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Vacunas

Diálogo

YAMIL DARWICH

Hay un nuevo fenómeno de comunicación desvirtuada en el planeta: la ofensiva contra la vacunación de menores y adultos mayores.

El proceso ha llegado a correr por la Europa Occidental y generar malas consecuencias: incremento de enfermedades infecciosas semicontroladas y otras que se consideraban erradicadas como el sarampión, que ya empieza a propagarse por el mundo. Al momento de escribir éste Diálogo, las autoridades de la SSA, reconocen el diagnóstico de cinco casos que declaran "importados"; es decir, presentados en pacientes que recién han tenido contacto con extranjeros o han arribado de fuera del país.

La vacunación, consiste en introducir en el organismo un agente -puede tratarse de alguna bacteria o virus- desprovisto de la capacidad de patogenicidad, a través de procesos de laboratorio, pero que conserva su inmunogenicidad: su capacidad de despertar una respuesta inmune para la defensa corporal.

Así, cuando el sujeto vuelva a tener contacto con tal agente patógeno, será capaz de defenderse y autoprotegerse; como consecuencia, la persona vacunada contra la enfermedad no sufrirá clínicamente.

Habrá que agregar que la vacunación puede generar inmunogenicidad temporal o permanente; significa que contra algunos microorganismos estaremos protegidos de por vida, caso del sarampión y en otros será temporal, como en las cepas de gripe o influenza.

Ya en los tiempos del Imperio Chino, se conocía el principio de imunización a partir de la aspiración nasal de costras de piel retiradas de enfermos, desarrollando la enfermedad; desgraciadamente muchos morían.

Tal efecto se corrigió en tiempos modernos, cuando se descubrió el principio de atenuamiento de virus, modificándolos para que perdieran su virulencia, o bien, utilizarlos muertos, casos por excepción.

La desinformación tampoco es nueva en nuestro país; recuerdo los años ochenta, cuando internos y residentes médicos eramos enviados a inmunizar a los menores del medio rural, en un programa masivo de vacunación que dejó entre otros beneficios la prácticamente extinción de la poliomielitis, esto con un fuerte apoyo del Rotarismo Internacional.

Ya entonces planeabamos asistir a las escuelas dando aviso con anticipacion a los directores, pidiéndoles discreción, a fin de evitar deserción escolar.

Las escenas hasta llegaban a ser divertidas; recuerdo ver a un grupo numerosos de niños brincar por las ventanas, huyendo de nosotros, tras recomendación de sus padres, quienes habían recibido y aceptado como cierto el rumor de que los íbamos a esterilizar.

Actualmente se conoce la llamada "vacunación en rebaño", que ha demostrado ser eficaz cuando el número de inmunizados es elevado, dando protección a aquellos que no han recibido vacuna -niños inmunosuprimidos, por ejemplo-.

De nuevo las redes sociales son importantes, con la participación de usuarios que promueven la no vacunación de los menores, aduciendo fantásticas historias, pretendiendo justificar su afirmación: desde la esterilización, hasta negar la necesidad de que los menores sean protegidos. Algunos hablan de los beneficios del naturismo y dejar al propio organismo que haga inmunización natural.

Debo decirle que, hasta la fecha y que yo sepa, no existe ninguna evidencia de manipulación de la morbilidad o genética humana a través de la vacunación y sí, por el contrario, estadística que confirma sobradamente los beneficios generados.

En algunos países latinoamericanos, donde no hay coberturas amplias de vacunación tan completas como en el nuestro, existen los casos de sarampión, tosferina o difteria, que hacen estragos entre la población infantil.

Desde luego que existen las complicaciones posvacunales, que pueden ser de poca importancia clínica como fiebre, hasta graves como la meningitis; también le comento que estadísticamente es tan baja la incidencia que no vale la pena considerarla inconveniente. Entiendo que para los desafortunados mi explicación es injustificada.

En ocasiones hay fallas, cada vez menos observadas. En el mundo pueden haber lotes de vacunas que no son efectivas y por lo general se trata de aquellas que no fueron protegidas convenientemente; lo más común, por no cuidarlas contra las altas temperaturas.

Recuerdo que en mis tiempo de estudiante era un orgullo médico que México producía las vacunas de la poliomielitis para el país y exportar, reconociéndoles su alta calidad en el extranjero. También hemos perdido ese nombramiento.

Sin duda que la vacunación mundial ha sido uno de los grandes aciertos de la medicina moderna, aunque su cobertura aún no sea total, desfavoreciendo como siempre a los países más pobres de África y Centro América.

Aún es más doloroso encontrar casos de enfermedad por falta de la cobertura ante la ignorancia de los padres.

Los jóvenes no vieron aquellas lesiones de la viruela -los llamados "cacaros"- o los muchos casos de discapacidad de miembros inferiores por secuelas de poliomielitis; fueron escenas tristes, que los más viejos conocimos en el pasado y no quisiéramos verlas repetidas en nuestros niños y jóvenes.

Ojalá podamos contrarrestar los malos efectos de la desinformación; le invito a que Usted no cometa tal error. ¿Qué opina?

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