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Día Mundial del Ambiente: celebración con grandes retos

A la ciudadanía

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

Ayer se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha establecida desde 1972 por Naciones Unidas para destacar la importancia que tiene para la población la conservación de la naturaleza como condición necesaria para el desarrollo de la sociedad. Este año adoptó como lema "Sin contaminación por plástico", en virtud de que el uso de este tipo de materiales está provocando un impacto ambiental serio, tanto a nivel terrestre como acuático o marino.

Algunos datos ilustran lo anterior: a nivel mundial cada año se usan 500 mil millones de bolsas de plástico y las personas compramos un millón de botellas de plástico por minuto; solo en Estados Unidos estos productos representan el 12% del total de residuos sólidos municipales. En Torreón se depositan en el relleno sanitario 550 millones de toneladas de basura por día, de ellas 50% son reciclables y dentro de este porcentaje 30% son plásticos.

El impacto ambiental de los plásticos se expresa en la contaminación de terrenos y cuerpos de agua, en el hábitat de la vida silvestre y en los asentamientos humanos. En los océanos se ha registrado que afectan a 260 especies marinas y provocan la muerte de 400 mil mamíferos marinos al año; contienen sustancias químicas que contaminan ríos o vertederos de agua, su descomposición no controlada genera metano, uno de los gases de efecto invernadero que están provocando el calentamiento del planeta, y algunos de ellos también tienen impacto en la salud humana.

Desde hace varios años comentamos en esta columna y otros espacios de comunicación, los diversos problemas ambientales que se presentan a nivel global y particularmente en nuestra región, en el caso de los plásticos son productos que forman parte de la gestión de residuos sólidos. Al hacer un balance de los avances y retos que se enfrentan nos dan, en general, un saldo negativo; sin negar los esfuerzos realizados desde las instituciones gubernamentales, las empresas y los ciudadanos, no podemos afirmar que sean suficientes para revertir los daños que estamos provocando al planeta.

Son tantos los problemas de este tipo que ya rebasaron las capacidades gubernamentales y de los ciudadanos para enfrentarlos, algo peor, no son temas de importancia en el diseño y aplicación de políticas públicas y la población no ha avanzado en la creación de valores que le mejoren su cultura ambiental; la propia educación ambiental es un área tangencial, cuando la existe, dentro de los sistemas de educación formal.

¿Qué hacer? Los problemas ambientales no son solo asuntos que deban considerar los gobernantes, nos compete a todos, de hecho, si no se enfrentan en sinergia entre sociedad y gobierno, prácticamente resultan irresolubles. De ahí que el cuidado de los recursos naturales, del agua, el suelo, el aire, la energía y la biodiversidad, requieren el concurso de todos en la búsqueda y aplicación de soluciones, por ello preocupa que sigamos eligiendo funcionarios públicos que ni siquiera los conozcan y mucho menos los incorporen en sus agendas políticas electorales o de gobierno, como se observa en el actual proceso electoral.

Por ello, los ciudadanos que nos involucramos en el cuidado del ambiente, ayer hicimos un llamado público a los candidatos para que expresen su postura sobre este tipo d problemas y definan que acciones realizarán para tratar de resolverlos. A los laguneros nos llama la atención que desconozcan problemas tan serios como el del agua en La Laguna, y que con base a esa ignorancia compren soluciones que solo evaden sus causas estructurales, es el caso de la sobreexplotación y contaminación de nuestros acuíferos que pretenden solucionar con propuestas evasivas como la creación de plantas potabilizadoras de las aguas superficiales.

La onda de calor que estamos viviendo, las sequías o las precipitaciones extremas, solo nos avisan que nuestras capacidades de gestión del agua para uso urbano doméstico están rebasadas; a los municipios, en particular los organismos operadores, les ha tocado bailar con la más fea en virtud de que se muestran incapaces de abastecer de agua a la población, paradójicamente, en una región donde el agua es abundante, considerando que vivimos en un desierto.

Hasta ahora, las políticas públicas se han orientado a subsidiar el agua para uso agrícola, principal sector que concentra las concesiones y volúmenes de aguas superficiales y subterráneas disponibles, teniendo a la alfalfa como principal usuario de este recurso. Se han asignado importantes inversiones públicas para tecnificar el riego beneficiando a pequeñas élites de grandes usuarios que han abusado de las extracciones de agua, cuando debería priorizarse el suministro para la población y los ecosistemas, siendo un problema de gestión, se expresa en la forma en que se asignan socialmente esos volúmenes disponibles.

Ante esta situación que se agravará con el tiempo porque ante un fenómeno como el cambio climático que nos pronostica en el futuro próximo menor disponibilidad de agua de lluvia e incremento en las temperaturas, debemos preocuparnos por crear reservas de agua para enfrentar los retos que esto significa, algo que no podemos hacer porque los volúmenes almacenados en el subsuelo están siendo sobreexplotados. Es, por tanto, urgente virar en la política pública hídrica, de ahí que quisiéramos escuchar las propuestas de los candidatos involucrados en este proceso electoral.

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