— Winston Churchill
A escasos días de que inicien las campañas presidenciales, todo apunta a que ya se tienen definidos los nombres de quienes aparecerán en la boleta electoral. Se trata de Ricardo Anaya (PAN-PRD-MOVIMIENTO CIUDADANO) José Antonio Meade (PRI-PVEM- PANAL) Andrés Manuel López Obrador (MORENA-PT-PES) y Margarita Zavala como candidata independiente. Ni uno más ni uno menos, parece.
No coincido con quienes afirman que estamos ante una elección a cuartos. Margarita Zavala, pese a ser un perfil competitivo, no cuenta ni con los recursos, estructura y tiempos de radio y televisión para dar pelea a sus contrincantes. Al ser la figura independiente, algo nuevo en México, en estos momentos no existen condiciones de piso parejo entre los aspirantes. Ojalá y algún día las haya.
Estimo, en el mejor de los casos y de continuar como va de mal la campaña de Meade, que Margarita podría acercarse al tercer lugar pero no rebasarlo porque basta recordar que el voto duro del PRI ronda el diez por ciento.
Hablando de escenarios, algunas voces se han manifestado en el sentido de que Margarita Zavala sería una especie de plan b de Los Pinos, e incluso afirman que existe un acuerdo entre Peña Nieto y Calderón para, en una suerte de experimento similar a la elección del Estado de México, favorecer a la ex primera dama. Es fácil hablar, pero habrá que probarlo en el terreno de los hechos.
Lo mismo dijeron de la candidatura de “El Bronco”, quien se apoyó en la estructura del Gobierno de Nuevo León para recabar las firmas a un ritmo y volumen extrañamente sospechoso que nos deja muchas preguntas y tremendas suspicacias. A espera de mayores explicaciones, gran parte de la ciudadanía ha visto en las aspiraciones de Jaime Rodríguez una auténtica tomadura de pelo y hoy se sienten engañados al constatar el cúmulo de irregularidades y falsificaciones en los que presuntamente habría incurrido su campaña.
Pedro Ferriz de Con, quien pese a no haber juntado las firmas fue el primero en señalar inconsistencias en el proceso, considera que se está haciendo una estrategia de ajedrez “para allanar el camino a un candidato que no levanta ni un suspiro en una noche de verano”. En tanto, la propia Zavala salió al paso y dijo que a ella nadie le ha regalado nada.
Personalmente me atrae la figura de los independientes; se trata de un ejercicio valioso e indispensable. Además, tal como ocurre en las democracias consolidadas, postularse a un cargo de elección popular, votar y ser votado, debiera ser un proceso relativamente sencillo. Considero que cualquier ciudadano que cumpla con los requisitos necesarios, debe estar posibilitado para competir y ser Presidente de México.
Recordemos que se trata de un derecho constitucional albergado en el artículo 82 que dice: “Para ser Presidente se requiere, ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de padre o madres mexicanos, haber residido en el país al menos durante veinte años y tener 35 años cumplidos al momento de la elección”.
A la espera del fallo definitivo del INE y a una posible la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instancia a la que tienen derecho a acudir para inconformarse, todo indica que Jaime Rodríguez “El Bronco” y Armando Ríos Píter “El Jaguar” no serán candidatos, pues en ambos casos se concluyó que sí existieron inconsistencias en la recolección de firmas.
La lucha de los candidatos independientes está lejos de ser un asunto saldado. Aunque sólo uno de ellos termine en la boleta, en una interesante columna titulada El sueño de los independientes, se esfuma, René Sánchez Juárez escribe que “Lo que se ve en el futuro inmediato, y en eso coinciden varios analistas políticos, es que una vez más el INE perderá la batalla legal y que la judicialización del proceso será parte de la estrategia de quienes aspiran a la silla presidencial. Lo que significa también, que la lucha por la ciudadanización del poder político tiene muchas batallas por delante”.
Esto apenas empieza, querido lector. Bien decía Raúl Velasco: aun hay más…
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