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Pirata: triste historia

No Hagas Cosas Buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Apenas unos días atrás en un bar en el estado de Jalisco, fue ejecutado por dos sujetos que se dirigieron directamente a la mesa donde se encontraba sentado alrededor de la misma, el menor Juan Luis Laguna Rosales, originario de un ranchito de nombre Villa Juárez, sito el municipio de Navolato, en el estado de Sinaloa. El asesinato a todas luces premeditado, fue realizado utilizando armas largas de las cuales se desprendieron los más de quince que recibió el objetivo principal, y otras tantas que cegó la vida de otra víctima que al momento del ataque, se encontraba departiendo en la misma mesa.

Parecía después de leer la descripción, que el lamentable suceso se tratase un ajuste de cuentas más que suele realizar la delincuencia organizada, pero resulta que el finado es nada menos que el famoso Pirata de Culiacán, personaje que alcanzó notoriedad al ser captado en un video bebiendo una cantidad considerable de una botella de whiskey de manera súbita para luego de unos instantes dar cuenta de los efectos que causa en el ser humano una ingesta de esa proporción y manera de bebidas etílicas, que para el caso se trataba de un licor escocés.

El Pirata de Culiacán, bebe de la botella instigado por quienes terminan filmándolo. A quienes estaban con él en ese momento les pareció gracioso grabar el momento que el joven se desploma totalmente ebrio por razones obvias, sin saber que a través de ese video crearían una celebridad.

A partir de entonces, El Pirata de Culiacán cultivaría gran fama utilizando justo las redes sociales. Sus videos ahora fundamentalmente consistían en utilizar un lenguaje soez envuelto en el caló y tiple que suele utilizarse entre gran parte del pueblo sinaloense, o bien para proferir insultos o para realizar apologías de la narco cultura que se ha desarrollado en los últimos años en el país.

La narco cultura referida, consiste en parte en un anhelo por parte de la juventud de portar ropa estrafalaria con tintes vaqueros; colgarse cadenas gruesas de oro y si es posible con insertos de piedras preciosas; llevar sombrero puesto y conducir una camioneta pick up o una similar con los rasgos más toscos posibles. Evidentemente la banda o los conjuntos norteños entonando canciones apologéticas de las actividades relacionadas con el narco van en relación.

Así entonces, entre la mezcla de esa cultura emergente producto de las grandes cantidades de dinero que genera esa actividad prohibida, que redunda en una exacerbada capacidad de compra para muchos hombres a temprana edad como autos y camionetas de precios muy elevados, yates, aviones y fiestas palaciegas; y la capacidad de comunicación que se tiene con la tecnología moderna, permitió crear personajes como el asesinado Pirata de Culiacán.

Cierto es que el muchacho en aras de acrecentar su popularidad instó en muchas ocasiones a priorizar a sus seguidores una cultura de degradación vía la experimentación de consumo sin límites de alcohol y otras bebidas, así como lanzar arengas que generan un ambiente propio de la violencia.

Hace algunos meses, El Pirata de Culiacán fue contratado para animar una tertulia en un bar en el Club Montebello de Torreón. En su presentación, la estrella logró enardecer los ánimos de los asistentes provocando que el público le empezara a lanzar objetos al escenario. El destino de los proyectiles dieron también en la humanidad de los músicos que ahí estaban detrás de Laguna Rosales provocando furibunda reacción de los mismos, desembocando en una gresca que terminó en tragedia. Un muchacho recibió un golpe en el cuello provocándole una incisión que sangró hasta quedarse sin vida. Un episodio que quiérase o no, participó la celebridad hoy desaparecida.

En uno de sus últimos videos, el Pirata en estado de embriaguez, se refiere de manera retadora a un líder de un poderoso y cruel cártel mexicano. "Me la pela" dijo en ese video. Parece que eso fue su sentencia de muerte.

Pero lo más triste de todo esto es el grado de descomposición al que hemos llegado y que la historia de El Pirata de Culiacán refleja con claridad: un individuo que alcanza la fama por realizar conductas degradantes para sí mismo, mientras en otras tantas sólo alardea de hedonismo con apellido buchón (palabra utilizada para referirse al conjunto de rasgos de la narcocultura) cuando en realidad se trata de un menor quien ni siquiera conoció a su padre y su madre simplemente lo dejó al cuidado de su abuela ¿qué podía salir de eso?

Triste por donde se mire la historia de El Pirata, producto de la distorsión que hoy estamos viviendo en la sociedad y donde el pobre menor carente de un núcleo familiar, al final es asesinado en apariencia por un cruel personaje del alto mundo del hampa.

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