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Diálogo

YAMIL DARWICH

Indudablemente los mexicanos somos humanos de bien, -aunque el gringo peligroso no nos quiera- y las grandes desgracias que padecemos hacen resaltar los altos valores que poseemos: solidaridad y subsidiaridad son solamente dos de otros muchos.

Sismos, tormentas marinas, inundaciones y otros fenómenos naturales nos golpean, uno tras otro; y respondemos con entrega y fortaleza; además de dar lo mejor de nosotros: salud, tiempo y dinero, hasta exponer la vida por damnificados que no conocemos, pero los sabemos nuestros: mexicanos en desgracia.

Luego del terremoto, inmediatamente reaccionaron los capitalinos y las fuerzas armadas no se hicieron esperar.

Los laguneros no nos quedamos atrás y desde el momento que corrió la información del sismo que afecto a la CDMX, en diferentes puntos de la región, instituciones y asociaciones civiles empezaron la organización para viajar y colaborar.

Lo de menos es mencionar los múltiples centros de acopio que se abrieron; al momento de escribirles el Diálogo, las autoridades había registrado oficialmente 40 en las tres ciudades conurbadas, además de la apertura de otros en entidades cercanas como Matamoros y San Pedro.

Desde la capital doliente de país llegó la nota de jóvenes que reaccionaron inmediatamente, con ese impulso de las edades tempranas: "No todos los 'millennial' somos iguales. Es más, nadie sabe bien ni qué es eso de ser 'millennial", alega Jorge, de 16 años, sin dejar de pasar tinas con escombros, formando parte de una cadena humana. A ellos se han unido los nuestros, encabezándonos la UadeC, que envió 60 personas, incluídos alumnos y maestros.

Pronto se sumarían más voluntarios universitarios.

La primer agrupación en responder fue de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón, con cuatro elementos y dos perros entrenados: Ágatha y Zeus; ellos salvaron tres vidas humanas. Una buena acción que debe estimular al cambio de actitud a todo el cuerpo policial de La Laguna.

También partieron rumbo a la CDMX, trece voluntarios de la Dirección de Protección Civil de Gómez Palacio y pronto se sumaron los sampetrinos, con un grupo de 11 personas.

Y la emocionante respuesta lagunera continuaba y se sumaba a la de otros estados, hasta hacer a las autoridades informar que "¡ya no requerían más apoyo humano en la CDMX!

A la ya larga lista de voluntarios se sumaron médicos, arquitectos -entre ellos Alejandro Luna- expertos en construcción, conocedores de seguridad civil y deportistas. Todos con un ánimo pocas veces visto en La Laguna, quizá desde el temblor de 1985 o con las grandes avenidas del Padre Nazas.

El resto del mundo envió condolencias a México y empezó a reaccionar efectivamente: 2 días después, algunos como EUA, Israel y Japón -reconocidos por su entrega disciplinada- enviaron ayuda, luego se sumaron muchos países latinoamericanos con equipos de élite, quienes se unieron a los topos mexicanos. Francisco I, aportó 150 mil dólares y artistas y deportistas, desde el exterior, también se manifestaron.

Las imágenes mostradas por la televisión nos han mostrado la destrucción de edificios con enormes bloques de cemento, varillas retorcidas y otros materiales de construcción y, sobre ellos, masas de mexicanos tratando de ayudar a salvar vidas o rescatar cadáveres, muchos estorbando con su ánimo exaltado por el estrés acumulado, todos recibiendo de grupos asistenciales los apoyos recibidos -agua y alimento, lo mínimo necesario- para seguir esforzándose.

En medio del caos, la organización de voluntarios formando cadenas humanas de acarreo de materiales y ¡sorprendente de nuestra idiosincracia!, todos, al ver puños levantados, guardando absoluto silencio para dejar escuchar, de entre los escombros llamados de víctimas. Y en todo el mundo expresaban admiración por el espíritu mexicano.

La nota contrastante la han dado nuestros politiqueros -no faltaba más- que se resistían a entregar su botín partidario para las elecciones y guardando silencio aguantaban la enbestida de millones de mensajes electrónicos y llamados al humanismo, encabezados por Change.org, solicitando que el Instituto Nacional Electoral (INE) entregue los 6 mil 788 millones de pesos destinados a organismos políticos, petición a la que se sumaron #FuerzaMéxico, #TodosSomosMéxico, #NoEstánSolosMexicanos y millones de civiles.

Finalmente, ante el agobio de millones de reclamos, cedieron limitadamente y sólo "soltarán" una pequeña parte. Otros funcionarios de la administración pública continúan "sin dar su brazo a torcer" y de su bolsa poco a nada.

Poco a poco, empresarios de todos los sectores empezaron a unirse, algunos con bajo perfil evitando mayores compromisos.

México con sus mexicanos es grande y, como en otras ocasiones, da muestra de su capacidad de reacción, a la que deberían temer los politiqueros abusivos, comprendiendo que solamente estamos adormecidos, como nuestros volcanes, pero lanzando fumarolas de advertencia.

Esa respuesta nacional está a la espera de un líder verdadero, quien con base a transparencia, honestidad y fortalezca nos mueva al cambio político social, así como nos ha conmocionado el terremoto. ¿Aparecerá?

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