Los tiempos electorales son siempre azarosos tiempos. Son los momentos en donde los profesionales de la politiquería son capaces de cualquier cosa para lograr o bien los amarres, o las manipulaciones y hasta los artilugios en aras de obtener raja para el grupo político o de interés al que el actor pertenezca, no importa si al que tenga que manipular sea incluso a su propia madre. De todo se vive.
Por eso es lamentable cuando los mayoría de la sociedad que realmente se apasiona en posiciones políticas, los profesionales de la misma, vividores muchos de ellos del erario, el estatus y hasta el fatuo que el poder político les reditúa, sólo hacen sumas y restas en cuanto a su oportunidad de incrementar su patrimonio particular.
Al final de cuentas la política puede ser tan apasionante y cegadora como la religión, sólo que con mucho más dinero involucrado. Por eso genera tantos pleitos, porque está revuelta entre la pasión, las convicciones, pero sobre todo el dinero. Aun así, hay soñadores o resentidos que creen que cuando su candidato o partido se imponga, la justicia y la revancha llegaran por añadidura.
Evidentemente todo esto viene a cuento porque si bien es cierto que la atención del país entero está concentrado en la carrera presidencial, otros procesos también están corriendo que también serán importantes en La Laguna, particularmente del lado de Coahuila, ya que el primero de julio próximo, los coahuilenses además de votar para presidente, también lo harán por diputados federales y senadores y se estrenarán en la oportunidad de reelegir o no a sus alcaldes.
En esa tesitura, en la reelección de las alcaldías, Torreón es un tesoro en el ajedrez político local. Jorge Zermeño, alcalde en funciones y figura política electoral más importante en cuanto peso específico se refiere, aspira a renovar su mandato tres años más. Por el otro lado, el primer gobernador lagunero en 50 años de extracción priísta, el ingeniero Miguel Ángel Riquelme Solís desea recuperar el municipio que apenas acaba él de presidir y de paso intentar ampliar su dominio en territorio estatal en cuanto a presidencias municipales se refiere, al menos en los municipios más poblados.
Según la información disponible, Saltillo repetirá el PRI con lo que le gobernador Riquelme tendrá en la capital a uno de los suyos. Monclova, tercera ciudad del estado aparentemente permanecerá en manos de Acción Nacional, no obstante sus clásicas luchas intestinas.
Torreón ha parecido que siempre ha estado definido para que Zermeño Infante repita su triunfo. Tan es así, que Riquelme Solís lanzó como candidato a un persona que no si bien es cierto tiene un buen perfil, no pertenece al círculo más cercano del gobernador. Quizá al ver difícil ganar, no quiso quemar uno de sus cartuchos.
Con el devenir de los días, desde la perspectiva de algunos de los suyos, la distancia con Zermeño en las encuestas no es insalvable definitivamente y alguna esperanza albergan para poder derrotar al alcalde de Torreón en funciones. Algo habrán de operar como ellos saben para intentarlo.
Difícil es que el tiempo les alcance a los priistas para recuperar La Perla de la Laguna, pero si Jorge Zermeño no quiere sufrir sustos, deberá prestar atención a sucesos que están ocurriendo dentro de su administración. Empiezan a correr rumores y a surgir indicios pudieran destruir la reputación de decente, particularmente en el área del Sistema Integral de Mantenimiento Vial, SIMAS y hasta en Obras Públicas.
En claro que la presente administración ha comenzado con mucho trabajo en las calles, pavimentación y pintura ha sido harto aplicados. El Simas convulso, ha tenido que trabajar en destapar el drenaje de la ciudad que está a punto del colapso total y Obras Públicas también trae inversión notoria.
Qué bueno que están trabajando y se nota, pero en el caso de la pintura de la ciudad que ha significado miles de litros de tinta, ésta se despinta en poco tiempo denotando su falta de calidad ya sea en el material o en la aplicación del mismo. Igualmente una parte importante de las obras de reparación de colectores han sido asignados de manera directa arguyendo urgencia de actuación, cosa que la ley contempla. En los dos casos, empieza a sonar que la asignación de las empresas proveedoras de la pintura, aplicación de la misma y las obras para las constructoras, está la mano de personas cercanas al alcalde.
Claro está que esto de la participación de gente del círculo de Zermeño es un rumor, pero los indicios cobran cada vez más relevancia, y sería una pena que un descuido del propio don Jorge dieran al traste su prestigio personal que tantos años le ha costado granjearse.
Por supuesto que todo esto está corriendo en tiempos electorales, donde como se comenzó estas líneas, los profesionales de la politiquería pueden engañar usando mil argucias para su objetivo, pero también cabe que ciertamente también en la administración del presidente de Torreón, haya vivales que estén aprovechándose para enriquecerse. Al tiempo.
