Tanto va el cántaro al agua que acaba por romperse, dice el dicho de los abuelos. Los dichos tienen un contenido inequívoco, aunque parezcan multisemánticos y éste no podía ser la excepción. Hablamos, una vez más, de la coordinación metropolitana en la Comarca Lagunera, discurso viejo, hasta gastado, que ya cansa, pero que hasta ahora no se ha realizado en la práctica.
El general Juan Manuel Díaz Organitos fue, hasta la semana pasada, titular de la Coordinación del Mando Especial de La Laguna. Y como algunos no entienden argumentos, sino sólo órdenes, la federación creó, a través de la Secretaría de Gobernación el Mando Especial de La Laguna, integrado por elementos de Fuerza Coahuila, Policía de Gómez Palacio e integrantes del Ejército Mexicano, para constituir con todos ellos el grupo de reacción Fuerza Metropolitana.
En tan sólo 1 año y 7 meses de hacerse cargo de esta responsabilidad, el general fue capaz de advertir que el mejor camino para la región es trabajar con visión de conjunto. No se trata de contar si los muertos aparecen en un municipio o en otro, el problema es integral. Explicaciones que suenan como excusa de niños descubiertos haciendo trampa, "pero fue en el patio del vecino, eh", argumento para simplemente justificar lo innegociable de la propia cuota de poder. El general Díaz Organitos es mucho más contundente, dice: "Esto es integral, no es muy sano marcar esas diferencias porque finalmente somos una región, hay que tener la camiseta bien puesta que todos, aunque no hayamos nacido aquí, somos laguneros… lo que se deja de hacer en una parte se refleja en la otra, el trabajo que hacemos no tiene fronteras".
Los científicos sociales hablan de la perspectiva del actor y la perspectiva del observador, para referirse al propio comportamiento y a las interacciones con semejantes, que tienen esas dos posibles lecturas. Hay que tomar distancia para poder mirar el propio comportamiento y dejar de lado cualquier discurso justificador de las propias torpezas.
Aunque para efectos estadísticos, los registros oficiales tienen a La Laguna como Zona Metropolitana, el fracaso reiterado en la formulación de planes metropolitanos ya es historia. Otros actores no se rinden, hablan de un plan municipal con visión metropolitana, de agenda ciudadana para el fortalecimiento de la Comarca Lagunera y así por el estilo.
Los pretextos son infinitos, que si, a diferencia de otros casos, la pertenencia a dos estados distintos de la federación impone condicionamientos insuperables, que "ellos" no quieren, que perdemos más de lo que podemos ganar. En todo caso, la defensa del propio interés gana al interés común. Nadie está dispuesto a ser el primero en ceder.
Iniciativas oficiales juegan como justificación que hace las veces de contradicción performativa: los reglamentos de movilidad urbana, medio ambiente y grafiti.
El capital pone su parte, hace las inversiones necesarias y no por filantropía, sino por cálculo racional inversión - ganancia, en cualquier caso, el capital hace su parte. El poder político tiene que hacer la suya, pero no lo hará por voluntad propia, no lo ha hecho en los últimos cien años. La salida de este atolladero tiene únicamente dos opciones, la de arriba, que la federación imponga los acuerdos y canales viables, pero no lo hará. La opción B, la sociedad en su conjunto: medios de comunicación, grupos organizados, cámaras empresariales, universidades empujan en proceso.
No hay muchas más opciones, o presionar a los poderes públicos para la coordinación metropolitana o la realidad se impondrá y los problemas rebasarán la capacidad de gestión de las instancias locales, la fatalidad hará su parte y el cántaro terminará, indefectiblemente, roto.
Twitter: salvador_sj
