EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

El candidato de Trump

Purificación en serio

PURIFICACIÓN CARPINTEYRO

Hace poco más de un año que nuestro canciller Luis Videgaray -entonces secretario de Hacienda- tomó lo que a mi juicio fue y será la decisión más riesgosa de su carrera política.

En medio de las elecciones presidenciales de un país que no es el nuestro, decidió intervenir a favor de Donald Trump, el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.

Por alguna razón, Videgaray consideró como su mejor opción apostar su carrera política a la cercanía y amistad que tiene con el yerno de Trump, Jared Kushner, y a las bajas probabilidades de que Trump ganase las elecciones presidenciales.

Sin que me pueda explicar en lo personal el por qué del tiempo o la razón, Videgaray decidió extenderle una invitación oficial a Trump para visitar nuestro país y encontrarse con el presidente Enrique Peña Nieto.

La visita llegó el 31 de agosto y sin aviso. Tan rápido como Trump llegó, se fue. La reacción popular fue la esperada, no había explicación posible ante lo que fue percibido como una actitud vergonzosa del gobierno frente a un individuo racista, cuyo discurso y plataforma política se centraba en el ataque a México y los mexicanos.

Pero como si estuviera planeado, antes de que transcurriera una semana, Videgaray ya había convencido a Peña Nieto de la necesidad e importancia de su renuncia, anunciada el 7 de septiembre.

Dos meses y un día después, Trump resultó electo presidente de Estados Unidos, y el 4 de enero de este año Videgaray fue nombrado canciller, no sin antes haber apuntalado a sus principales piezas en el gabinete económico del Presidente.

La cercanía de Videgaray con Kushner le permitió allanar el camino para frenar, en primera instancia, la decidida promesa de campaña de Trump de declarar unilateralmente la terminación del TLCAN.

Fueron sus buenos oficios los que lograron la renegociación del TLCAN, aunque hay una gran distancia entre aceptar entrar en pláticas y lograr un acuerdo, como quedó en evidencia en la cuarta ronda de negociaciones que concluyó el martes pasado.

Las propuestas que los negociadores estadounidenses han puesto sobre la mesa son disruptoras. Claramente su objetivo no es lograr un acuerdo, sino provocar el rompimiento.

Aunque México y Canadá lograron ganar tiempo, al aplazar la quinta ronda, y posponer las rondas 6 y 7 para el primer trimestre de 2018, la vida del TLCAN está en manos de un tuit senil.

Entretanto, el primer ministro de Canadá, ya comenzó a jugar sus cartas, primero con Estados Unidos y luego con el Reino Unido quién, después del Brexit, le ha propuesto establecer un tratado tripartita (Canadá, Estados Unidos y Reino Unido).

Nuestro gobierno, por su parte, habla de un "Plan B", apoyado en la aplicación del tratado de la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque ruego porque esté trabajando en algo mucho más sofisticado. México no puede improvisar, lamentablemente pusimos todos los huevos en una canasta.

Baste considerar que de acuerdo a la OMC, en 2016, 81 por ciento de nuestras exportaciones tuvieron como destino ese país; y de él adquirimos 46.5 por ciento de las importaciones, incluyendo combustible y derivados de hidrocarburos, que México no tiene capacidad de procesar.

Pero en un ejercicio de imaginación, trasladémonos al próximo abril. La contienda por la Presidencia está en pleno fragor, con tres candidatos por las tres principales fuerzas políticas punteando en las encuestas, y algún independiente.

Las noticias no son buenas: después de la última ronda de negociaciones, por decisión unánime se dio por terminado el TLCAN. De inmediato, el peso sufre una devaluación que lo lleva a los 24 o 25 pesos por dólar. Los empresarios con deuda en dólares enfrentan una posible quiebra y el despido masivo de trabajadores.

El candidato "más cercano al pueblo" genera incertidumbre en los mercados financieros, no sólo por su populismo, sino por su falta de experiencia. Así que con cada punto que sube el candidato "popular" en las encuestas, el peso se devalúa frente al dólar.

Pero la situación es justamente la inversa cuando el candidato de Videgaray recupera espacios. Con cada punto que gana el peso sube en reconocimiento a su experiencia. He ahí el tercer acto de nuestro habilidoso mago, el siempre genial Luis Videgaray.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1391402

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx