Adonia tiene capacidad para 704 personas. Cuenta con actividades a bordo relacionadas con la experiencia inmersiva en tierra
Viajar en crucero no necesariamente significa pasar el día en la piscina del barco o beber toda la tarde en el bar. Existen proyectos que buscan darle un giro a la experiencia, innovando el entretenimiento a bordo o realizando itinerarios temáticos. Hacer viajes de voluntariado por medio de un crucero, es uno de ellos.
Fathom es una naviera que lleva a altamar el concepto de viajar por una causa. Puede tratarse de provocar un impacto positivo en el destino o involucrarse en su cultura. Su embarcación Adonia zarpó por primera vez en abril del 2016 y tiene dos rutas: República Dominicana y Cuba.
El barco tiene capacidad para 704 personas. Cuenta con actividades a bordo relacionadas con la experiencia inmersiva en tierra, las clases de merengue y salsa son algunas de ellas. La gastronomía se inspira en el destino. También, se hacen ciclos de cine que siguen la temática del viaje.
Las excursiones en tierra se complementan con paseos por los sitios turísticos más famosos.
Sé un agente de cambio
En la República Dominicana, el objetivo es realizar mejoras en comunidades necesitadas, participando en programas diseñados por organizaciones locales.
Puerto Plata es uno de sus destinos. Los programas de voluntariado se dividen en áreas: impacto ambiental, económico y educativo. En el primero, puedes plantar árboles o fabricar filtros de agua purificada para viviendas.
El impacto económico se logra a través de trabajo voluntario en una microempresa, como una cooperativa formada por mujeres que produce chocolate orgánico; ellas muestran el proceso de elaboración, desde el cultivo del cacao. Otra organización conformada también por mujeres se dedica a crear artesanías con papel reciclado.
Si quieres participar en programas educativos, puedes elegir entre dar clases de inglés gratuitas o ser parte de un campamento de verano.
Hasta ahora, cerca de mil personas han comenzado a estudiar inglés con viajeros. Además, se han colocado filtros de agua en viviendas y miles de árboles han sido plantados.
Sé parte de una comunidad
Con programas de intercambio cultural, en Cuba la idea es que conozcas la verdadera esencia de la isla, más allá de los principales puntos turísticos. La ruta incluye La Habana y Cienfuegos.
La diferencia es el acercamiento a los locales. En La Habana, disfrutar de un café en la Plaza Vieja significa conocer los procesos del grano y preguntar lo que se te ocurra al propietario.
Al visitar templos como la Plaza de San Francisco de Asís, el guía profundizará sobre el papel de la religión en la vida de los cubanos.
También, aprenderás sobre la artesanía local; en Santiago, se hace una visita a un centro comunitario de artes.
