Verdades y rumores

Cuentan nuestros subagentes que don Jorge Zermeño está siguiendo el ejemplo de López Obrador, ya que cualquier error que se señala a la administración se lo atribuye a la teoría de la conspiración y las fuerzas del mal. Lo cierto es que hasta el momento el alcalde de Torreón ha enfrentado diversos problemas y sus colaboradores no le ayudan mucho. Simas todos los días da la nota con la caída de colectores y brotes de aguas negras, falta de agua, además de problemas con los sindicatos. Si a esto se le suma el protagonismo de Pedro Luis Bernal, como director de tránsito, los señalamientos por discriminación de la comunidad LGBT, las quejas por el trato inadecuado de agentes policiacos hacia una mujer con una enfermedad mental y las demandas de los empresarios para que se mejore la seguridad ante el incremento de los casos de asaltos para robar dinero de las nóminas, no es de extrañar que la popularidad del presidente municipal vaya a la baja.

Hay que reconocer que son tiempos electorales y se agudiza la mirada crítica. Ante este panorama, las voces viperinas se preguntan ¿si con el alcalde de tiempo completo hay tantos errores cómo le va a ir a Torreón ahora que se vaya a ir a hacer campaña?

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El incendio registrado en la Sierra de Zapalinamé representó una tragedia ambiental por la afectación a 450 hectáreas, entre matorral submontano y matorral desértico así como pastizal, pino piñonero y bosque de encino-pino. Pero también se ha "quemado" el gobierno estatal por los problemas de comunicación entre las dependencias, en especial entre gobierno del Estado y Conafor que no se ponían de acuerdo en quién era el responsable de informar sobre la contingencia. El gobierno remitía a la Comisión Nacional Forestal y ésta alegaba que no podía hablar debido a la veda electoral. Después circularon verdades a medias o imprecisiones. Cuando recién inició el incendio las autoridades presumieron que habían detenido a los causantes en plena flagrancia y que tres helicópteros combatían el fuego desde las alturas, pero no fue así. Sólo dos aeronaves estuvieron en el cielo, una de ellas del gobierno de Nuevo León. Mientras que de los cuatro involucrados en el incendio, dos menores de edad ya recuperaron su libertad debido a las inconsistencias que hubo en la detención: no se comprobó su participación ni se tomaron declaraciones de los elementos de Fuerza Coahuila que hicieron el arresto. La defensa de los otros dos jóvenes imputados también trata de acreditar la ilegal detención. Es decir, que el esfuerzo por impartir justicia expedita se hizo cenizas.

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Sigue siendo un verdadero dolor de estómago para los litigantes que les toca llevar asuntos en los que la otra parte sea atendida por el licenciado Isidro Villegas, y no precisamente por bueno, sino por la gran "ayuda" que acusan los quejosos de parte de su hija Karla Villegas, quien labora como secretaria técnica en los juzgados del Poder Judicial del Estado de Durango. Y es que varios de dichos litigantes han presentado quejas por el trabajo parcial y sesgado que realiza la secretaria técnica en mención, que va desde el ocultamiento de expedientes y otras travesuras, obviamente en beneficio de los casos que atiende el despacho del abogado Villegas. Por lo pronto, el magistrado presidente, Esteban Calderón ya tiene conocimiento del tema, pero lo que extraña a muchos es porqué persiste esta anomalía. Esto hace sospechar y surge la duda de si el propio gobernador Aispuro estará enterado de las malas prácticas que persisten en el sistema de justicia estatal y si es así, porqué no ha tomado cartas en el asunto ahora que está muy vigente el discurso de acabar con la corrupción en las instituciones de gobierno.

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En la Ciudad Jardín, que ya no es tanto porque se están secando las áreas verdes frente al parque Las Auras, todo sucede. Entre las lágrimas de cocodrilo de doña María Luisa González Achem a raíz de los incendios "provocados", las críticas a la administración, que según nuestros subagentes filtra doña Rosario Castro a través de la asociación civil Lerdo Próspero, y la soberbia de algunos de los funcionarios de la administración municipal, como el jefazo de Obras Públicas, Juan José Jiménez Varela no se sabe qué rumbo lleva el actual gobierno. Por un lado ya no es una ni dos ni tres veces las que los ciudadanos se han quejado de el mandamás de las obras en Lerdo porque no los atiende o porque nunca está. Varias de las promesas de campaña de doña María Luisa al parecer se están esfumando en el aire. Una de ellas era la de despachar a puertas abiertas y bajar la oficina presidencial para promover el acceso de personas con capacidades diferentes, quienes actualmente tienen que subir -si pueden- un montón de escaleras para llegar a donde ella está y pasar, eso sí, por al menos tres filtros. Otra de las promesas fue la mejora de los servicios públicos, que tampoco ha sido su fuerte y para muestra lo que ocurre en Sapal y Servicios Públicos donde el único cambio que ha habido es el enroque de los titulares, con lo que quizá la munícipe pensó que habría una mejora. Lo cual no ocurrió. Continúan las quejas ciudadanas con respecto a los drenajes y en Servicios Públicos no se nota una mejoría en cuanto a la atención de parques y jardines, recolección oportuna de basura y qué decir del tiradero a cielo abierto del mal llamado relleno sanitario. Le toca a doña María Luisa dejar de preocuparse por el pago pendiente a los extrabajadores y debería evaluar el trabajo que desempeñan los titulares de estas tres direcciones municipales, que son piezas clave para cualquier administración.