Era un auténtico genio musical
Cuando veía yo los programas del Chavo del Ocho y escuchaba el tema que es una tonadilla caricaturesca, no podía imaginarme que esa "tonadilla" es una composición de uno de los más importantes compositores que ha dado la historia de la música: el alemán Ludwig Van Beethoven.
La pieza es la Marcha Turca, parte de una obra que Beethoven tituló "Las Ruinas de Atenas". Pero en realidad, ¿quién fue este compositor y pianista alemán y por qué su trascendencia en el mundo de la música?
Es difícil entender que un genio como Beethoven, que dejó un enorme legado de obras maestras, haya tenido una vida tan difícil, llena de problemas, de desilusiones, enfermedades y dolencias.
Su obra abarca desde el período clásico hasta los inicios del romanticismo musical y ha tenido una influencia decisiva en el desarrollo que ha tenido el mundo de la música posterior a Beethoven.
A lo largo de su vida, Beethoven se la pasaba visitando médicos para tratar de que lo curaran de todos sus males, pero la búsqueda fue en vano. Tenía mala digestión, dolor abdominal crónico, cirrosis hepática y nefropatía, es decir, enfermedad de los riñones.
También, sufrió pancreatitis crónica, irritabilidad, depresión y otras alteraciones gastrointestinales, bronquiales, articulares y oculares. En una carta enviada a un amigo, expresó su deseo de que, después de su muerte, sus restos fueran usados para determinar la causa de su enfermedad y evitar que otros tuvieran que padecer el mismo sufrimiento.
La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos. La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracterizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Haydn y el clasicismo en general. A este período, pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano.
El segundo período abarca desde 1801 hasta 1814, el que puede considerarse de madurez, con obras plenamente originales en las que Beethoven hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión, como la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano y el Concierto para violín.
La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la novedad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional; la Sinfonía n.º 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano, representan la culminación de este período y del estilo de Ludwig van Beethoven.
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ME PREGUNTA:
Ceci Saldívar: ¿Cómo debe escribirse: "denos la oportunidad" o "dennos la oportunidad"?
LE RESPONDO:
Lo correcto es "dennos la oportunidad".
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
La guerra es un atentado contra el género humano.
Por: Columna póstuma de Juan Recaredo
