La liberación de las ocho personas que continuaban detenidas por el caso Chemours es un logro importante y "una buena señal", según dijo Blas Rafael Palacios, vocero de los pobladores de las comunidades rurales cercanas a la construcción de la planta.
Consideró que fue positivo el impacto del posicionamiento que se hizo en días pasados, en el sentido de que mientras estas personas no recuperaran su libertad, no se podía avanzar en el diálogo con el Gobierno sobre la instalación de la empresa que se dedicará a producir cianuro de sodio en el poblado Dinamita de este municipio.
Refirió que ahora, el siguiente paso es trazar la ruta de debate abierto hacia la ciudadanía, mediante las mesas de diálogo que se llevarán a cabo con la participación de sectores específicos: instancias de gobierno, la empresa, investigadores y expertos en el tema y la propia comunidad.
Indicó que en correspondencia a la buena voluntad que ha mostrado el Gobierno respecto al tema, el movimiento continuará por la vía pacífica y sin caer en la descalificación ni en los insultos, mucho menos en las agresiones como las que ya se dieron y las cuales derivaron en la detención de quienes participaron en los enfrentamientos con policías.
"Entramos a una nueva etapa, es importante que la gente se apropie del debate y que sea debidamente informada de todas las implicaciones que tendrá la operación de dicha empresa no sólo en las comunidades rurales, sino en toda nuestra región", señaló Blas Rafael Palacios.
