esa campaña ni esa defensa. En esa circunstancia, se va a las urnas.

***

Desde fuera, las agresiones y la hostilidad de Donald Trump en contra de México configuran la amenaza de un fascista, ansioso por postrar hasta la humillación a su vecino.

El amago ahí está y, tras la criticable postura de la Cancillería mexicana -cuando no dócil, tardía, siempre incapaz de formular una política integral ante el problema-, profundizar la división y animar la polarización dentro, colocaría al país en una situación de enorme debilidad ante el capricho y el prejuicio de un sátrapa, esquizofrénico y ensoberbecido.

De las agresiones externas cuando el país ha estado dividido, se han extraído las experiencias más amargas de nuestra historia.

Bajo esa amenaza foránea, se va a las urnas.

***

La elección de mañana como las anteriores es relevante, no hay duda, pero no reviste la importancia capital que se le ha querido imprimir. El país no se refunda ni se disuelve mañana, no se acaba ni inicia.

Elegir es importante, siempre y cuando haya de dónde escoger. Esta vez, sólo hubo una opción. Por la práctica prolongada de políticas cupulares, excluyentes y cerradas y por los errores cometidos ahora por los candidatos, partidos y administraciones que redujeron la alternancia a una cuestión de turno para seguir la misma rutina, estos no tuvieron qué proponer al país.

Votar primero y mostrar madurez después es clave para reponer el horizonte nacional.

CUENTA FALSA

Es falsa la cuenta en Twitter que aparece bajo el nombre del autor y el título de esta columna. Conviene advertirlo.

 EL SOCAVÓN GERARDO RUIZ

Segunda parte de la carta enviada por el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza.

"Desde el inicio de la Administración como Secretario de Comunicaciones y Transportes Federal, le presenté para su aprobación al señor Presidente de la República el Programa Nacional de Infraestructura, mismo que buscaba resolver graves problemas estructurales del país como lo eran la saturación de autopistas, ejes troncales, carreteras, puertos y aeropuertos; así como el rezago existente en materia de Telecomunicaciones y en la Industria Aeronáutica, principalmente.

"El Programa se cumplirá en buena medida como uno de los más importantes en la historia de la SCT, el cual se sintetiza en la construcción de 52 nuevas autopistas y 80 carreteras con un total de 6,400 km; 56 libramientos, 50 nuevos distribuidores; la ampliación de los 10 accesos más importantes de la Ciudad de México, más de 36 mil km de caminos alimentadores y la ejecución de 10 proyectos bajo el esquema de Asociaciones Público-Privadas para la conservación y mantenimiento de infraestructura carretera de alta afluencia vehicular; la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México; la modernización de 28 aeropuertos; duplicar la capacidad operativa de nuestros puertos de 260 a 530 toneladas por año; la construcción de los trenes México-Toluca, Ligero de Guadalajara y la Línea 3 del metro de Monterrey; la modernización de nuestro sector ferroviario de carga y el impulso al sector aeronáutico.

"Además de realizar una profunda transformación en materia de telecomunicaciones con proyectos como la Red Compartida, el programa México Conectado, Infraestructura Pasiva y la publicación de la Política Satelital Mexicana para atender la creciente demanda de conectividad del país". (Continuará).

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Escrito en: Sobreaviso

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