EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Relevo complicado en Torreón

NUESTRO CONCEPTO

Torreón inicia esta semana una nueva administración de alternancia, luego de ocho años de gobiernos priistas. Será, por varios motivos, una administración atípica y complicada, que tendrá frente a sí el reto de resolver la principal demanda ciudadana hoy: mejorar los servicios públicos.

El conservador Partido Acción Nacional (PAN) regresa a la presidencia municipal de la “capital” de La Laguna y segunda ciudad más importante de Coahuila luego de casi una década de ausencia. El último gobierno albiazul fue el de José Ángel Pérez (2006-2009), que fue sucedido por las administraciones priistas de Eduardo Olmos (2010-2013) y Miguel Riquelme-Jorge Luis Morán (2014-2017).

El regreso del PAN se da de la mano de Jorge Zermeño Infante, una de las figuras más prominentes del partido conservador en Coahuila, quien gobernó la ciudad por primera vez a finales del siglo pasado, entre 1997 y 1999, siendo la suya la primera administración de alternancia en la historia de Torreón.

Una de las peculiaridades del ayuntamiento que inicia es que sólo durará un año, esto debido a la última reforma electoral que obligaba a las entidades a empatar cuando menos una de las elecciones locales con las federales. Esta situación, sin duda, se traduce en un acotamiento del margen de maniobra para el alcalde que recién asume sus funciones.

Existen otros dos hechos inéditos vinculados que pueden complicar el panorama político y abrir la puerta a señalamientos. Uno es que el alcalde podrá, por primera vez, buscar la reelección para mantenerse tres años más en el cargo. El segundo es que, para hacerlo, no estará obligado a solicitar licencia, por lo que podrá hacer campaña mientras sigue gobernando.

Toda vez que el año único de administración será electoral, no debe descartarse roces o diferencias entre el ayuntamiento panista y el Gobierno estatal priista, sobre todo si se considera que la cabeza del segundo viene de gobernar Torreón, y que en el proceso de entrega-recepción ya han surgido algunos detalles que seguramente darán de qué hablar cuando se lleven a cabo las auditorías correspondientes.

Por lo demás, el reto que enfrenta Zermeño no es menor. Uno de los principales temas de la agenda es el de la seguridad, por la cual el gobierno local entrante deberá mantener la coordinación con los otros niveles de gobierno para no sólo evitar un repunte de la violencia y la delincuencia, sino en la medida de lo posible continuar disminuyendo los índices delictivos.

Pero en donde la expectativa es más alta aún es en el asunto de servicios, en el que se advierte un rezago considerable, principalmente en pavimentación, limpieza, áreas verdes, drenaje y transporte. En este último, la concreción del proyecto del Metrobús Laguna queda como una de la herencias principales de la pasada administración.

El tiempo, por escaso, juega en contra de Jorge Zermeño, y el presupuesto para inversión pública, apenas de 207 millones de pesos, deja un escaso margen de acción en medio de un contexto político con alta probabilidad de convertirse en conflictivo. El relevo se observa complicado y el desafío mayúsculo. La experiencia del panista está a prueba.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Nuestro concepto

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1418731

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx