Torreón Clima en La Laguna Desaparecidos Lluvias Inundaciones clima la laguna

Mujeres en 'pie de lucha'

NARRAN HISTORIAS QUE PASARON PARA BUSCAR SOBREVIVIR AL CÁNCER DE MAMA

Sobreviviente. Anavelina Vargas comparte su experiencia con el cáncer de mama a través de conferencias que imparte. Ella tiene doble mastectomía. (EDITH GONZÁLEZ)

Sobreviviente. Anavelina Vargas comparte su experiencia con el cáncer de mama a través de conferencias que imparte. Ella tiene doble mastectomía. (EDITH GONZÁLEZ)

EDITH GONZÁLEZ

La lucha contra el cáncer de mama no es sólo contra la enfermedad, sino contra todo un sistema de salud, rebasado y burocrático, que pone en riesgo la endeble salud de las mujeres que la padecen.

La desinformación, la insensibilidad y los malos tratos del personal que labora para el Sistema de Salud público, además de las deficiencias que existen y la sobrepoblación que atienden, son una constante que enfrentan las pacientes.

Este año, en la región Laguna, han fallecido 59 mujeres a consecuencia de la enfermedad, la más joven es de 26 años y el registro es en Gómez Palacio.

Anavelina Vargas Salcido, de Gómez Palacio; María Elizabeth García Gomar y Ana Olguín Esquivel, de Torreón, tres mujeres que padecieron cáncer explican detalladamente cómo fue el proceso que siguieron antes y después de la detección.

Para la mujer, la lucha inicia con la práctica misma de la mastografía. En el caso de Ana y Elizabeth, ambas se habían hecho el estudio meses antes de ser diagnosticadas, en los dos casos el estudio salió negativo.

Fueron los cambios en sus senos: hinchazón, en el caso de la gomezpalatina y endurecimiento, en el caso de García Gomar, lo que las llevó a acudir con el especialista.

Olguín, por el contrario, aprovechó las campañas que se desarrollan en octubre para hacerse la mastografía en el Seguro Social, pero no regresó por el resultado en el tiempo indicado. Fue el personal de salud, quien la buscó para que empezara a atenderse.

"En diciembre van y me buscan a mi casa y me dicen que debería acudir porque algo habían encontrado en mi estudio. Desde ahí empieza mi pesadilla. Cuando llego con el que me iba a dar los resultados me dice -necesita que vaya con su doctor para que le programen una cita con el ginecólogo para que la manden con el oncólogo-. Entré en shock", dice.

En el caso de Anavelina, cuenta que al detectarse la hinchazón en el seno derecho por una semana, acudió con su ginecólogo, quien de inmediato la puso en alerta y le pidió acudir con el especialista. Ella es usuaria del Seguro Popular y le pedían esperar dos meses para atenderse.

"Llego como todas las personas al Hospital General, no fue fácil, les dije -necesito una cita urgente porque me acaban de detectar cáncer de mama- Me dijeron -sabe cuántas urgentes hay antes de usted, en dos meses le toca la cita, aquí la enfermera le va a dar la información de qué tiene qué hacer-. Empieza una burocracia, algo no tan rosa y no tan bonito".

Sabiendo que su vida estaba de por medio. Anavelina buscó al director de Enseñanza a quien conocía y fue quien intercedió para que adelantaran su cita. Se la dieron al día siguiente.

"Fue una atención especial. Yo creo que no ocurre con todas las pacientes, lo que pasa es que hay una sobrecarga de trabajo, hay pocos oncólogos, Gómez sólo tiene un oncólogo que atiende a más de 30 mujeres al día".

Elizabeth García acude en febrero de 2015 a realizarse la mastografía. En agosto le detectan cáncer.

"En febrero de 2015 yo salgo bien, para agosto ya traigo un despapaye en el organismo. Yo me empiezo a tocar mi pecho muy duro, pero como siempre manejé la mastopafía fibroquística pensé que era lo mismo, las bolitas benignas. Me equivoqué. El cáncer estaba a todo lo que daba en la mama. El espacio que hacían dos dedos era el que estaba libre".

Empieza el calvario. "En el Seguro es imposible que te den una cita de hoy para mañana, se tardan tres meses o cuatro meses en que toque una mastografía o un ultrasonido, estudios de ese tamaño. A mi mis estudios empiezan en octubre y hasta diciembre caigo con el oncólogo, aunque el ginecólogo no quería, decía que no tenía cáncer".

Es hasta febrero cuando le confirman el cáncer de mama a través de una biopsia, es decir, pasaron siete meses para que recibiera la noticia: cáncer avanzado en tercera etapa y agresivo.

Después de que la mastografía arroja señales de cáncer, las mujeres son sometidas a un procedimiento llamado biopsia, que no es más que la extracción de parte del tejido detectado como sospechoso.

El resultado arroja el tipo de cáncer y grado. En base a esto se les indica si la paciente necesita quimioterapia y mastectomía, es decir, el retiro del seno, o sólo una de las dos.

En el caso de Ana Olguín ella se realizó estudios en particular. La biopsia de Anavelina se hizo en el Hospital de Gómez.

LA QUIMIOTERAPIA

Después de obtener los resultados de la biopsia, el o la oncóloga determina el tratamiento que puede ser a base de quimioterapia, radiación, mastectomía o todo combinado.

En el caso de las entrevistadas, recibieron en primera instancia la quimioterpia, luego la mastectomía (retiro de la mama) y dos de ellas radiaciones.

Todas desconocían a ciencia cierta en qué consistía una quimioterapia. Según explican, es la aplicación de un tratamiento vía intravenosa que destruye células cancerígenas y causa la baja de la defensa que se aplica cada 21 días.

En gran parte de los casos las quimioterapias son devastadoras para los pacientes. "Yo no sabía a lo que me estaba enfrentando. Le pregunto a la doctora -¿Qué va a pasar?- responde -Le voy a dar 8 quimioterapias-. Quimioterapias como si te dijeran -tomate una ranitidina-. Y yo le insistía -¿Qué va a pasar?- Deja de escribir, me ve a los ojos, y me dice -mira, yo voy a hacer todo lo que esté en mis manos para salvarte la vida-. En ese momento todo se hizo negro, mis hijos en mi mente, ¿qué van a hacer? porque mis hijos sólo me tienen a mi", cuenta Elizabeth Gomar conteniendo las lágrimas.

"Yo oía que se sentían muy mal. En el Seguro no le explican a uno los síntomas, los conoces por experiencias de las compañeras. En la primer quimio yo no sentí nada, pero en la segunda, la tercera, la cuarta... fueron las más difíciles, fue horrible, yo me sentí muy mal, me dolía el cuerpo, unos dolores horribles, náuseas, aparte que tu pelo, tus pestañas, se caen, yo me veía negra mis labios, yo sí pensé que me iba a morir", dice Ana Olguín.

Elizabeth recibió ocho quimioterapias, mientras que Ana seis. A ambas se les cayó su cabello y pestañas y su salud se vio deteriorada.

En el caso de Anavelina, las quimioterapias fueron en Durango, por lo que el mismo día en el que le aplicaban la quimio, tenía que llegar en autobús y regresarse a su casa.

No obstante, en dos ocasiones la regresaron de Durango a Gómez Palacio, por trámites.

"Me traté de informar de los requisitos, mi doctor también, lleve todo lo que pude y al final me regresaron por papeles en dos ocasiones. Ahí me dicen que tengo que recibir cuatro quimioterapias, de las cuales al final me aplican tres, con todo y que me regresaron dos veces, nueve días después de que me diagnosticaron yo ya estaba recibiendo la primera quimioterapia".

Si bien, también con este tratamiento agresivo la pasó mal, Anavelina optó por cambiar su alimentación y dejar de consumir lo que beneficia a las células cancerígenas, siendo éstos: alimentos procesados, harinas, grasa, azúcar y comienza a consumir frutas y verduras en abundancia, especialmente las que refuerzan las defensas. Esto la ayudó a que sus cuerpo respondiera de la mejor manera.

LA EXTRACCIÓN DEL SENO

Transucrrido un mes después de la última quimioterapia las mujeres deben someterse a la mastectomía, que no es otra cosa que retirar el seno.

En el caso de Anavelina, esta cirugía se lleva a cabo en Durango. El proceso fue más sencillo y la cirugía no tan dolorosa.

"Bendito y alabado sea el Señor, a mi no me dolió la mastectomía ni antes, ni durante ni después de la operación", dice. Considera que más que el dolor físico, el que afecta a muchas mujeres es el dolor emocional, el haber perdido su seno, pues para algunas representa su femineidad y prefieren morir antes que perder uno de sus pechos. Anavelina perdió los dos y no le importó, pues optó por vivir.

Justo después de haber transcurrido un año dos meses, le detectaron una anormalidad en el seno izquierdo y antes de saber si era benigno o maligno, pues esto se lo informaron hasta el momento de la mastectomía, pidió que se lo quitaran.

"Sentí una pequeña bolita en el seno del lado izquierdo y era maligno también, no tenía caso mantener o tratar de salvar el seno, fue una decisión tajante, fuerte, pero creo que fue la más acertada para mi cuerpo y mi salud, algo que no te sirve y que está malo, es mejor quitártelo es solamente una figura estética, es algo físico". En este caso no fue necesaria la quimioterapia previa.

En el caso de Elizabeth y Ana la mastectomía fue retrasada, primero por contaminación en los quirófanos del IMSS 16 en noviembre del año pasado y después porque el oncólogo Eduardo Palacios tenía programadas sus vacaciones.

"Nos iban a operar en noviembre a Elizabeth y a mi, pero nos dijeron que los quirófanos estaban contaminados, luego que el doctor se iba de vacaciones... fuimos a la 71, Elizabeth me dijo que la iban a operar ahí, pero yo no alcancé fecha", dice Ana.

Finalmente el 1 de diciembre la contacta vía telefónica el doctor Palacios y le dice que la opera a las 3 de la tarde. No había muchas opciones, era la cirugía o continuar con las quimioterapias.

Para Ana, la mastectomía fue una cirugía "muy difícil, muy grande y muy dolorosa. Tardó más de un mes en cicatrizarme".

A Elizabeth la programaron en tres ocasiones, y fue la última cuando le pudieron retirar el seno.

"En dos ocasiones iba a entrar a quirófano y que siempre no, ya la tercera vez no me salvé. El dolor de la herida yo no le registré para nada, tal vez por el medicamento que me estuve tomando para la fibromalgia, las curaciones me las hice yo misma con agua y jabón", dice Elizabeth.

Desafortunadamente el cáncer de mama no termina cuando quitan el seno.

LA RADIACIÓN

Después de la mastecomía algunas mujeres requieren de más quimioterapia, o bien, de radiaciones. Anavelina no recibió la radiación ni más quimios, el cáncer se removió con las mastecomías.

En cambio, Elizabeth y Ana recibieron 25 sesiones de radiación en la Unidad Médica de Alta Especialidad Número 71. Su experiencia no fue tan devastadora como la quimioterapia. La radiación la asemejan a las radiografías que sacan, sólo que éstas queman la piel. Ambas completaron ya este tratamiento.

Actualmente Anavelina ofrece conferencias sobre su proceso y el papel que jugó la alimentación para vencer al cáncer. Además está escribiendo un libro en donde relatará paso a paso qué alimentos consumir y cuales evitar, para prevenir o luchar contra esta enfermedad.

"Ana está enfermedad es cuestión de tiempo, si te dedicas a combatirla la vas a vencer. Pero si te vas a poner a llorar a decir ¡ay pobrecita! me dio cáncer, eso no funciona, en esta enfermedad la lástima y el pobrecito no funciona", dice en sus conferencias, pues fue justamente lo que hizo. No llorar, ponerse en manos de los especialistas, cambiar sus hábitos alimenticios, abrazarse de su fe y con esto la venció dos veces.

Ana Olguín recibió una especie de jubilación temporal que termina a mediados de este año. En su trabajo le dieron todas las facilidades para llevar a cabo su tratamiento y piensa volver una vez que termine su jubilación temporal. En el mes de septiembre le dijeron que era sobreviviente de cáncer, pues ya no encontraron rastros de las células malignas en su cuerpo.

Elizabeth Gomar está por finalizar su tratamiento. Los médicos le han dicho que su cáncer es muy agresivo y que una vez que lo termine evaluarán la reacción de su cuerpo al tratamiento. Sin embargo, su estado de ánimo y su fe en Dios siguen intactos, por lo que dice que está convencida que vencerá a la enfermedad.

ESTADÍSTICAS

Según cifras de la Secretaría de Salud de Durango, este año han fallecido 51 mujeres a consecuencia del cáncer de mama. De éstas, 22 fueron en la región Laguna.

Además se han detectado 171 casos nuevos, de los cuales, 31 son de Gómez Palacio.

En lo que respecta a Coahuila, según la doctora Martha Alicia Romero Reyna, subdirectora de Promoción a la Salud, este año la entidad se ubica en el tercer lugar a nivel nacional, en muertes por cáncer de mama.

El estado registra al mes de agosto, 120 muertes por cáncer de mama y al mes de septiembre 242 casos nuevos a nivel estatal.

En lo que respecta a la Jurisdicción Sanitaria Número Seis que comprende los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca, son 37 defunciones las que se han registrado este año y existen 24 mujeres en tratamiento por cáncer de mama, únicamente en los hospitales de la Secretaría de Salud.

Romero Reyna informa que la Secretaría de Salud ha atendido pacientes menores de 30 años.

La ginco-oncóloga Yazmín Rivas dice que lamentablemente el 70 por ciento de los casos se identifican en estados avanzados, pese a que la detección oportuna reduce considerablemente la posibilidad de perder la batalla.

"La etapa más temprana se llama carcinoma insitu, que por lo general tiene una supervivencia del 100 por ciento. Son lesiones muy tempranas con mínimo riesgo de invasión los ganglios o metástasis, una etapa 0, 1 ó 2 desde el 95 hasta 100 por ciento".

La especialista menciona que para prevenirlo es necesario cambiar los hábitos: la obesidad y sobrepeso es un factor de riesgo para contraer la enfermedad o que no respondan igual al tratamiento; autoexplorarse y practicarse la mastografía, así como llevar estilos de vida saludable y evitar el sol, son algunas de las recomendaciones.

Las mujeres no se someten a los estudios por miedo a que les digan que tienen cáncer y "cáncer no es sinónimo de muerte", lo que es un hecho es que la enfermedad va en aumento, pues según estadísticas 1 de cada 8 mujeres tendrán cáncer de mama y 1 de cada 3 personas en México desarrollarán algún tipo de cáncer, por lo que detectarlo a tiempo es lo más importante.

Yolanda Jaramillo, presidenta de la asociación "Mujeres Salvando Mujeres" comenta que en 2015 en Coahuila se hicieron 3,780 mastografías, cuando las mujeres en edad son más de 700 mil.

Susana Medrano, radióloga especialista en imagenología y presidenta de la asociación "Fuerza Rosa Laguna" que atiende a mujeres con cáncer de mama, dice que efectivamente las mujeres no acuden a practicarse el estudio, vital para salir vencedoras de esta enfermedad y que finalmente quienes se someten a una mastografía y resultan positivas, tiene posibilidades de librar la batalla tal y como lo hicieron Anavelina, Elizabeth y Ana.

/media/top5/muertesporcancermamaoct2017jpg.jpg

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Sobreviviente. Anavelina Vargas comparte su experiencia con el cáncer de mama a través de conferencias que imparte. Ella tiene doble mastectomía. (EDITH GONZÁLEZ)

Clasificados

ID: 1390971

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx