Pocas veces ha levantado tantas expectativas una cumbre del G20 como la que se llevará a cabo viernes y sábado de la presente semana en Hamburgo, Alemania.
La incógnita a nivel mundial es si el presidente norteamericano Donald Trump, quien está de pique con varios participantes, superará las diferencias o profundizará todavía más su actitud ríspida y bravucón con sus homólogos.
Por lo que toca a México el gran dilema es si Trump y el presidente Enrique Peña Nieto, quienes sostendrán una reunión bilateral de media hora, alcanzarán algún punto de cooperación o si por el contrario saldrán de nuevo truenos y centellas en el encuentro.
La cumbre G20 se realiza anualmente con la asistencia de los líderes de los veinte países más grandes en materia económica del mundo. Además de China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Japón, Canadá y México, participan Corea del Sur, India, Turquía, Arabia Saudita, Indonesia, Sudáfrica, Brasil, Australia, Argentina y la Comunidad Europea con dos de sus máximos dirigentes.
También asisten jefes de estado de países invitados, en esta ocasión se sumarán Guinea, Holanda, Noruega, Senegal, Singapur, España y Vietnam, además de los dirigentes de por lo menos diez organizaciones internacionales como la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Por cierto en esta cumbre habrá dos mexicanos en la lista de participantes: Peña Nieto y José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El G20 se conformó en 1999 luego de una crisis financiera mundial con la presencia de los ministros de finanzas y los dirigentes de los bancos centrales de los países miembros. A partir de la crisis de 2008 se realizó la primera Cumbre de Líderes con los jefes de estado y desde entonces se han celebrado en once ocasiones.
Trump se reunirá con el presidente ruso Vladimir Putin en lo que será su primer encuentro luego de la compleja problemática que suscitó la relación entre colaboradores del mandatario norteamericano con el gobierno de Rusia.
Verá también al presidente de China, Xi Jinping, a quien ya recibió en la Casa Blanca no obstante las relaciones siguen tirantes en lo comercial y se agravaron en los últimos días ante los ensayos de los misiles nucleares de Corea del Norte, país protegido por el gigante asiático.
El encuentro con Enrique Peña Nieto será de los más esperados por los medios de comunicación ante las críticas sistemáticas del líder norteamericano contra los inmigrantes y en general contra México, a quien recientemente consideró como el país más violento del mundo.
Sin olvidar que la propuesta de un muro fronterizo, aún en planes de construcción, ha levantado las peores críticas hacia Trump no sólo de los mexicanos sino de líderes de su propio país.
Los expertos señalan que lo mejor será que no pase nada en la reunión, es decir que no toquen temas escabrosos ni se pidan aclaraciones. El encuentro será breve así que lo ideal será que se den un saludo cordial y que traten temas generales para intentar dirimir las asperezas y ya será en un futuro cuando se programe una reunión con mayor duración y contenido.
Sin embargo es muy probable que Trump la juegue con su estilo agresivo y exprese alguna de sus barbaridades para ridiculizar al mandatario mexicano.
Ya ocurrió en Los Pinos en agosto del año pasado cuando Trump manejó a su antojo la reunión y los medios. En enero estuvo peor cuando advirtió a Peña Nieto que si México no estaba dispuesto a pagar el muro que mejor no viniera a Washington. La cancelación del viaje por parte del presidente mexicano no se hizo esperar.
Hasta el momento el magnate neoyorquino no ha puesto algún tuit con respecto a su posible charla con Peña Nieto, pero seguramente en las próximas horas emitirá sus comunicados electrónicos sobre la G20 y posiblemente sobre México.
A propósito, la visita esta semana a la capital mexicana del secretario de Seguridad Interna, John Kelly, llamó la atención porque en pocas horas el funcionario se reunió por separado con Peña Nieto, con el canciller Luis Videgaray y con el procurador general Raúl Cervantes. ¿Sería portador de algún mensaje especial?
APUNTE FINAL
Fue titánica la labor que realizó por más de veinte años Joaquín Navarro-Valls como vocero del Papa Juan Pablo II… Falleció el pasado miércoles en Roma a la edad de 80 años este destacado español que modernizó la comunicación en El Vaticano y quien fue leal colaborador y cercano amigo del pontífice polaco Karol Wojtyla.
