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Drenaje pluvial ya, exigencia en La Laguna

Yo río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

La exigencia ciudadana en La Laguna es clara: drenaje pluvial ya. Una reiterada demanda que no ha sido atendida por los gobiernos.

La sorpresiva lluvia del martes 10 de octubre dejó derrumbes, hundimientos, inundaciones, daños en viviendas y negocios, averías y pérdida de patrimonio en gran parte de la zona conurbada de La Laguna, con áreas focalizadas de desgracia. Nuevamente sacó a flote el desbarajuste del llamado crecimiento metropolitano.

Y las ciudades sin drenaje pluvial.

En Torreón, no fueron nada más los famosos 7 puntos viales de encharcamiento. Ahora, como nunca, el agua cayó con gran intensidad y corrió en oleadas por calles y bulevares inundando y llevando todo lo que encontraba a su paso.

Exhibe, asimismo, cuatro trabas que impiden la construcción de drenajes pluviales: la dejadez, la mentira de autoridades, la ineficiencia y la corrupción.

El antecedente lo tiene Torreón.

Desde hace más de veinte años no existen los drenajes pluviales en los planes de gobierno para Torreón, si no es en la demagogia. Mucho menos un proyecto integral.

En 1993, un escandaloso fraude cometido en la construcción de un primer drenaje pluvial en Torreón descarriló el proyecto y dejó al descubierto la participación de una red de funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), del gobierno de Coahuila, la empresa que hizo el proyecto y siete constructoras; todos con responsabilidades fincadas por la entonces Secretaría de la Contraloría General de la Federación y la Contraloría General del gobierno del estado.

Casi de inmediato se emprendió un nuevo proyecto que en 1994 terminó igual en fraude.

Tuvieron que transcurrir diez meses de ese año para que la inmensa presión ciudadana abriera paso al reporte de fallas técnicas presentadas al presidente municipal de aquel tiempo Mariano López Mercado y a la denuncia interpuesta por cámaras de comerciantes, industriales, ganaderos, colegios de profesionistas y organismos civiles.

El proyecto consistía en tender un tubo subterráneo de 36 pulgadas de diámetro con una pendiente que permitiera sacar más de 300 litros de agua por segundo, sobre el bulevar Revolución -donde hoy se proyecta la línea del Metrobús- para conducirla al estero conocido como La Vega del Caracol.

El mayor escándalo sucedió cuando se demolieron todas las tapas y rejillas de concreto del drenaje en una extensión de 527 metros lineales por inservibles y peligrosas.

En aquella ocasión, la Conagua había pagado al Grupo Profesional de Planeación y Proyectos S.A. de C.V. 340 mil pesos por el estudio de factibilidad del drenaje pluvial para la ciudad de Torreón; y 683 mil pesos por el proyecto ejecutivo.

Ambos documentos presentaron fallas de origen.

Dicho grupo, con sede en la Ciudad de México y una oficina en La Laguna, era el responsable también del proyecto de plantas tratadoras de aguas residuales mediante lagunas de oxidación presentadas desde 1993 a los municipios de Gómez Palacio y Torreón, entre otros.

El dictamen de la entonces Secretaría de la Contraloría General de la Federación determinó la responsabilidad federal de la gerencia regional de la Conagua en la Comarca Lagunera.

Fincó también responsabilidad sobre Conagua como entidad ejecutora por falta y/o deficiente supervisión en la ejecución de los trabajos y de los contratistas por no ejecutar la obra con la calidad requerida.

Conagua fue sancionada con una multa de un millón 450 mil pesos.

Al Grupo Profesional Planeación y Proyectos S.A. de C.V. se le fijó una multa de únicamente 400 mil pesos.

Consumiendo seis de diez millones de pesos, siete empresas constructoras habían ejecutado el proyecto sin atender todas las indicaciones técnicas y empleando materiales de baja calidad.

Se trataba de Constructora Sigue S.A. de CV, Obras y Desmontes de La Laguna, Gutiérrez Gutiérrez Ingenieros S.A, Jiménez Garza Construcciones S.A. de C.V, Servicios de Ingeniería y Maquinaria S.A. de C.V, Constructora Mayrán S.A. y Constructora y Urbanizadora Ibarra S.A. de C.V.

El fracaso hizo carambola sobre la segunda etapa del drenaje pluvial que, según el "plan maestro", debería realizarse sobre Diagonal las Fuentes. 1995.

Todo indica que Torreón no tendrá drenaje pluvial en lo que resta de la década, cuando menos no del Gobierno municipal.

La exigencia ciudadana es justa, sin embargo.

Hacen falta iniciativas y obras ciudadanas para captación y uso de agua de lluvia en viviendas. Eso sí puede ser posible ya.

@kardenche

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