Vaso de la presa de San Fernando en el río Nazas cerca de Raymundo en 1950.
La calzada Emilio Carranza
Las presas de San Fernando y Santa Rosa estaban ubicadas estratégicamente a través del río Nazas, formadas por diques de derivación que cortaban el cauce del río elevando su cresta a corta altura para que el agua sobrante brincara sobre ella para los canales. Contaban con un eficiente sistema de compuertas donde embocaban enormes canales matrices, secundarios y acequias que regaban las tierras del Municipio de Lerdo, de Gómez Palacio y Tlahualilo, donde se distribuía el agua para las distintas tierras de cultivo de La Laguna. La presa de San Fernando tenía una longitud colocada diagonalmente en el lecho del río de 1,400 metros. Inmediatamente bajo la Presa de San Fernando, estaba la de Santa Rosa. Dando el sitio del río y las presas un hermoso paraje natural de agua que en aquel tiempo en sus orillas existían grandísimos ejemplares de árboles que convertían el lugar en un espacio hermoso y fresco, razón por la cual era objeto de pasar un rato agradable y tranquilo. En tal virtud el Gobierno Municipal continuaba con la construcción en 1927 con el camino para hacer más accesible a los automóviles y pudieran transitar hasta el paraje de la presa de San Fernando, que sería convertido principalmente en un importante paseo de la Ciudad Jardín, que más tarde esta importante comunicación llevó el nombre del infortunado Capitán Piloto Aviador Emilio Carranza.
En ese tenor en agosto de ese año los puentes sobre los canales que conducen el agua del municipio y de los ejidatarios estaban listos y consistentes para el tránsito de vehículos. Por otro lado, la aplanadora de la Cía. Industrial Jabonera de La Laguna, S.C.L. era utilizada para el aplanado de los materiales, así mismo el equipo de dos tractores y una niveladora para arreglar caminos, que fueron gestionados ante el gobierno del Estado de Durango por el lerdense Julio Castrillón, además consiguió el traslado de la maquinaria aludida con la colaboración de las compañías petroleras Águila y Pierce, proporcionando todo el combustible y lubricantes necesarios.
Con ese gran apoyó para las obras, animó a los directores del Automóvil-Club de la Laguna para hacerse cargo de la terminación de la calzada, así mismo el Ing. Francisco Allen, conocido profesionista de Lerdo, ofreció su cooperación para todo aquello que se relacionará con el tecnicismo del proyecto. Las autoridades municipales de ciudad Lerdo a través de la Junta Local de Mejoras Materiales tuvieron la idea de hacer más agradable el trayecto del camino, plantaron álamos a los lados del camino, que fueron trasladados de las Vegas del Río Nazas del paraje de la Goma, tomando en consideración el permiso del Agente Forestal dependiente de la Secretaría de Agricultura. Mientras tanto en el centro de la Ciudad de Lerdo, en la avenida Francisco I., Madero (hoy Sarabia), se emparejó la piedra y cascajo de río y se hicieron los trabajos necesarios que dejaron transitable la calle principal de la ciudad.
Aprovechando la iniciativa de la Calzada de Lerdo a San Fernando, en diciembre del año 1927 para dar motivo a que la Ciudad Jardín continuara siendo el centro de reunión de los habitantes de las tres poblaciones, la Presidencia Municipal lerdense realizó otro paso más en la red de caminos vecinales haciendo una ampliación del camino aprovechando la carretera de San Fernando que tuvo como origen el centro de Ciudad Lerdo hasta la famosa Hacienda de San Carlos que se encontraba ubicada en la margen derecha del Río Nazas, que en aquel tiempo era una de las más pintorescas y muy solicitadas para fiestas campestres. El camino tenía que pasar sobre los tajos de San Antonio y el Lavín de propiedad de la Cía. Algodonera, S.A., siendo necesario la construcción de dos puentes que fueran lo suficientemente resistentes al tráfico intenso para que sobre ellos transitaran los vehículos. Los trabajos del camino hasta la famosa hacienda se iniciaron en el lecho del río Nazas donde se acondicionó un vado en su cauce.
Otra iniciativa más de las Autoridades de Lerdo fue la iniciación de la construcción del camino con el fin de comunicar a Lerdo con el balneario Raymundo paraje ubicado en la margen izquierda del Río Nazas y propiedad en aquel entonces de Marcelino Estrada. El camino inició haciendo un entronque con la calzada de Lerdo a la presa de San Fernando. Para ese fin se construyó un puente en forma sólida sobre el tajo del Municipio teniendo seis metros de ancho para dar una mejor seguridad a los automovilistas, sobre todo para los turistas que acostumbraban en ese tiempo en visitar el balneario. Esta obra de mejoramiento fue gracias a la cooperación y obsequios de madera por parte de algunos particulares. Los trabajos de construcción del nuevo puente fueron inaugurados el 14 agosto 1928 por el presidente municipal David García Muñoz y don Marcelino Estrada propietario del balneario Raymundo, haciéndose el mantenimiento a las instalaciones, a los baños, salón de baile y jardines de paseo.
Al llegarse a feliz término la construcción de la carretera de Lerdo a San Carlos por el alcalde David García Muñoz, presentó una iniciativa el 2 de septiembre 1928, al H. Cabildo del Ayuntamiento de Lerdo, para que la importante comunicación llevará en lo sucesivo el nombre del infortunado Capitán Piloto Aviador Emilio Carranza, mexicano, de origen Coahuilense, quien buscó honores para su patria, sacrificando su juventud, su familia y su carrera, propuesta que fue Aceptada por los lerdenses y acordada por unanimidad por el H. Cabildo. Dentro de las fiestas de inauguración de la carretera fueron colocados en el recorrido del trayecto varios arcos triúnfales que llevaron leyendas alusivas, y el domingo del 16 de septiembre de 1928 a las 12:30 horas se descubrió la placa correspondiente, declarándose solemnemente inaugurada la carretera con el nombre Emilio Carranza por el Presidente Municipal David García Muñoz. En la ceremonia se leyó el bando aprobado por los ediles como una muestra de simpatía y recuerdo para el infortunado aviador coahuilense que sacrificó su vida en aras de la patria.
En el acto tuvieron presencia los miembros del H. Ayuntamiento, empleados municipales y el público en general, así mismo las autoridades de Torreón, y Gómez Palacio, tanto civiles como militares. En esta fecha el cuerpo de la policía estrenó uniformes de color kaki hechos especialmente para el evento. Estas obras encaminadas al progreso lerdense fueron promovidas durante la Administración del señor David García Muñoz, realizadas a través de la Junta Local de Mejoras Materiales, llevándose a la práctica con resultados plausibles contando con algunos fondos que fueron recaudados en festivales de caridad y los cuales se destinaron en la compra de materiales y en el pago de mano de obra. Todas estas acciones fueron motivo de orgullo para los lerdenses del Vergel Lagunero, un sueño que se había postergado a pesar de que era difícil avenirse de recursos después de su desincorporación de su territorio hecho que lo dejaron como un municipio rural que estuvo siempre de mala racha al no recibir el apoyo del Gobierno del Estado, rincón lagunero que permaneció oculto por falta de administración.
