Verdades y rumores
Gran extrañeza ha provocado entre el respetable la reacción del alcalde Jorge Zermeño frente a los cuestionamientos por la escasez de agua en algunas colonias de la ciudad. Dicen los subagentes disfrazados de escritorios que cada vez es más frecuente que don Jorge pierda la calma ante situaciones que más que regaños o enojos requieren una explicación y algo más de sensibilidad. Dicen los que saben que la declaración que hizo sobre que no había que exagerar los problemas de desabasto de agua potable ya que sólo se trataba de 50 colonias, le puede costar varios puntitos en la elección del próximo 1 de julio. Y es que resulta que esas 50 colonias representan más o menos el 10 por ciento del total del municipio y alrededor de 70,000 personas. Es decir, pocas no son. Y cuentan que quien se ha puesto aguzado para aprovechar este traspié del alcalde candidato es el suspirante a la alcaldía por Morena, Nacho Corona, el expanista más priista de Torreón, quien rápidamente levantó la mano para censurar la postura del edil y su falta de sensibilidad hacia las personas afectadas por la escasez del vital líquido en medio de la peor ola de calor de los últimos años.
Por el mismo tenor fue la respuesta de don Jorge respecto a los peces muertos en el lago del parque Fundadores, sobre lo cual dijo que no eran cientos, sino decenas (menos mal). A propósito de estos exabrutos, tal parece que hay cosas que a ninguna administración municipal de Torreón se le da: prepararse como es debido para la temporada de calor y atender los lagos de los espacios públicos principales. Sobre este último punto cabe mencionar que el lago del Bosque Urbano es una calamidad desde los tiempos de Eduardo Olmos. Ojo ahí.
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Ya que hablamos de hartos calores, dicen los maldicientes que no se explican cómo es que siendo Coahuila de las entidades que más presupuesto para educación, los planteles escolares no cuenten con un adecuado sistema de aire acondicionado, sobre todo en zonas, como La Laguna, en donde las temperaturas más altas se registran cuando todavía están en ciclo escolar. Ahí están las pobres criaturas recibiendo sus clases a la intemperie porque de plano dentro del salón no se puede. La respuesta de las autoridades educativas ha sido que no hay recursos para reparar o colocar aparatos de aire lavado en las escuelas y que por lo tanto son los directivos y padres de cada plantel los que deben apoquinar, como si no apoquinaran ya lo suficiente, directamente a las escuelas o a través de sus impuestos. En donde dicen que también están viviendo un infierno es en la sede del comité del Distrito 06 del Instituto Nacional Electoral. Nuestros subagentes disfrazados de urnas derretidas nos comentan que de plano es imposible estar en el inmueble con las temperaturas rostizantes que azotan a la región y sin aire acondicionado. Dicen también que en varias ocasiones han reportado el problema a las oficinas centrales del INE, pero que allá están más preocupados contando spots que disponiendo de lo necesario para que todos los comités funcionen como debe ser. Y cuentan que ahora sí la cosa arderá este fin de semana, ya que llegan las boletas y hay que contarlas y sellarlas, labor que les ocupará a los comités sábado, domingo y lunes. Sólo falta que el INE les diga lo mismo que la Secretaría de Educación en el estado les dice a los padres de familia y maestros: apoquinen.
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Cuentan que ya se cocinan algunos cambios en la administración municipal zermeñista, aunque se dice que se concretarían hasta después de las elecciones. En radiopasillo se escucha el cuchicheo de que uno de los que estarían haciendo sus maletas es Antonio Loera López, director de Servicios Administrativos, de quien se dice que tiene buena parte de la responsabilidad en la compra de la pintura “mágica” y algunos semáforos de segunda mano que se están instalando en cruceros que no se requieren, como el de Mónaco y Madrid, en San Isidro. Otro de los que pasarían a vivir en el error es Raymundo Rodríguez, gerente técnico del Simas, de quien se comenta que cada vez lo hacen a un lado en la toma de decisiones dentro del organismo operador. También se oye por ahí el nombre de Rolando Anaya, jefe de Inspección y Verificación, del cual se comenta que no aprobó los exámenes de control y confianza, además de que ha recibido señalamientos de que su gente anda de traviesa. Quien ya fue relevado de su cargo es Rubén Rodríguez, jefe de Informática, quien hace algunos días tuvo un incidente con elementos de Fuerza Coahuila que lo detuvieron por conducir, digamos, no del todo concentrado.
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Gran suspicacia han generado en la provincia ciertas usanzas priistas reveladas en estos días. Lo primero es la enorme cantidad de despensas que licitó el gobierno provincial de Miguel Riquelme en pleno proceso electoral y que ya ha provocado el reclamo de los panistas que ven en esta compra una artimaña para aceitar a la maquinaria tricolor de cara a los comicios. Lo que más ha llamado la atención de este hecho es el momento en el que se da y la cantidad de paquetes (dos millones), a lo cual ya don Miguel ha respondido que se trata del programa anual de apoyo alimentario y que no lo piensa usar en estos días. La otra polémica tiene que ver con el padrón que están levantado las oficinas del PRI de propietarios de autos “chocolate” con la finalidad de que, en el remoto caso de ganar José Antonio Meade, se puedan regularizar. El detalle con esta medida es que justamente los autos ilegales fueron durante el pasado sexenio estatal el blanco de operativos bajo el argumento de mejorar la seguridad en las calles. Por lo visto ahora ese argumento ya no importa, lo que importa es sumar votos para la jornada electoral.
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En Gómez Palacio aseguran que muy pronto habrá un escándalo blaquiazul puesto que dicen que al que ya no le cuadran las cuentas es nada menos que al presidente del comité municipal del PAN de Gómez Palacio, el castrista Carlos Córdova, y para colmo en estos tiempos electorales donde lo que hace más falta a los partidos son los dineros para sus operaciones políticas. Pues resulta que don Carlos habría recibido la nada despreciable cantidad 200,000 pesillos para armar la estructura de la campaña 2018, en específico sería para los representantes generales; pero casualmente, aseguran los subagentes disfrazados de bolsas de despensa y otros aparatos domésticos de última generación, que todo el dinero fue a dar a otro sitio, digamos, más cercano a él, y no a los fines que estaba determinado. Total, incluso los integrantes de su propio Comité, dicen, le pidieron que ese dinero mejor lo administrara el tesorero del PAN, Roberto Valdés, pero aunque Córdova aceptó, hasta la fecha no sabe donde quedó ese dinero. El problema es tal que incluso el presidente estatal del PAN, Lorenzo Martínez, ya le bloqueó las cuentas futuras y para colmo ya no le van a dar nada de dinero al PAN gomezpalatino hasta que aparezca ese dinerito.
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Por las rutas cibernéticas corren versiones que apuntan a que el eterno candidato, Andrés Manuel López Obrador, no está embroncado con todos los empresarios de La Laguna. Y es que según esas versiones habría un grupo de unos 30 ipecos que se reúnen periódicamente en Monterrey para revisar, comentar y hacer ajustes al proyecto de nación de don Andrés. Cuentan que aunque les han sugerido que salgan a la luz pública a apoyar al suspirante de Morena, prefieren mantener el perfil bajo para evitar conflictos con sus colegas empresarios que no sólo no apoyan al Peje, sino que también están haciendo campaña en contra de él. ¿Será?
