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¿Qué nos motiva a ayudar a otros?: El altruismo en breve

La semana pasada, las noticias de la mañana en CBS, una de las estaciones principales de televisión en los Estados Unidos, reportó que una joven de 27 años había donado parte de su hígado a un niño de cuatro años, quien había nacido con un defecto congénito. Las posibilidades de sobrevivencia para el niño eran mínimas. Después de un procedimiento, considerado algo arriesgado por los médicos, la intervención fue exitosa. La donadora en una entrevista comentó que se sentía muy satisfecha con su acción, ya que haber salvado la vida de otro era muy importante para ella, además de eliminar el sufrimiento de un niño y su familia.

Altruismo es una conducta enfocada a ayudar a otra persona o grupo con algún tipo de desventaja o dificultad, sin intenciones egoístas o intereses personales. La conducta es voluntaria y la motivación principal es el bienestar de esas personas sin esperar nada a cambio. Altruismo entonces sería lo opuesto de egoísmo, y está directamente relacionada a la empatía. Por ejemplo, el caso de una persona que decide donar una silla de ruedas a una persona paralizada de las piernas y quien tiene una silla muy deteriorada. O aquella persona que decide donar 4 horas a la semana en un hospital para ayudar a pacientes quienes sufren alguna enfermedad terminal.

¿Qué inspira a esta gente a donar energía, tiempo, dinero para el beneficio de otros, muchas veces extraños, sin recibir nada a cambio? Existen teorías que proponen que el altruismo tiene bases biológicas y son cultivadas por un medio ambiente. De acuerdo a un reporte de la Asociación Americana de Psicología (2006), el altruismo es un resultado de la evolución, por lo tanto, es parte de nuestra naturaleza humana ayudar a otros. Por otro lado, hipótesis basadas en experimentos por dos psicólogos de Stanford University (Stanford Report, diciembre 2014) afirman lo contrario, ya que plantean que no nacemos con la capacidad altruista, y es principalmente aprendida, mas que instintiva.

Otras perspectivas sugieren que el altruismo es influido por una expectativa social, y que hasta cierto grado nos sentimos presionados a ayudar a otros, particularmente a aquellos que han hecho algo por nosotros. O razones cognitivas y empáticas, como la joven donadora presentada en la introducción, quien sacrifica parte de un órgano esencial para detener el sufrimiento de un niño, y así reducir sentimientos negativos en ella misma. Igualmente, con las personas que donan alguna especie, como el caso de la silla de ruedas mencionado al principio, o donación de tiempo personal. Un punto de vista de algunos psicólogos sociales sugiere que algunos individuos son altruistas por razones egoístas, es decir, que existen beneficios personales detrás de la ayuda. Por ejemplo, algunos políticos o empresarios, quienes ayudan para impresionar socialmente y obtener un voto, ganancia o popularidad.

El programa de televisión Ferriz Live TV presentó una entrevista con Rocío Canal, representante de la organización Deloitte (febrero de 2015), en donde se habló sobre el altruismo en México. El énfasis fue principalmente sobre la concientización y la cultura de la donación en México no sólo a nivel individual, sino también a nivel de organizaciones, específicamente las contribuciones de la iniciativa privada y el apoyo legal y burocrático del gobierno. En esta conversación, se tocó el tema de la asistencia coordinada entre estos dos grupos y el asistencialismo versus el altruismo. De acuerdo a este programa, el asistencialismo "es una de las desgracias de la cultura mexicana", ya que se fomenta dependencia. Facilitar a las personas con bienes materiales sin fomentar productividad es algo que no ayuda al progreso social. El altruismo, por otro lado, empodera a personas o causas sociales mediante la estimulación de progreso. Por ejemplo, dar dinero a alguien que tiene posibilidades de trabajar, versus proporcionar especies (algún producto) o tiempo (algún talento) a una casa de beneficencia social, o a una persona que lo necesita para sobrevivir o salir adelante.

El Diario de Chiapas (mayo de 2017) reportó que México es un país poco altruista, ya que existe poco interés por los problemas y carencias de los desamparados, probablemente debido a que se está viviendo una condición de desconfianza hacia los demás, incluyendo el gobierno y grupos dedicados a proveer asistencia social. Otra razón posiblemente sea discriminación relacionada principalmente a discapacidad o condición de salud, apariencia física u orientación sexual. Estas afirmaciones quizás sean posibles en ciertas circunstancias, sin embargo, son injustas después de ver la respuesta solidaria de la gente durante el terremoto del pasado septiembre.

La realidad sobre el altruismo es que existe genuinamente en la gente, y hay que promoverlo y apoyarlo. El deseo de ayudar al prójimo, sea por empatía u otra razón personal, debe ser bienvenida, especialmente cuando empodera a individuos con potencial y buena actitud de progresar o mejorar en su calidad de vida. Gracias por su interés en esta columna.

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  Por: Mtro. Francisco Pineda

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