Escribí aquí la semana pasada que Coahuila, como la casi totalidad de los estados de la República, salvo Oaxaca, Veracruz y Durango durante periodos más bien breves del Siglo XIX, siempre ha depositado su poder legislativo en una sola asamblea denominada Congreso local o Legislatura estatal, integrada por diputados. En sus casi dos siglos de historia, Coahuila jamás ha tenido un Senado como parte de su poder legislativo.
En Coahuila, actualmente, está en funciones la legislatura número 61 (LXI). Sin embargo, ello no significa que además de la actual haya habido exactamente sesenta legislaturas anteriores, como pareciera ser lo lógico. Pues no, han sido más.
La numeración ordinal que hoy se sigue inició -obviamente- con la I Legislatura, cuyo periodo abarcó del 19 de noviembre de 1869 al 18 de noviembre de 1871. Lo cual significa que la duración de las legislaturas, conforme al modelo norteamericano adoptado, era de sólo dos años. Los periodos de tres años se implantaron a partir de la XXXVI (36) Legislatura, que en esta primera ocasión comprendió del 15 de noviembre de 1943 al 14 de noviembre de 1946. Con algunos leves ajustes, desde entonces la duración de las legislaturas ha sido trianual.
El estado de Coahuila y Tejas, creado por la Constitución Federal de 1824, eligió inmediatamente después de la expedición de ésta su primer Congreso, el cual tuvo el carácter de constituyente. Funcionó este Congreso pionero del 15 de agosto de 1824 al 24 de junio de 1827, es decir, durante casi tres años.
El 11 de marzo de 1827 dicho Congreso dio cima a su principal encomienda al promulgarse la Constitución de Coahuila y Tejas. Por cierto, esta Carta Magna local, caso único, se expidió tanto en español como en inglés en atención al carácter binacional de su población, lo cual en estricto rigor no era así. Según cifras, por esos años la población de Coahuila rondaba los 66 mil habitantes y la de Tejas se calculaba en poco menos de 7 mil, aunque ciertamente poco más de la mitad era ya de origen anglo-sajón. Aparte de 15 mil indígenas nativos, que carecían de derechos ciudadanos.
En total ese primer Congreso Constituyente de Coahuila y Tejas se integró por once diputados. Uno de éstos, el representante de San Antonio, Tejas, se incorporó a sus funciones en Saltillo más de dos meses después de instalado el Congreso, es decir, hacia finales de octubre de 1824.
Ese diputado, sumamente habilidoso y astuto, se hacía llamar Felipe Enrique Neri aunque su verdadero nombre era Philip Hendrik Nering Bögel, se ostentaba como barón de Bastrop y era oriundo de la Guyana Holandesa. Este sujeto, luego de "haber cometido fraudes en los Países Bajos huyó a Luisiana y más tarde obtuvo de España un permiso para formar una colonia en el valle del río Oauachita".
Cuando Neri se dio cuenta que la Luisiana sería vendida a los EUA, se trasladó a Tejas donde obtuvo permiso para establecer una colonia en las cercanías de Béjar. Tiempo después se asentó en San Antonio, donde se hizo pasar por súbdito de la Corona española. En 1810, según investigación de Manuel González Oropeza, consiguió el cargo de segundo alcalde "y desde esa posición apoyó de manera decidida la introducción de colonos estadounidenses en tierras texanas, particularmente a favor de Stephen F. Austin; de ahí que fuera favorecido por esos colonos como su diputado provincial por San Antonio y que fuera uno de los diputados que favorecieran los privilegios de los colonos" de origen anglosajón. Entre éstos, lamentablemente en materia de esclavitud.
Así sea de manera resumida e intermitente, continuaré después con esta historia de los órganos legislativos coahuilenses previos a 1869, que es el año en que inicia la actual numeración ordinal de las legislaturas, de la que ya vamos en la número LXI.
