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ENFOQUE

Geometría política

RAUL MUÑOZ DE LEON

Adolfo López Mateos, presidente de la República (1958-1964), causó revuelo, asombro y desconcierto, no sólo en México sino en todo el mundo, y enojo del gobierno de Estados Unidos...

Cuando en 1963 declaró ante los medios que lo cuestionaban sobre el rumbo de su administración: "Mi gobierno es de izquierda, pero dentro de la Constitución"; se habló entonces de la "izquierda atinada". Y José López Portillo (1976-1982), sobre el mismo tema, en 1978, salió del atolladero al decir: "Soy enemigo de las geometrías políticas; creo en el justo medio, y en él se coloca el gobierno que presido".

Inicia este Enfoque con citas de dos expresidente de la República, para intentar un comentario analítico sobre la ideología del partido político que los postuló y llevó al poder, como a otros exmandatarios del País. Hubo efervescencia política en varios estados de la República. Se llevaron a cabo los procesos para elegir gobernador, ayuntamientos y diputados locales, que terminaron con la jornada electoral del pasado 4 de junio; en varios de esos Estados, aún continúa la inquietud postelectoral. Los analistas y conocedores del tema, consideran que dichos procesos electorales son un ensayo que tendrá influencia en gran medida en la próxima elección presidencial de 2018.

Por estas razones y otras más, saltan a la palestra, poniéndose nuevamente en el tapete de la discusión y el debate, cuestiones relativas a la postura ideológica de los partidos: derecha, izquierda y centro. Hagamos el siguiente planteamiento: ¿Es posible un gobierno colocado en el centro del espectro político? Por principio el centro es otra manera de llamar a la moderación, que se ubica de modo equidistante entre los extremos de la izquierda y la derecha. Y en tanto que es moderado, algunos consideran que es generador de estabilidad política.

Esta concepción política tiene muchos detractores, los cuales opinan que "el centro no existe como posición ideológica", porque según ellos en una interpretación maniquea "la izquierda se identifica con el cambio, mientras que la derecha pretende que las cosas conserven el estado que tienen en un momento dado"; por lo tanto, dicen, el punto medio es una incongruencia histórica y política, porque "no es posible admitir el equilibrio o neutralidad entre las aspiraciones innovadoras y los afanes conservadores". El centro, afirman sus críticos, representa la indefinición, la ambigüedad ideológica, el abandono de principios y valores, la comodidad política que no compromete. Para ellos, sólo hay de dos aguas: de horchata y de jamaica; tomas de una o tomas de otra, no hay más.

Consecuentes con el análisis anterior, es posible decir: si se acepta que en México el Partido Acción Nacional (PAN) representa los intereses de la derecha, y que la llamada izquierda se concentra en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), principalmente; en el Partido del Trabajo (PT) y en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), podría concluirse que si tales espacios están ya habitados, correspondería ocupar el centro al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En el desarrollo de las ideologías políticas, han sido muchos los que rechazan el conflicto violento de dos clases, y proponen un punto intermedio conocido como la socialdemocracia o tercera vía. Analistas de reconocido prestigio, afirman que los partidos socialdemócratas debían convertirse en policlasistas, donde quepan lo mismo asalariados que intelectuales.

Actualmente ha cobrado vigor la renovación de la socialdemocracia, de tal manera que partidos históricamente identificados como socialistas, al darse su renovación se autodenominaron socialdemócratas que, al llegar al poder, se hicieron a la derecha o a la izquierda, sin que haya habido una declaración oficial en tal sentido, por no convenirles políticamente.

Por esta razón, para algunos analistas el centro realmente no existe, pues solamente es un disfraz que utilizan la izquierda o la derecha, si así conviene a sus intereses. ¿En tal hipótesis se halla el Partido Revolucionario Institucional? Para orientar el criterio recordemos las declaraciones de López Mateos y de López Portillo, enunciadas al inicio de este artículo. Mario Velasco Torres, abogado y analista político mexicano, pretende dar respuesta a la pregunta planteada anteriormente en su Ensayo "La búsqueda del Centro; ¿Identidad y Camino?", cuando dice:

"En México hay en el PRI un centro auténtico, producto de un modelo propio de desarrollo perfectible a la vista de las deudas con la justicia social y con el saldo positivo de la democracia. Sería inapropiado yuxtaponer al partido que nació de la Revolución con la socialdemocracia, aunque algunas similitudes los vinculan: su multiclasismo, que permite que coincidan obreros, campesinos, indígenas, clases populares urbanas, intelectuales, académicos y empresarios".

"Sin proponérselo, la ideología de la Revolución de 1910 impregnada del sentido común de quienes la hicieron gobierno, tomó los elementos del liberalismo del siglo XIX combinándolo con las propuestas que originaron el movimiento armado. . . "De esta manera el eclecticismo se hizo patente a la hora de construir el proyecto de nación donde participaron todos los actores con aporte de su propia cosmovisión... Dentro de este instituto político militan intelectuales con formación de izquierda, funcionarios públicos con visión empresarial, líderes obreros y dirigentes campesinos con una aspiración socialista... el revolucionario institucional supo captar ideas que se encontraban en boga como el ecologismo o el desarrollo sustentable para penetrar en el ánimo de la sociedad". Estos argumentos del politólogo podrán ser válidos o no, pero provocan la reflexión.

Para cerrar este ensayo analítico, citamos lo que hace años un candidato presidencial del PRI (que podría ser cualquiera de los muchos que ha tenido), dentro de su campaña política ante una concurrencia heterogénea, decía: "Ni la izquierda violenta y conflictiva; ni la derecha autoritaria y represiva pueden beneficiar a México. Nosotros ofrecemos un gobierno que colocado en el justo medio pueda resolver en un clima de armonía, de respeto y de seguridad las grandes carencias de la población mexicana. Un gobierno que actúe con firmeza, que tenga experiencia suficiente para atacar con eficacia las causas de los males sociales. México no quiere la intolerancia que practican nuestros adversarios; quiere un gobierno que proporcione seguridad, empleo, vivienda, educación y salud; y eso sólo lo ofrecemos y garantizamos nosotros". Se lo dejo de tarea, para su reflexión.

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