Con el inicio del año, empezaron las nuevas administraciones en Coahuila que tienen como una vez en la historia moderna, una duración legal de un año con posibilidad de una reelección de 3 años más.
Con estas peculiares circunstancias, don Jorge Zermeño Infante ha vuelto a ocupar el cargo que desempeñó por primera vez justo después de 21 años. Después de dos décadas el mundo ha cambiado, eso es indiscutible.
En todos los inicios de nuevas administraciones es natural que sucedan yerros y hechos propios del arranque de un nuevo gobierno, y por motivos obvios el actual ayuntamiento de Torreón no es la excepción.
Sin orden cronológico, se pueden enumerar sucesos y acciones que se han tomado los nuevos gobernantes de la ciudad y que bien cabe la crítica hacia los mismos.
No han pasando ni quince días cuando se filtró a la prensa local que el SIMAS, se había emitido un cheque por un monto de 88 mil pesos para finiquitas la relación laboral con Rosario Jiménez Sifuentes, titular del área jurídica de la empresa abastecedora de agua torreonense. El instrumento de crédito fue elaborado con su póliza respectiva y se recabaron las firmas autorizantes requeridas. El cheque no fue cobrado, pero obviamente generó ámpula su simple elaboración: ¿cómo puede ser posible que una persona que acaso tiene dos meses de empezar a laborar en una fuente de trabajo pública pueda obtener una liquidación de ese monto cuando su retiro es voluntario? A todo este sainete, el alcalde Zermeño fue interpelado por los medios sobre este hecho particular, lo que provocó una visible molestia el edil y hasta un reclamo sin sustento.
Otra situación. Sobra hacer un recuento de la historia negra que se vivió en La Laguna en los años recientes en materia de seguridad. Desde la famosa Guerra al Narcotráfico emprendida por el entonces presidente Felipe Calderón, Torreón como muchas partes de la república vivieron -en muchos lares mexicanos todavía viven- una realidad horripilante donde el crimen organizado extorsiona, secuestra y mata sin mayor problema. Una cierta tranquilidad ha vuelto a la región y para ello obviamente se requiere una policía distinta a la que se tenía hace dos décadas atrás. Desafortunadamente Zermeño Infante no lo piensa así y ha cerrado la academia de policía certificada que estaba establecida en el edificio de la propia Dirección de Seguridad Pública Municipal, para regresarla a la que él estableció en la Unidad Deportiva de Torreón cuando fue por primera vez presidente municipal. Esas instalaciones no están certificadas y ahora la preparación que tomen los cadetes de la actual academia, simplemente no podrán ser certificados conforme ahora lo exige la ley en la materia.
En los últimos días, se publica que la nómina municipal subió de enero a febrero de 54.531 millones de pesos a 56.217 millones. Es decir de un mes a otro el gasto de nómina creció 3%. Además de ellos, de acuerdo a la información publicada por la administración de Torreón, se detectaron varias inconsistencias, como el caso de una auxiliar administrativa pueda ganar 57 mil 591 pesos, cuando el Secretario del Ayuntamiento percibe 48 mil 279 pesos. Y como este caso hay muchos.
El caso es que una vez más se conoce que hasta el momento el tesorero Jaime Hernán Sirgo no tiene claro exactamente cuánto cuesta la nómina municipal a los torreoneses, y hasta sugiere que muchas inconsistencias son causadas por decisiones tomadas por la administración anterior.
El común denominador de estos tres hechos es que una vez ventilados a la luz pública, el alcalde y su equipo reaccionan con molestia ante los cuestionamientos de los medios de comunicación, y tratan de encauzar el devenir de estos temas como una campaña generalizada para desprestigiarlos.
Para señalarlo con más claridad, don Jorge de acuerdo a sus respuestas apela al viejo discurso de la entonces valiente oposición -de la que él fue parte hace más de dos décadas- que todo se trata de maniobra del PRI y sus instrumentos todos para tratar de desacreditar a su administración.
Dos décadas han pasado desde que Zermeño fue presidente. En 20 años, su prestigio político sigue incólume, pero también 20 años podrían ser tiempo para el presidente municipal de Torreón se dé cuenta de que también hay errores sin dolo, pero errores al fin y por lo tanto criticables. Pero parece que este tiempo no ha sido suficiente para don Jorge de darse cuenta de que hoy quien esté en el gobierno del color que sea, es sujeto a crítica.
