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Nuestras costas cambian de dueño

Satiricosas

MANÚ DORNBIERER

En recuerdo y honor de Eva Lidia Nava Guzmán, una joven marinera acapulqueña del barco escuela "Cuauhtémoc" que nos arrebató el Océano Índico.

Es increíble que México no sea una poderosa nación marítima con costas ricas y productivas en muchos aspectos. Podrían dar vocación y empleo a muchos miles de personas. Nuestro mar patrimonial abarca 2.7 millones de kilómetros cuadrados en tanto que su extensión en tierra (montañas rocosas y hermosos valles, pero con poca agua) es de 1 mil 964 375 kilómetros cuadrados, casi un millón menos.

Pero nuestras costas, sólo se conciben como playas turísticas, es decir sólo ligadas a un turismo hoy en día disminuido en calidad y "negocios de tierra adentro". Las ciudades, las concentraciones internas, por invivibles que sean, son las que cuentan para los gobiernos y para los mexicanos que con once mil kilómetros de litorales no tienen gran interés en los océanos.

Ni siquiera se enteran por ejemplo de las riquezas internas y externas que pueden ofrecerles los océanos que bañan las costas, Constituido por dos regiones: el mar territorial, que se mide desde la línea costera hasta 25 km mar adentro; y la zona económica exclusiva, que alcanza 200 millas náuticas desde el litoral. Y recordemos que nuestro flaco territorio se encuentra entre los dos principales océanos del mundo El Pacífico y el Atlántico (o sea el Golfo y el Caribe).

"El 6 de junio de 1976 entró en vigor en México el decreto que establece, a lo largo de los 11 000 kilómetros de su litoral, una zona económica exclusiva fuera del mar territorial y adyacente a éste de 188 millas náuticas, o sea, 370.40 kilómetros, que resultan de sumar las 12 millas náuticas, es decir, 22.22 kilómetros del mar territorial, anchura establecida desde 1969, con las 188 millas adicionales o 348.18 kilómetros, tanto en el Océano Pacífico como en el Golfo de México y el Mar Caribe, salvo en aquellos casos en que esa extensión produzca superposición con las zonas económicas exclusivas de otros países, como Cuba, Estados Unidos y Guatemala. En esta zona se ejercen derechos soberanos sobre los recursos marinos que se encuentran en la columna de agua, en el lecho y en el subsuelo oceánico, sean o no renovables".

Y el 17 de junio de 2017 se avisa que las costas cambian de dueño:

Ya no estarán bajo las órdenes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes: "Asume Marina control de puertos", decía el titular periodístico. Y luego, más de 100 capitanías de puerto quedan a cargo de la Autoridad Marítima Nacional, dependiente de Semar. Su principal función será dotar de seguridad y certeza jurídica.

Muy bien, pero lo que sucede en realidad es que se están militarizando las costas, ya que la Secretaría de Marina es una de las llamadas "Fuerzas Armadas de México".

Se trata de "Seguridad" de cuidar que no sigan los narcos, ellos sí, utilizando los mares. Se trata de que no se cuelen por las costas los migrantes del sur que tanto molestan a Trump al que Vicegray quiere ayudar como "portero" dice Amnistía Internacional.

Pero quizá las costas reciban más y mejor atención con el cambio. Y ojalá por fin se entienda que hay muchas maneras de desarrollarlas. Tendrían que tomar ejemplo de países pequeños como los europeos cuyas costas no sólo atraen por su belleza, aunque sean frías, sino por todo lo que puede inspirar el mar, empezando por la construcción de barcos, por ejemplo. Nuestros inversionistas no se interesan más que por discotecas, pero no se ve que la construcción marina les interese en lo mínimo.

¿Y qué tal si México, repito con semejantes litorales, alguna vez tuviera una línea propia de cruceros en lugar de estar chillando porque ya no vienen los gringos y otros por la "inseguridad", pero también porque al parecer les cobran carísimo.

A ver si con la Secretaría de Marina a cargo de 103 capitanías de puerto y con la transferencia total de recursos humanos, materiales y presupuestales de las capitanías de Puerto de la Secretaría de Comunicaciones se organiza todo mejor. Será una "Guardia Costera" que tendrá autoridad sobre arribo de toda clase de barcos.

Y por otra parte las costas mismas deberían ser vigiladas y defendidas por la Marina. Por ejemplo en Baja California, hace años Salinas hizo un trato con los japoneses que se llevan la mejor producción de sal marina del país, en "Guerrero Negro". Hoy el negociazo está en manos nada menos que del secretario de Economía Ildefonso Guajardo, el que trató y va a tratar con Trump el TlC nuevo, y del panista Cordero, ambos emergidos de la universidad de Pensylvania. Regalan prácticamente la sal de México.

En fin, no obstante su alianza con Calderón, la Marina tiene aún prestigio. Esperemos que las costas estén vigiladas, pero no sólo de los narcos sino sobre todo de los canallas presidentes municipales como el Evodio que tenemos en Acapulco. Él y su familia compran más propiedades caras y no pagan sus deudas. El PRD de los Chuchos y ahora de las Chuchas ha salido más que pésimo, para este puerto de Acapulco semiabandonado en la bahía. Y es que los políticos apoyan el horroroso suburbio cursimente llamado "Riviera Diamante" en el que están naturalmente metidos narcos y políticos o mejor dicho, políticos y narcos.

En otro puerto famoso, la OEA reunió en su 47ª asamblea, a todos sus socios. Fue por una sola razón: Para que tumbaran a Maduro. Y no pudieron lograrlo.

Los cancilleres de 11 países, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, Honduras, Guatemala, México, Paraguay y Perú "expresaron su decepción ante la falta de consenso sobre la crisis venezolana". ¿Serán éstos a los que se refirió la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, cuando habló de "una camada de perritos del imperio"?

Necesitaban 23 votos los enemigos de Maduro.

En la votación final, la propuesta negociada por el grupo de los países poderosos citados solamente consiguió 20. Hubo ocho abstenciones, cinco en contra y una ausencia -la de Venezuela-, mientras que la otra iniciativa menos crítica, de pequeños y valientes países, San Vicente y las Granadinas, sólo tuvo ocho votos a favor. Pero con las abstenciones, la reunión que tanto ilusionaba a Vicegaray resultó un fracaso que no le va a perdonar Trump.

Sólo en RT se escuchó a Maduro decir y repetir que sus tropas tienen absolutamente prohibido disparar a la población… Capriles no debe estar contento.

Asimismo todo el tinglado anti Mercosur se está derrumbando; a (de) Temer, el presidente brasileño, lo acusan de encabezar una organización criminal y Cristina vuelve por sus fueros contra el agente del FMI, el presidente Macri.

¿La OEA? What's that?

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